¿Realmente sufres?

Mi salvación

Yo sentía una gran impotencia al estar en el colegio siendo golpeado, todos me veían y se burlaban aun puedo oír sus risas, los profesores me veían siendo golpeado, pero no les interesaba, cuando los vi sentí una mirada de odio y desprecio hacia mí, me vieron como si ellos mismos me quisieran matar pero no tenían el valor suficiente como para hacerlo.

No lo entendía y sigo sin entenderlo, en aquel momento que estaba siendo golpeado se me vino a la mente el primer recuerdo que tenía de la infancia el cual era mi madre gritándome y despreciandome con su mirada, como si no hubiera un mañana lloraba sin consuelo alguno, mi padre estaba muerto y todos me culpaban, la razón ni yo la sé, pero cada vez que mi mamá me gritaba me decía que era un enfermo, asqueroso, que solo traía desgracia a esta familia.

Todo porque tenía una enfermedad, la cual ni conocía el nombre pero lo que si sabía era que tenía manchas blancas en mi cara y en todo el cuerpo, todos las noches y las mañanas mi madre siempre me gritara, por lo que no podía contar con nadie a excepción de mi mejor amigo Noah.

Volviendo con la realidad en la que estaba la cual era ser golpeado, a la vez humillando y sentir su risas burlonas, ya no podía más, me estaba dando por vencido pero de repente llego Noah, en ese momento pensé que él era mi única salvación, pero resulto ser lo contrario, él también se estaba riendo de mí, en ese momento odie su risa burlona y a la vez engañosa.

Ya había perdido todo esperanza de vida, incluso en mi casa no descansaba todo era un círculo vicioso que no tenía fin.

La persona que me salvó era la que menos esperaba, era la persona que más me odiaba, era Liz mi exnovia, me rescato y me dijo:

-¡Eres un inútil!

-¿Porque me rescataste?

-Fue porque los que te golpeaban se iban a meter en problemas.

-Igualmente gracias.

-No quiero tus gracias, no me valen de nada.

En ese momento se fue, me dejó pensando que era verdad que soy un inútil y que estaba solo en el mundo.