Parte 1 Sin Título

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Sheldon estaba sentado en su lugar favorito del sofá leyendo el último número del cómic de Flash, de pronto un suspiro lo hizo perderse en sus reflexiones, mucho había cambiado en el último año y medio. Poco después del beso con Ramona las cosas con Amy mejoraron notablemente, al principio fue un poco desconcertante para Sheldon pues Amy se negó a casarse con él aún después de volar hasta Princeton, sin embargo en lugar de llanto esa noche tuvieron una plática muy profunda sobre lo que ambos esperaban de su relación, acordaron que esperarían un tiempo para que el físico volviera a proponerle matrimonio a la cautivante neurobióloga, en diciembre de ese mismo año se comprometieron, finalmente Amy tenía el anillo de la familia Cooper.

Pero eso era sólo el comienzo poco después del compromiso Leonard y Penny se mudaron ya que estaban esperando un bebé y deseaban un lugar más grande, esa fue la oportunidad para que la pareja de científicos se mudara al 4A de los Robles, desde entonces ya no era más el departamento de Sheldon sino el hogar de los Cooper-Fowler, ambos decidieron llevar el apellido del otro, después de todo se pertenecían mutuamente y el uso del apellido del cónyuge era para resaltar lo obvio.

La boda fue en mayo, específicamente en mayo 24, inicialmente Sheldon deseaba que fuera el cuatro para que coincidiera con una de sus festividades favoritas y para que la fuerza siempre estuviera con ellos pero decidió que le gustaba más él 24 porque ese día conoció a Amy, le hizo saber que ella su estrella y ambos conformaban un sistema binario estelar, cada uno diferente pero rotando cerca del otro gracias a una fuerte fuerza de gravitación que era su amor, después de tremenda confesión ella lloró diciéndole que era una de las cosas más hermosas que le había dicho, en el fondo él físico se enorgulleció de poder hacer tan feliz a su prometida con tan sólo palabras e hizo una nota mental para volver a usar esas palabras como parte de sus votos matrimoniales.

Sonrió ante el recuerdo de su boda y bajo la mirada hasta el anillo en su dedo, era de tungseno negro con dos incrustaciones de ópalo al centro una verde y una azul, acaricio con ternura el anillo con su dedo pulgar, el material representaba lo fuerte de su amor y los colores de las piedras preciosas era por el color de ojos de ambos, era un diseño muy fuera de lo tradicional pero elegante y lo más más importante era el símbolo social de su amor, cualquiera que lo viera se tendría que alejar de su Amy. Al estar inmerso en sus pensamientos no noto la mirada de ternura de su esposa que lo veía desde el pasillo, una sonrisa se formó en la comisura de sus labios, la escena frente a ella era tan cotidianamente sencilla que le embriagaba de paz y confort, lentamente se acercó al sillón, en un movimiento rápido y suave se sentó sobre el regazo de su esposo.

"Creí que estabas durmiendo" dijo Sheldon mientras colocaba el comic en el lado vacío del sillón y la abrazaba por la cintura con una mano mientras la otra se posó en su firme trasero.

"Lo estaba pero me dio frío, cuando gire en la cama para abrazarte no estabas así que viene a buscarte" mientras hablaba la neurobióloga se acurrucaba como un gatito buscando calor, clavo su rostro entre su cuello y cerró los ojos.

"Vamos a la cama entonces" el físico trato de levantarse pero su esposa no le dejo

"No, me gusta estar así, mejor dime ¿qué estabas haciendo?" pregunto con genuina curiosidad

"Leía a Flash" dijo con ligereza

"Mmmm, léeme un poco, por favor" pidió Amy mientras plantaba un delicado beso en su cuello

"¿Quieres que te lea Flash?"

"Sí"

"Creía que no te gustaban los comics" decía con recelo Sheldon

El lugar favorito del sillónWhere stories live. Discover now