Adiós Inocencia.

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Luffy.

Ese nombre había rondado en la cabeza del cirujano las últimas semanas, ya no podía soportar verlo sin ser consiente de que le pertenece. Le encantaban sus ojos negros tan puros y llenos de inocencia, le excitaba la idea de imaginarse como le quitaba esa inocencia y por eso había ideado un plan: lo invitaría a su casa como sí no tuviera razón alguna.

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El día había llegado, Trafalgar llevó a su casa a Luffy con la excusa de ver una película y el joven aceptó con emoción  sin esperar lo que iba a suceder.

Law: Mugiwara-ya, ¿Quieres ver una de terror?

Luffy: ¡Sí! Aunque espero no asustarme mucho.- Contestaba a la vez que se cruzaba los brazos volteando a ver hacia arriba pensativo.

Law: Entonces de terror será.

Luffy eligió una película nueva que tenía poco de haber salido y a Law no le entusiasmaba la idea de ver una película de ese tipo, pensaba que las nuevas películas eran aburridas y predecibles, pero si tenía que hacer eso a cambio de la inocencia de Luffy, haría eso y más.

La película comenzó y ya empezaba a aburrirse el cirujano pero tuvo que ser paciente hasta algo más de la mitad de la película y se puso en acción. Sacó de la bolsa de su pantalón un pañuelo blanco, pausó la película y antes de que el joven reclamara, Trafalgar vendó sus ojos rápidamente y sentándose en todo lo largo del sofá sentó entre sus piernas al joven. Luffy estaba confundido por la extraña actitud de su amigo pero le agradó estar sentado así.

Luffy: ¿Eh? ¿Qué pasa Torao? ¿Me darás un regalo o por qué me vendas los ojos?

Law: Digamos que sí, te daré un regalo.- Al terminar de hablar pasó su lengua por todo lo largo de la nuca del joven haciendo que se estremeciera.

El cirujano empezó besando el cuello de su compañero y dando pequeños mordiscos que hacían que el pequeño diera ligeros suspiros y eso le encantó a Trafalgar. Bajó por su cuello hasta llegar a la clavícula y succionó dejando una pequeña marca roja que después se vería más grande y haciendo que Luffy soltara un pequeño gemido que logró excitar más a Trafalgar.

El ojeroso decidió cambiar la posición, dejando a Luffy acostado en el sofá y el joven con tatuajes encima de él, lo tomó del mentón y miraba su boca entreabierta con la respiración levemente acelerada a causo de lo que le hizo. El tatuado se inclinó y lentamente se acercó a los labios del contrario, esos labios vírgenes y tan puros que serían tocados por primera vez por Law. Los labios de Luffy tocaron unos ajenos por primera ocasión en su vida y por alguna extraña razón un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza, una nueva sensación que le gustó bastante.

El cirujano empezó a mover sus labios mientras que Luffy intentaba seguirle el paso, tocaron sus lenguas y para el más joven como sensación nueva se separó.

Luffy: ¿Qué fue eso?- A Law le enterneció la inocencia del joven.

Law: Tranquilo, es mi lengua, si la utilizo créeme que te gustará más.- Susurraba en el odio del joven inocente.

Trafalgar volvió a unir sus labios con desesperación y verdadera lujuria, sus manos recorrían el pequeño cuerpo hasta llegar a su trasero, el cual apretó con ambas manos y entre el beso Luffy gimió, lo qué provocó una excitación que nunca había sentido el ojeroso, lo excitaban sus gemidos llenos de inocencia.

Trafalgar quitó la camisa roja del chico, la cual tiró cerca de dónde había caído anteriormente el sombrero de paja. Se separó para poder observar al joven de una mejor manera y vaya vista que encontró.

Inocencia»One-Shot LawLuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora