Deseo

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#Kida

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#Kida

Deseo

La Legión del reconocimiento era conocido por dos causas.
La primera por ser quienes sacrificaban sus vidas por la Gloria de la Humanidad y por ser la guarnición mas poderosa de las tres, y por contar con la fuerza de un soldado en particular.
Había muchos soldados fuertes y astutos, pero éste hombre destacaba por una cosa en especial.
El hombre al que la gente llamaba "El soldado más fuerte de la Humanidad" estaba completamente ciego.
Había nacido así.
Pero ¿a qué se debía su fama entre todas las guarniciones y la población? Era que a pesar de la falta de uno de sus cinco sentidos, no había titán contra el que no pudiese enfrentar. Eso hasta qué la "Titán Hembra " apareció.
Puesto qué este titán es inteligente, predecir o sentir sus acciones era casi imposible. Eso lo había costado la vida de muchos soldados y de su escuadrón de elite.
    Aquellos eventos marcaron al capitán de la Legión del Reconocimiento, obligándolo a llegar a límite su estado físico.
—Todo sigue perfectamente contigo Levi, el hecho de que no puedes ver, ha sido ventajoso para tus demás sentidos, y eso ha sido de mucha ayuda no solo para los soldados, sino también para Erwin...
—¿Volveré a ver? ¿Recuperare mi vista algún día?—
Sintió los pasos de Hanji en su piel al sentir las vibraciones que ésta emitía a cada paso que daba. Pero a éstas vibraciones se unieron unas más intensas, y como el joven conocía la enfermería de memoria, giró levemente su cabeza en dirección a la puerta. Hanji al notar aquella acción miró también a ésta.
Al reconocer a quién pertenecían aquellas fuertes pisadas su rostro se sonrojo y volvio a fijar sus ciegos ojos al frente.
—Es Erwin ¿verdad?— preguntó ella al ver la reacción del muchacho.
La puerta se abrió segundos después y tal como lo había dicho Hanji, Erwin estaba de pie en la puerta de la enfermería.
—No has respondido a mi pregunta...—
—Si existiera la tecnología para someterte a una cirugía, probablemente sería posible. Aunque creo que podría investigar un poco más...
—¿Que tal está su cuerpo, Hanji?— interrumpía Erwin.
—Tu mejor que nadie debe saberlo, después de todo Levi no me permite poner mis manos en él. Pero a ti te permite examinar hasta...
—Quieres callarte... — murmuró Levi, poniendose de pie y caminando hasta Erwin. A quién tomó de la mano y llevó con el al pasillo.
—¿Estas bien?—
—Últimamente me he sentido algo cansado... Quizás mi tiempo en la Legión llegue a su fin muy pronto.
Erwin lo estrecho entre sus brazos, y Levi regresó el gesto gustoso y enterró su rostro en el pecho de Erwin.
—¿Crees en los milagros, Erwin?—
El mencionado no respondió, pero dirigió su mirada a la cabellera de su amante.
   Antes de que Erwin pudiera responder, la puerta de la enfermería se abrió y por ella salía Hanji emocionada.
Su expresión cambió a una más tierna cuando vio a la pareja abrazados.
—No me molesta en absoluto su relación, pero dudo que otros vean con buenos ojos su amorío.
Pasó junto a ellos sonriendo, y Erwin estuvo seguro que su expresión se debía a ahora a una emocionada, pero una emoción diferente a la que expresaba cuando se trataba de los titanes.
—¿Vamos a mi oficina o a tú cuarto?— le preguntó Erwin.
—A mi habitación, ahí nadie nos molestará.
Tomados de la mano, Levi dejó qué Erwin lo guiara.
Una vez allí, Erwin quitó las botas de Levi y las suyas, y ayudó al menor a que se quitará el sistema de correas.
—¿Que querías decir con eso de los milagros?
—Más que un milagro... Es un deseo... —
—Un deseo...—
—Por supuesto, como todos... Hay algo que deseo más que cualquier cosa...
Se dejaron caer sobre la cama de Levi mientras éste se abrazaba al mayor.
—¿Sera que puedo darte eso que tanto deseas? —
Levi sonrió ante esas palabras y aunque no podía ver a Erwin, siempre imaginaba como debía de lucir con solo palpar aquel rostro. Y añadía a esa imágen mental las descripciones qué Erwin le daba.
—Quiero al menos una vez, ver tu rostro y poder guardar esa imágen en mi cabeza—
Levantó la mirada suponiendo que la dirigía hasta Erwin, y este al ver aquellos hermosos ojos verdes anegados en lágrimas, también sintió ganas de llorar.
—Levi...— sollozó sin poder contenerse.
—Sería gratificante para mi el poder ver todo, y todo lo hermoso que hay en este lugar. Y creo que lo único que puede superar esa belleza, eres tú Erwin.
   El mencionado besó aquellos labios temblorosos y llenos de deseo, para luego observar aquellos ojos bañados en lágrimas y expresando en ellos sus sueños.
Estuvieron en silencio un momento, pero luego Levi poco a poco empezó a quedarse dormido.
Para Levi estar despierto o dormido, era lo mismo. Todo lo que había para él era oscuridad.
El día y la noche eran lo mismo, no había diferencia una de otra.
   Así las horas pasaban.  La pareja dormía profundamente, al menos Erwin.
Levi había despertado en medio de la noche, y aún que sabía que era de no amanecía aun, para él, siempre era así.
Dejó su cama y se detuvo frente a la ventana de su habitación, la que abrió sintiendo en su cuerpo la brisa de la noche.
—Solo una vez... Quiero ver su rostro al menos una vez...
Cerro sus ojos y apretó sus manos, y en estas cayeron las lágrimas al desear tan desesperadamente, el poder al fin conocer el mundo.

******

A la mañana siguiente, el aroma de su desayuno, lo despertó.
Se talló los ojos un momento. Pues durante la noche había sufrido de una comezón en ellos, y a causa de eso le costó dormir después.
Erwin lo examinó, pues Levi los tallaba con algo de fuerza, y descubrió que estos estaban algo rojos.
—Ire con Hanji. Seguro tiene algo para aliviar el mal estar, no salgas de aquí —
Levi asintió y mientras esperaba, empezó a comer.
Sus ojos ahora no solo picaban, sino que también ardían y hasta sintió un poco de dolor.
—¡Erwin!— llamó asustado, pues nunca había sentidos algo así en sus ojos.
La bandeja del desayuno cayó al suelo. El dolor en sus ojos aumentaba al igual que el ardor.
—¡Erwin!—
La puerta de la habitación se abrió, y hasta que Erwin no habló, Levi no supo que era él.
—¡Levi!— dijo y fue con Levi que se apretaba sus ojos con sus manos y lloraba por el intenso dolor que sentía.
Erwin lo empujó sobre la cama y ordenó a Levi que quitara sus manos de sus ojos.
Entonces Erwin, buscó el frasco en que traía la medicina que Hanji había creado para Levi.
—¡Abre tus ojos Levi! — ordenó.
Este así lo hizo.
Sin embargo, algo extraño ocurría con aquella mirada.
La usual membrana blanquecina, como la de las cebollas parecían que se consumían, y al aplicar la medicina, aquella extraña reacción acelero.
Levi volvió a cerrar sus ojos con fuerza, luego de que Erwin aplicara aquella medicina.
Apretaba con fuerza la chaqueta que Erwin llevaba y soltaba de vez en cuándo alaridos de dolor.
Erwin, no podía hacer más que observar como su amado se retorcía del dolor, y esperó a qué poco a poco Levi cayera dormido.
  Sólo entonces Erwin dejó aquel cuarto y llevó a Levi con Hanji, quién examinó el extraño suceso ocurrido en Levi.
Erwin besó la frente del menor antes de salir de la enfermería.
Y debió dejar de lado sus pensamientos sobre él mientras estaban en otra expedición.
Al despertar, Levi notó qué sus ojos estaban vendados.
—Los cubrí por precaución, la verdad es que me asuste al ver tus ojos cuando Erwin te trajo aquí —
—La enfermería... — Murmuro llevando sus manos a los vendajes.
—Erwin estará aquí apenas acabe con sus informes... Y por lo mismo, te quitaré las vendas cuándo llegue.
Apenas y terminó de hablar, cuándo la puerta e abrió con brusquedad.
—Erwin...— dijo Levi al reconocer las vibraciones qué este emitía cuando caminaba.
Erwin tomó su mano al tiempo qué se sentaba en la cama junto a él.
—¿Como te sientes?—
Levi movió levemente su cabeza en dirección a aquella voz.
—Ya no siento esas molestias, aunque si siento algo de ardor...—
Hanji se ubicó junto a Levi y comenzó a quitar las vendas.
—Por más qué trato de entender que fue lo que causó ese ardor y dolor en los ojos de Levi, no consigo una respuesta clara, sin embargo quería que vieras algo de lo cuál aún no salgo de mi asombro.
Las vendas caían con suavidad hasta que estas estuvieron del todo sobre la cama.
—Abre tus ojos —
Éste así lo hizo, sin embargo había algo diferente.
Mientras Hanji quitaba los vendajes, creyó que a medida qué estas despejaban sus ojos, la oscuridad en la que vivía se disipaba.
Erwin y Hanji se miraron sin poder creer lo que veían.
Las membranas que cubrían los verdes ojos del muchacho, ya no estaban.
—Mirame Levi...— pidió Erwin tomando las manos del joven.
Levi parpadeo lentamente, pero todo seguía siendo oscuridad.
—Erwin...
El mencionado lucía triste, pues también deseaba que su amado recuperara su visión.
—No pongas esa cara...
Erwin tomó aquellas palabras como algo metafórico, era imposible que Levi, pudiera ver su expresión.
Levantó su triste semblante a Levi, quién le devolvía una hermosa sonrisa.
—Tu cabello está algo despeinado...
Erwin y Hanji se miraron unos segundos. ¿Habían oído bien?
¿Cómo  sabía Levi, que el cabello de Erwin estaba desordenado?
Levi observaba a aquel hombre, al que al principio, solo lo distinguía como una masa oscura y borrosa y que poco a poco se volvía nítida.
Miraba examinado aquél rostro ante él, mientras llevaba su mano hasta la cabeza de Erwin para peinar con sus dedos aquél rubio y fino cabello.
—Puedo verte Erwin... Puedo verte...—
Una mecha cayó sobre  el rostro de Erwin, el qué Levi quitó con una caricia, para luego ser presa del hombre al qué había conocido en medio de su oscura vida.
—Soy Erwin Smith, comando la Legión del Reconocimiento... Y soy el amante de mi capitán Levi Akerman...
Erwin lloraba en el hombro de Levi.
—Eres como siempre te imaginé, mi amor—
Hanji, sorprendida, abandonó la enfermería, al notar que estaba estorbando, y la oyeron gritar por el pasillo que Levi había recuperado la vista.
Ambos se sonrieron para abrazarse cariñosamente una vez más.
—Mi deseo se volvió una realidad, ya puedo verlo, mi amado comandante.

#Kida

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