Capitulo 3: Toma de Decisiones

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POV Jake

Cuando terminé las piezas del rompecabezas, entendí todo, no eran sueños eran premoniciones, eran avisos de alguien o algo sobre lo que terminaría pasando y lo que termino pasando el día de hoy, sin palabras y muy concentrado miraba a sus ojos, perdido en mis pensamientos y en su extrema belleza, su presencia era como un imán para mi, a la vez que querría estar junto a ella también querría escapar de ella. 

Una sensación inexplicable.

-¿Que dices mi querido marido? Estoy ansiosa por escuchar tu voz, Ezequiel-ordenaba desde sus bien formados labios,pero ese fue el momento cuando desperté del trance ¿Marido? Si ni siquiera la conocía, aunque sabia que mi vida podía terminar en ese instante no podía engañar a mi corazón, que ya le pertenecía a otra persona, así que salí retrocediendo de ese corto espacio, molestandole esto con una fuerza increíble para su frágil cuerpo me jalo de nuevo hacia ella y estrello sus labios contra los míos, asegurándose de que no rompiéramos contacto poniendo sus manos detrás en mi nuca y en mi pelo para profundizar el beso. Aunque quise salir de esa veneno tan atractivo no pude hacerlo, sus manos y sus labios ejercían una fuerza muy grande para provenir de una chica.

Después de un rato siguiendo el beso en donde los dos intercambiamos el contacto intenso de nuestras lenguas y ella parecía disfrutarlo al máximo cerrando sus ojos, decidió que era hora de separarnos, mas que nada por la evidente falta de oxigeno que me estaba afectando a mi también. Se separo aun con sus manos en mi nuca y en mi pelo, dejando un hilo de saliva entre ambas bocas y alejando nuestras bocas pero por muy poco, como si deseará mas de esta sensación.

-¿Que te pareció nuestro primer beso Ezequiel?-dijo con una sonrisa lasciva y un pequeño sonroje en sus mejillas-No sabía que besar a tu amado se sentía tan bien-Tomó mi mano y una corriente eléctrica paso por mis manos como un rayo, ahí supe que era algo especial ella y su relación, pero si no podía obtener las respuestas a las preguntas que tenía entonces al menos iba a ser sincero con ella.

Y-Yo no te p-pertenezco, ni siquiera se quien eres o que hago aquí, solo quiero volver a mi casa-Tartamudeé mientras expresaba las meras palabras que se me venían a la mente 

Me vio algo dolida pero esa expresión solo duro unos segundos, luego me atacó con esa mirada tan rojiza y oscura que me daba escalofríos-Tu casa es esta-me reprimió mientras no despegaba esos atemorizantes ojos encima mío.

Nose de donde nació esta débil necesidad de oponerme a ella, que a pesar de que sea tan prepotente que no nadie puede oponersele, siento que no quiero ceder a todo lo que ella quiera.

-No, mi casa esta en Bogotá Colombia, no en esta mansión llena de secretos, soldados vestidos de negros y mil y un cosas mas que no termino de entender, quiero regresar-al terminar de decir estas palabras sentí que a mas de a uno le ofendió mi respuesta, algunas miradas se tensaron en la habitación.

-¿No es normal vivir con tu esposa?-preguntó mas seria, en vez de su tono coqueto que había estado usando conmigo hace unos instantes. Esa mirada fría y roja me mataba.

-Como te repito no te conozco, no eres mi esposa y tampoco eres mi novia, yo tengo a otra novia que se llama..-no me dejó terminar cuando me interrumpió molesta.

-No te atrevas a hablar de esa perra en mi palacio, suerte tiene de que cuando me enterrará su relación contigo no lo haya asesinado con mis propias manos-Dijo mas irritada, tensando la mandíbula y la mirada.

-No hables así de ella-grité algo cabreado.

Silencio, era lo único que rodeaba aquella espaciosa habitación. 

Me voy con unos ojos que quitaron cualquier rastro minúsculo de valentía que quedaba en mi sistema. Se sentó en su silla mientras que con la mano hizo una seña a la izquierda y luego a la derecha mientras decía:

Ares: Diosa de Guerra (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora