V: Un ángel dormido

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Nam Joon abrió los ojos sorprendido y apretó los dientes, se le venía un problema encima y solo era el primer día. Había estado reunido durante la tarde y apagó su móvil para no ser molestado. Cuando lo encendió se encontró con demasiados mensajes y llamadas de Jungkook como para que pudiese ser algo bueno y luego estaban las llamadas del miembro del staff que debía fotografiar el encuentro. Marcó el móvil de Jungkook encomendándose a cualquier deidad que le pudiese echar una mano ― ¿Qué sucede? ― ¡Por fin respondes! ― Lo siento, estaba en una reunión ― Vale, escucha. El horario que me diste estaba mal, fue a recoger al pequeño grosero a las dos y resulta que salía a las cinco, así es que me vine al estudio a trabajar. Le envíe la dirección para que se vaya solo cuando termine ¡Yo no podía estar esperándole hasta que saliese! ― ¡Vaya! Revisaré el horario con Jin y te lo haré llegar...supongo que no habrá problema con que se vaya solo ¿Sabrá llegar hasta tú casa? ― ¡Por supuesto que sabrá! ¡No vivo en la montaña Nam Joon!― Avísame cuando llegue, para quedarme tranquilo y por favor no le maltrates ― ¿Pero quién crees que soy? ¡Adiós! ― Nam Joon suspiró profundamente. No creyó necesario llamar a Jin, después de todo el chico ya tenía veinte años y por lo visto era bastante apañado.

Jungkook llegó a su casa cerca de las ocho de la tarde. Le había pedido por mensaje al pequeño grosero que avise al llegar y aún no había recibido mensaje de vuelta, aunque lo había leído ¡Grosero! Siguió su rutina diaria, aunque era bastante más temprano de lo que el acostumbraba a llegar. Ducha, pijama, preparar la cena, alimentar a sus peces, escuchar algo de música...las diez de la noche y el pequeño no llegaba. Le llamó varias veces, nada. Jungkook empezó a impacientarse y le envió otro mensaje, y otro, y otro...

Jungkook pasó toda clase de posibilidades en su mente, incluyendo que fuese una venganza del pequeño grosero, pero en el fondo no creía que el pequeño fuese capaz de algo así ¿Y si se perdió o peor, tuvo un accidente? ¡Lo mataré, lo mataré! Por da...

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Jungkook pasó toda clase de posibilidades en su mente, incluyendo que fuese una venganza del pequeño grosero, pero en el fondo no creía que el pequeño fuese capaz de algo así ¿Y si se perdió o peor, tuvo un accidente? ¡Lo mataré, lo mataré! Por darme esta inquietud...A ver, piensa Jungkook, piensa... ¿Si fueras el pequeño grosero dónde estarías?

Tae estaba organizando todo para cerrar la gasolinera, pronto sería la una de la madrugada y si tenía suerte podría coger un autobús que le llevase a la zona vip de la ciudad. Pensaba que se armaría un lio si tenía que despertar al mal educado a estas horas, pero luego pensó que el mal educado pasaba a esa hora precisamente por ahí. Centrado como estaba en sus pensamientos no se dio cuenta de que una mirada asesina se cernía sobre él ― ¿Qué estás haciendo? ― Gritó Jungkook rojo de rabia y Tae saltó del susto que le pegó ― Trabajando, eso hago ― Jungkook pensó que había sido una pregunta estúpida dado que veía claramente que estaba en su trabajo pero...― ¿Por qué estás trabajando? ― ¿Porque es mi trabajo tal vez? ― ¡No te hagas el listo! Se supone que estás en el proyecto, no deberías estar trabajando ― Jungkook le levantaba la voz y Tae cerraba los puños y apretaba los dientes conteniéndose ― No se abandona el trabajo así como así, se lo comenté a Jin y él se lo dijo a tu Ceo. No puedo dejar esto hasta que no encuentren a alguien para remplazarme ― ¡Qué estupidez! ¡Lo dejas y ya!― Yo no hago esa clase de cosas ― ¡Por supuesto tú no haces esa clase de cosas pero, haces otras como dejarme esperando como un idiota sin siquiera enviar un mensaje de que llegarías de madrugada! ¿Por qué no contestas los mensajes? ¿Por qué no respondes las llamadas? ― Tae entendió en ese momento que Jungkook estaba realmente preocupado por él, pero ¿Porque tenía que decírselo de esa manera? ―Aproveché que no entraba nadie y estuve estudiando... cuando lo hago desconecto el móvil, luego...olvidé enecenderlo. Lo siento ― Jungkook suspiró profundo y se mordió los labios ― Ya son más de la una. Cierra y vámonos ― Tae obedeció.

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