●CAPÍTULO 1● Aquel día de lluvia

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9 :00 AM

La lluvia caía con fuerza del cielo, las calles estaban empapadas en agua y se había vuelto un reto para los dos chicos esquivar los charcos. Por su lado, Jin amaba la lluvia, incluso si de cierta manera los días grises lo atontaban. En cambio, Jungkook solo podía pensar en que a pesar de que llevaba un paraguas, la lluvia había mojado sus piernas, y no tenía más opción que quedarse así todo el resto de la mañana, lo que lo puso un poco molesto.

Se dirigían a comprarle un regalo a Hoseok, era su cumpleaños y se encontrarían con él por la noche para festejarlo. Si podían decir algo sobre Hoseok, era que no conocían a alguien más alegre que él, aunque también sabía estar serio. Por eso los dos lo admiraban, aquella habilidad de adaptarse tal y como si fuera un camaleón era increíble.

- No tengo idea de que comprarle.-Jin miraba las vidrieras con el ceño fruncido.- Y solo tenemos una hora, entro a trabajar a las diez.

Jin trabajaba en un pequeño restaurant, amaba la comida y además era muy bueno cocinando. No trabajaba muchas horas y por eso no hacía mucho dinero, aunque eso no le afectaba. En realidad, no necesitaba trabajar, pero su necesidad de sentirse productivo era más fuerte. Su padre era el CEO de una empresa muy famosa y eran casi millonarios. La razón por la que se había mudado a Seúl, además de porque su ciudad natal era un poco aburrida, tenía que ver con Jimin. Hace algunos años, Jin comenzó a acompañar a su padre en sus viajes de negocios a Busan. Allí conoció a Jimin, uno de sus amigos más cercanos. Jin comenzó a perder el amor por su ciudad natal, y la verdad lo que lo mantenía atado allí era la costumbre, el hecho de que nunca se había alejado por más de un mes. Comenzó a viajar muy seguido, pasaba poco tiempo en su ciudad. El recuerdo de aquellos momentos, en los que él y Jimin se sentaban por horas a charlar con cerveza y pizza de por medio, y con una película de fondo, porque los dos odiaban el silencio, lo hacía sonreír con nostalgia hasta hoy.

Su mente no pudo evitar viajar hasta el día en que conocieron a Jungkook, a él también lo había conocido en Busan. El chico tenía tan solo 15 años en aquel momento.

Jin y Jimin se encontraban en las calles de Busan, hasta que vieron como en un lugar más escondido de la calle un grupo de chicos daba fuertes patadas a alguien en el piso. Al ver a los dos mayores acercarse, los chicos pararon. Y luego de algunas reprimendas por parte de Jin y Jimin, se marcharon haciendo reverencias repetidas. No era con ellos que debían sentirse apenados, con quien debían disculparse era con el chico que yacía en el piso. Pero los dejaron irse.

-Hey, ¿estas bien?- Preguntó Jin mientras se ponía en cuclillas para ver mejor el estado del chico.

-¿ Te parece que esta bien? -Jimin golpeó despacio la nuca de Jin, el cual lo miró con seriedad por unos segundos.-Vamos a ayudarlo a levantarse.

Jimin imitó la posición de Jin y juntos sentaron al chico.

-Hey, ¿como te llamas?

-Jungkook- Habló despacio, sus costillas dolían un poco y se le dificultaba.

-Bueno, Jungkook, te llevaremos a tu casa.

-No, no, estoy bien, puedo sólo. --Era evidente que no podía sólo, pero sin embargo hizo el esfuerzo de levantarse.

-No estás bien, en serio no hay problema con llevarte, ¿vives muy lejos?

-A un par de cuadras.

Y así lo llevaron, mientras conversaban con Jungkook. Se enteraron que le pegaban porque jugaba muchos videojuegos y ellos lo consideraban tonto. Y que aunque fuera cinturón negro en Taekwondo, el miedo solía apoderarse de él y no podía defenderse.

《DON'T FALL AWAY》BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora