Strawberry Milk [JJ Project/Bnior]

5. Kind

Jaebum caminaba molesto, pero no más rápido que los pequeños, no podía volver a perder el rastro de ellos, y menos dejar que se vuelvan a acercar a los humanos, tal vez era el momento de contarles que paso con sus padres a pesar de ser algo doloroso.

—JB, ¿Estas molesto? — susurro casi Kunpimook. A lo cual solo un gruñido salió de la boca del mayor, deteniéndose en el lugar donde antes habían descansado.

—No nos ignores... por favor.

JB suspiró mirando a los cachorros, —No quiero que se acerquen a los humanos, se los he dicho, la manada lo decía.

—¿Pero ellos ya no están verdad? — cuestionó Kunpimook, los chicos ya tenían una idea de lo sucedido, sus padres ya deberían haber vuelto o por lo menos buscarlos con el mismo modo que Jaebum los buscó o peor.

—Ellos... Ellos se fueron de viaje, buscan nuevas tierras para la manada—. Mintió y eso sería algo difícil explicar más adelante, pero aún no era el momento, una parte de él no quería hacer daño a los pequeños y que tampoco desconfiaran de todos, por lo menos aquel humano fue amable y alimento a los pequeños.

—¿Es verdad?

—Claro que lo es, Yugyeom, Jaebum no nos mentiría.

El mayor se quedó en silencio, ahora estaba mintiendo y esas inocentes miradas se clavaron en su rostro, e intentó sonreír para despegar las dudas de los cachorros, mientras su cabeza se movió apenas de arriba abajo.

—iremos por algo de comer—, musito caminando delante de los chicos, necesitaba despejar la idea de que mentirles de aquella manera era algo malo, no era así, era por el bien de aquellos dos pequeños. Intentando concentrarse en encontrar algo apetitoso para los chicos.

Jinyoung recostado en su cuarto observaba el techo, tratando de despegar su mente de la intimidante mirada del rojizo lobo, aquellos ojos penetrantes habían quedado grabados en su cabeza, estos se veían algo desolados, tristes, y con un gran odio, probablemente no debiera volver a acercarse a algún animal salvaje, no podía recibir algún daño, después de todo su trabajo dependía de su cuerpo y rostro, algún rasguño o cicatriz podría costarle algún papel en el futuro. Decidió distraer sus ideas que ya se habían vuelto algo negativas al imaginar no poder trabajar, y bajar su nivel de vida, con su teléfono, gracias a dios aún mantenía una señal activa de internet y servicio de llamado, contactándose con Jackson para hablar sobre lo ocurrido y saber como iban las cosas, habían pasado solo unas horas, pero necesitaba hablar con el mayor, después de todo eran amigos y podía contar con hasta por la cosa más mínima.

—Sabes hay un gran espacio en el patio, una barbacoa no sería aún mala idea.

—¿Tanto sientes mi falta que me estas proponiendo ir solo para comer? — bromeo Jackson desde el otro lado del teléfono.

—Eres el único que puede venir, ya sabes que Youngjae está en el extranjero, y que con Mark no puedo verlo después de romper tan rápido.

—Me alaga ser tu mejor opción, pero no puedo ir hasta el fin de semana, ya sabes que tengo que terminar algunas grabaciones. Irme ahora seria una muerte anunciada por manager.

—Lo sé, solo no quiero estar tanto tiempo solo, se supone que estaría con Mark. —suspiro cerrando los ojos—, tal vez no debimos terminar y analizar un poco las cosas antes de decirle todo eso.

—Jinyoung, no lo amas, lo dijiste, ahora seria algo desesperado buscarlo, a menos que de verdad lo necesites, pero si es por soledad no es algo bueno. Lo sabes.

El castaño suspiro bajando la mirada, su amigo tenia razón, hacerlo era simplemente por evitar el sentimiento de soledad y miedo que estaba experimentando. Al despedirse y colgar el teléfono decidió salir a dar un paseo, además de obtener algo de comida para preparar durante la semana. Llego al pueblo pasando por el minimarket comprando todo lo que necesitaría.

Volvió cocinando algo de carne, fue algo en exceso, ya que estaba acostumbrado a cocinar para dos personas, y un poco mas gracias al gran apetito que Jackson poseía. Pensó en dejar la porción restante para el día siguiente, pero un aullido a lo lejos le hizo recordar a los pequeños lobos, y gracias a la tormenta que habían pronosticado, hallar algo de alimento se podría tonar difícil. Salió a la entrada del bosque dejando los trozos de carne suficientes para el lobo y ambos cachorros, volviendo a la casa para recostarse a ver televisión algo ansioso de comprobar si se habían alimentado de la carne.