Primera parte

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Harry despertó esa mañana sin deseos de levantarse, la cama estaba demasiado calentita. Se acurruco un poco a su derecha. Siempre era agradable tener el tibio cuerpo de Severus por la mañana, el pocionista siempre le abrazaba al sentir al Gryffindor pegándose y restregándose junto a él y no iba a hacer una excepción en ese momento. El Slytherin atrajo el cuerpo de su esposo para abrazarlo. Era increíble pensar que ya habían pasado más de seis años desde que habían unido sus vidas y que todavía los sentimientos que Harry inspiraba en él, eran tan intensos como los que sintiera al principio de su relación, quizás más de lo que se pudiera permitir.

Suspiro mientras acariciaba el hombro de Harry –Sería mejor si estuvieses desnudo ¿Sabes? –Dijo en tono bajito el mayor.

–Sabes que no podemos –Ronroneo el Gryffindor, aprovecharía lo más posible de las atenciones de Severus antes de que...

Snape empujo a Harry justo a tiempo, antes de que su adorado hijo se lanzara sobre ellos como de costumbre. No mucho tiempo atrás, por descuido de sus padres, el niño había visto en el televisor que un pequeño había despertado y no había encontrado a sus padres en la casa. Desde entonces, el pequeñín necesitaba cerciorarse de que sus padres estuviesen con él y muchas veces no se conformaba solo con la mañana. A veces se asomaba a media noche o recién entrada la madrugada. Teniendo eso en cuenta, estaba por demás decir que, cierto Gryffindor, se había negado a tomar parte en actividades que pudiesen perturbar al pequeño.

Severus sonrió, simplemente no podía enojarse con su pequeño angelito. Después de todo lo que habían pasado... La desesperación de pensar que había perdido al amor de su vida... La soledad, la angustia y de pronto saber que ese pequeño había empezado a formarse en su vientre para resolver todas sus dudas y miedos... Dando sentido a su supuesta anulada promesa inquebrantable, que consistía en no abandonar a Harry ni a su hijo, su primer hijo que lamentablemente no se logró....Pero al final, con la bendición de Bran, fue posible unirse al Gryffindor de una vez y para siempre.

–¡Papi Harry! –El pequeño beso la mejilla del ojiverde –¡Papi Sev! –Después repitió el beso, pero ahora en la mejilla de Severus –¡Buenos días a los dos!

Una enorme sonrisa se dibujó en la carita de su adorado hijo –Papi Sev, en la escuela muggle me dijeron que hay un señor gordo que se viste de rojo y que en estas fechas viene a dejar regalos. No recuerdo que nunca haber visto a nadie así. Son siempre ustedes y mis tíos los que me dan obsequios...

Harry sonrió divertido al ver que Severus no tenía idea de que era lo que el niño estaba hablando –Ni hablar Severus, ya lo ha descubierto –El pocionista lo miro intrigado.

–Escucha Sevy junior...

–¡Bran! –Interrumpió el mayor. Bran era el primer nombre de su hijo y el ojiverde estaba consciente. de lo mucho que su esposo se molestaba cada vez que lo llamaba Sevy junior. Era divertido pretender que lo ignoraba.

–Como decía, esa es una tradición muggle. La historia indica que ese hombre vestido de rojo que se llama Santa Claus, trae regalos a los niños buenos –El pequeño elevo una ceja, en un gesto que hacia parecer que el pequeño era un mini clon de Severus. Harry agradecía no hubiese heredado su rebelde cabello y Snape que no tuviese su nariz. Aunque le hubiese gustado que tuviese los hermosos ojos verdes del Gryffindor, pero de mas esta decir que se conformaba con el detalle de la nariz.

Un puchero sin duda se avecinaba por la expresión en el rostro de su adorado retoño, así que Harry se apresuró a decir –Como es tu primera Navidad en el colegio muggle era inevitable que te enteraras ¿Van a realizar alguna actividad para celebrar? –Harry sabía que debía cambiar el rumbo de la conversación, pero al parecer la pregunta no había sido la apropiada, el niño levanto los bracitos agitándolos molesto –Dicen que somos muy pequeños para participar y yo quería cantar canciones navideñas –Se cruzó de brazos mientras bufaba.

Harry giño el ojo a su esposo. Severus no entendía lo que Harry trataba de hacer, pero sabía que no sería del todo agradable –¡Ya se! ¿Por qué no le escribes una carta a Santa y le pides lo que tú quieras? puede que se cumpla...

–Pero dijiste que era de los muggles –Dijo no muy convencido el pequeño.

–Si, pero si lo pides con todo el corazón quizás tus deseos lleguen a él. Y si eres un buen niño y duermes "toda" la noche en tu habitación, seguro Santa lo cumplirá ¿Verdad Severus? –Miro al pocionista esperando el apoyo.

Harry había dicho toda la noche... Bran en su habitación... ¡Por Merlín! Eso significaría una blanca navidad para el también. ¿Cómo no se les había ocurrido antes? –¡Por supuesto que si!

O-o

Harry estaba escondido en la esquina del pasillo que daba a la sala. Severus sonrió. Al parecer no se había percatado de su presencia, pues de ser así ya le hubiese hecho una señal para que guardara silencio. Se asomó para ver que era aquello que lo tenía tan distraído. Bran estaba de lo más entretenido escribiendo una carta mientras sonreía radiante. La levanto admirando su obra. Al parecer ya la había terminado. Harry quiso dar media vuelta y correr, pero solo consiguió chocar contra el pocionista, quien no dudo en abrazarlo –Eres un pequeño Slytherin, quizás no deberías pasar tanto tiempo conmigo –Le susurro feliz dándole un rápido beso en los labios. Los ojos del ojiverde brillaban de la emoción –Sera una velada agradable –Harry tenía toda la intención de besar a Severus, pero no le fue posible, Bran lo estaba jalando

–¡Papi no es momento para eso! ¡Mi carta! ¡¡Hay que mandarla cuanto antes!!

El ojiverde le giño un ojo al pocionista mientras se alejaba con su hijo.

O-o

Harry cogió un globo, le ato una cuerda para sujetar la carta en el –¿Papi, estas seguro que la carta le llegara? Digo, ni siquiera le has puesto una dirección.

Harry sonrió al ver la preocupación en el rostro de su hijo –¡Por supuesto que la recibirá! –Esperaba que Severus la interceptara sin que Bran lo notara. Necesitaba hacerle creer que Santa existía, así al menos podría pasar una noche sin la constante vigilancia del infante. Era un buen plan para poco a poco convencerlo de que ellos no se irían, que no había nada que temer y claro, también para poder tener más intimidad con Severus.

El ojiverde le entrego la carta atada al globo a su hijo –Solo tienes que dejarla volar –Bran tomo la carta y la soltó con entusiasmo, mientras Harry aplaudía alegre.

–¿Y ahora qué? –Pregunto el pequeño.

Harry abrazo a su hijo y le dio un beso en la mejilla –No seas ansioso Sevy junior, solo hay que esperar –Dijo mientras revolvía el cabello de su hijo.

–¿Te digo un secretito? –Susurro bajito en el oído de Harry, el ojiverde asintió –Pedí un adelanto, si no se cumple significa que no existe y entonces no me decepcionara el día de navidad.

Potter se sorprendió de las palabras de su hijo, pero no lo demostró ¡Debía obtener esa carta a cualquier costo!

O-o

A la mañana siguiente Harry se aseguró de leer la carta, aprovechando que el pequeño jugaba en el jardín.

Severus desplego la carta. Al parecer del pocionista, Bran había escrito niñerías, aunque viniendo de su hijo, esas tonterías le parecían de lo mas tiernas... Cosas como "Querido Santa yo he sido un buen niño este año" para al final poner una lista con sus peticiones, había desde una escoba hasta juguetes de bromas de la tienda de los gemelos Weasley, al final una especie de nota. Esa era la parte en la que estaba interesado el ojiverde. Una vez que termino de leer sonrió mientras miraba la expresión de desagrado de su esposo.

–¡De ninguna manera! –Exclamo –¡No creas que podrás convencerme esta vez!

–¡Oh Severus! ¿No lo puedes hacer por tu hijo? –La mirada asesina que uso el pocionista le hizo comprender que sería un poco más difícil convencerlo, pero ya se le ocurriría algo y si era necesario usaría sus trucos más viles y perversos.

–¡Ni siquiera existe ese viejo panzón! ¿Por qué habríamos de mentirle de esa manera tan vil a nuestro hijo?

–Vamos Sev, nuestro hijo tiene que adaptarse a la vida muggle y Santa es parte de ello. Además te confieso que no es fácil para mí tampoco. Pero créeme cuando te digo que si no lo haces no habrá una blanca navidad para nosotros, si sabes a lo que me refiero –Harry se puso de pie tomo la carta escondiéndola en su bolsillo, mientras se inclinaba para lamer la comisura de los labios de Severus lentamente, dejándolo sentir su respiración, el mayor se tensó por un segundo, se separó y lo miro intensamente con esos ojos verdes llenos de deseo ¡Maldición! Pensó el ojiverde, no se iba a dejar engatusar tan fácilmente.

–Déjame pensarlo al menos...

Esa misma tarde Harry llego a su habitación, al parecer Severus se estaba preparando para tomar una ducha, el menor le entrego un delgado libro de cubierta roja con adornos dorados y verdes, el pocionista lo miro intrigado –¿Qué es esto? –Pregunto abriendo el librito.

–Canciones navideñas ¿Recuerdas la petición de nuestro hijo? ¿Por qué no revisas las canciones? quizás te animes a decidirte de una vez y le damos la noticia a Bran.

Severus entrecerró los ojos. Su esposo lo estaba presionando, de eso no había duda, pero no se iba a dejar embaucar por un Gryffindor y un niño. ¡Por supuesto que no! –Sabes que aún no he dicho que si – Dijo con tono de molestia.

Harry sonrió malicioso –Por eso dije, quizás te ayude a decidir. No quiero hacerte sentir presionado amor, pero el tiempo se agota. ¡Ya se! ¿Por qué no nos duchamos juntos y te doy un suave masaje en la espalda para que te relajes...?

–¡Yo puedo masajear tus pies papi! –Interrumpió entusiasmado su hijo.

–¡Excelente! –Animo el ojiverde –Iré llenando la bañera, no se tarden.

Severus miro a su esposo y después a su hijo, Harry desnudo dándole un masaje... ¡Eso era demasiado cruel! Sabia que con Bran alrededor no podría hacer nada...No masajes eróticos, no caricias apasionadas, no besos en todo el cuerpo desnudo de Harry ¡Nada!

–Espera hijo, tu papi y yo queríamos decirte que ya que no te dejaron participar en el colegio, sería divertido si cantáramos villancicos... Como familia –¡Maldición! Harry sí que sabía como convencerle. Pensó

Los ojos de Bran se iluminaron –¿En serio papi?

Severus trato de no gruñir. Le entrego el librito de canciones a su hijo –Por qué no vas a la sala, revisas todas las canciones y eliges la que más te guste –Ya le cobraría a Potter el obligarle a acepta.

–¿Puedo hacerlo después del baño?–Pregunto sonriendo emocionado el pequeño.

Eso si que no, no iba a aceptar hacer el ridículo cantando villancicos sin obtener nada a cambio –Escucha hijo, no le digas a tu otro papi, pero no esta muy seguro de esto y tenía pensado convencerlo llenándolo de cosquillas hasta que acepte.

–¡Yo puedo ayudarte a hacerle cosquillas! –Su hijo no se la estaba poniendo fácil.

–No, necesitamos un plan B.

El niño lo miro intrigado –¿Plan B? –Pregunto intrigado.

–Si, sabes lo terco que es tu papi, necesitamos otro plan por si las cosquillas no funciona y en ese plan entras tu –Bran dio saltitos emocionado –¿Qué tengo que hacer?

Severus sonrió mentalmente, agradeciendo que su hijo tuviera mas de la personalidad de su esposo que de la suya, que fuera un tanto más inocente –Debes tener elegida la canción, pero debes darme al menos una hora para convencerle ¿De acuerdo? –Bran asintió.

–Elijo la canción ¿Y luego qué?

La voz de Harry diciendo que el baño estaba listo hizo que Severus se desesperara aún más –Después debes pensar por que es tan increíble esa canción. Ya sabes que a tu papi le gusta mucho todo lo cursi y emotivo. Le pones tu carita triste y entonces lo terminamos de convencer. Recuerda, piensa bien en la canción y lo maravillosa que es y de seguro que acepta. Ahora ve a la sala y cuando te mande una esfera luminosa pondremos en acción el plan B.

Bran elevo una ceja, había algo que no cuadraba del todo ¿Por qué no le ponía su carita triste y le hacían cosquillas para convencerle en la ducha?

–Por...?

La pregunta quedo en el aire –¡Ve ahora o no lograremos nada! –Dijo determinantemente el pocionista, Bran dio un saltito y salió corriendo a la sala.

Severus suspiro aliviado, por un momento pensó que tendría que cantar villancicos y soportar la tortura de tener a Harry desnudo sin poder hacerle absolutamente nada y vaya que tenía ganas.

Entro al cuarto de baño, Harry tenía puesta una diminuta toalla amarrada en la cintura. Al contemplar esa vista el deseo en el pocionista creció. Necesitaba arrancarle a Harry lo único que le cubría con urgencia y poseerlo.

–¡Tu! ¡Mocoso Gryffindor manipulador! –Severus quiso verse molesto.

–¿Qué ocurre? ¿Y Bran? –Por un segundo el pocionista creyó que la ignorancia del ojiverde era genuina, Severus se cruzó de brazos y entrecerró los ojos.

–Harry, te conozco lo suficiente para saber cuando me estas manipulando.

El ojiverde sonrió divertido, camino de manera sexy hacia el pocionista, con sus dedos simulo un par de piernas caminando por su pecho hasta colgarse del cuello del mayor –Entonces... ¿Le dijiste que eligiera una canción mientras tu y yo nos duchábamos? –El Slytherin gruño. Estaba en lo correcto ¡Maldición! ¿Desde cuándo lo había planeado? Severus se soltó del agarre y le dio la espalda.

Harry hizo puchero –Vamos Sev... Como el Slytherin que eres sabes que obtendrás tu recompensa ¿No? ¿Acaso no tienes ganas de estrecharme entre tus brazos, entrar lo más profundo de mi ser y hacerme gritar tu nombre una y otra vez?

La túnica de Snape cayó al suelo, se giró para encarar a Harry –Creo que primero tendré que castigarlo señor Potter...

Continuara...

Notas finales:

Este fic se creó como un regalo de cumple para Amia Snape.

Como saben este fic se desprende de mi fic regreso a ti. Esto aparecerá en el fic original, así que es altamente recomendable leer para continuar con el original. Aunque a estas alturas dudo de que no quieran leer el lemon del siguiente capítulo XD!
Gracias a Claudia que me reviso el fic! Creo que comienzo a hacerme beta dependiente jajaj XD!!


Gracias por leer!!

Regreso a ti en NavidadWhere stories live. Discover now