treinta tres

15.1K 684 79
                                    

Camila abrió las piernas y Lauren hizo que las apoyara sobre sus hombros, Camila aún tenía la tanga puesta y, de hecho, Lauren le había dejado muy en claro que no planeaba quitárselas en toda la noche.

Con el pene bien erecto y lubricado, Jauregui movió un poco esa tanga color pastel que estaba utilizando su novia para poder dejar al descubierto su sexo. Penetró solo con la glande y Camila dejó salir un suspiro de placer o dolor, la ojiverde estaba muy segura puesto que la expresión de Camila podía decirle muchas cosas. Poco a poco fue penetrando por completo, pero lento. Como tal, no quería tener sexo con ella, quería hacerle el amor de una vez por todas.

Lauren soltó un jadeo no tan fuerte al sentir otra vez las paredes tan estrechas de su novia. Y esta también jadeó, con la espalda curveada y los ojos cerrados por la excitación. La mayor acarició las caderas de la castaña y comenzó a moverse con un vaivén algo lento pero, al igual que las demás veces que lo habían hecho, era un ritmo marcado, movimientos profundos pero poco bruscos.

Sus testículos chocaban suavemente contra la piel de la menor en cada movimiento, y de vez en cuando, Camila apretaba los brazos de la mayor, gimiendo sin vergüenza alguna porque al fin y al cabo le encantaba lo que Lauren le hacía sentir 

Cuando por fin se corrió, Camila dejó que Lauren se recostara en la cama. Era su turno de complacerla con lo que más le excitaba, una felación. Abrió la boca y siguió con su trabajo oral hasta que Lauren dejó salir su semilla sobre su cara.

[...]

-¿Tienes clases la próxima semana? No, ¿Verdad?- pregunto Lauren tecleando un montón de cosas en su computadora portátil personal, Camila se acerco a ella por detrás y esta dejo de teclear con tanta fuerza  

-No, ¿porque?- besó su mejilla

-El próximo miércoles nos vamos a Escocia, enana

-¡Oh, por Dios! ¿Tengo que empacar mis tangas?- Lauren rió y acarició una de las manos de Camila mientras con la otra seguía trabajando con varias cotizaciones y situaciones legales del hotel en su computadora 

Las cosas estaban así. Ya habían pasado casi dos meses que Camila había dejado la casa de sus padres y, como les había hecho saber en su carta de despedida inesperada, no había mantenido contacto con ellos en todo ese tiempo y en realidad no tenía pensado hacerlo pronto, supuso que era necesario darle un buen lapso de espacio simbólico a su padre hasta que se sintiera lo suficientemente segura de querer encararlo una vez más para dejarle en claro que sus gustos no iban a cambiar por lo que el pensara. Varias veces sus padres trataron de hablarle por teléfono, y en ninguna de esas veces respondió, por muchas ganas que tuviera. Solo por eso fue que Lauren decidió comprarle un celular nuevo, un iPhone igual al suyo pero en diferente color. Aún así Camila aún tenía registrados los números de sus padres y de su antigua casa por si llegara a necesitarlos después.

Con la llegada del invierno, la castaña sintió unas ganas enormes de ir corriendo directo a casa de sus padres y pedirles que pasaran la navidad juntos una vez más, pero mandaba todos esos pensamientos a la mierda mientras que lloraba desconsoladamente entre los brazos de Lauren en las primeras noches de diciembre hasta que lograba calmarse con unos cuantos besos delicados propiciados por su novia

-Empacalas, también ropa abrigadora y quizá un vestido formal- dijo Lauren besando la parte de abajo de su barbilla

-¿Vestido formal, para que?

-Pasaremos navidad allá- sonrió y luego volteó a ver a su novia al ver la expresión de tristeza en su rostro- Siempre organizan una fiesta para todas las personas ahí, además ponen un árbol muy bonito y luego hacen una colecta de dinero para comprar regalos para los niños del orfanato y la comida es excelente... Oye, no, no vayas a llorar

-No voy a llorar...  

-¿Entonces?

-No se, hace tres meses no pensé que el año pasado sería mi ultima navidad con mamá y papá 

-Me deprimes, bebe- hizo un mohín e hizo que, como de costumbres, se sentara sobre sus muslos, mientras seguí trabajando pero sin dejar de acariciarle la espalda o el brazo para que se desahogara si es lo que necesitaba- No es tan malo dejar de vivir con tus padres, no cuando estas acompañada y yo estoy aquí para ti y no me gusta que estés así de triste- Camila le abrazó más fuerte

-Lo siento.- murmuró

-No lo veas como un "no pasaré la navidad con mamá y papá", velo más como un "pasaré la navidad con mami Lauren, me dará muchos regalos y posiblemente al día siguiente tendremos sexo mañanero o tal vez solo estemos en cama todo el día porque tendremos mucha flojera para levantarnos"- dejo su trabajo de lado y abrazo cálidamente  a su novia, como si en realidad fuera un bebé, pero se detuvo al escuchar las pequeñas risitas de su novia- ¿Que? 

-¿Esos son tus planes para Navidad?¿De verdad?- volvió a reír

-No me critiques, el sexo mañanero siempre viene bien, te relaja mucho 

-Podemos intentarlo después de intentar el role play- sonrió y Lauren le agarro el culo 

-¿Si intentaremos el role play?- preguntó emocionada 

-No este año, cariño- y con eso se levanto y se fue a la cocina a servirse un poco de helado. Lauren la miró decepcionada, la había calentado por nada

Sugar Mommy [Camren]{Adaptación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora