ONE SHOOT YAOI R18 (LEMON)

Profesor

Alex: No me puedo creer que haya pasado esto. Yo Alex Lincoln me he enamorado de mi alumno. Es 8 años menor que yo pero aún así me sigue gustando, eres tan lindo, inteligente, amable... Ufff. El no me va a aceptar lo sé pero tendré que vivir con esto ¿No?

Clark: He terminado. Dije al acabar el examen. Mi profesor me miró sorprendido, a lo que yo sólo pude encogerme de hombros. No es mi culpa ser tan matemáticamente inteligente y acabar los exámenes el primero.

Alex: Déjeme el examen aquí, Jackson. Le miré con una sonrisa cuando se acercó y le hice un hueco en la mesa. Me correspondió la sonrisa y me dejó el examen en la mesa.

Clark: Suspire y volví a mi sitio. Saqué mi móvil y empecé a ojear algunas cosas. Si terminabas un examen estaba permitido usar el móvil. Cuando por fin el timbre sonó me dirigí hacia la mesa del profesor. Disculpe, pero... No entiendo bien las ecuaciones del tema ocho. Dije algo incomodo. ¿Podria repetírmelas después? Pregunté. Eramos dos adultos. Él tenía 27 y yo 19. Ambos eramos mayores de edad. Yo tenía amigos de su edad y mayores... ¿Podría venir a mi casa más tarde y ayudarme? De verdad que se me complica mucho el tema... Pedí bastante incómodo y nervioso. Tenía que ir al trabajo, así que no podía quedarme hasta tarde en la uni. Necesitaba la ayuda de alguien y los de mi curso eran unos catetos. Si no lo entendía yo, ellos mucho menos... Sólo quedaba el profesor.

Alex: Le miré y sonreí. Por supuesto. ¿A qué hora? ¡No-me-lo-puedo-creer! Voy a ir a su casa... ¡Oh Dios! ¡Que emoción! No voy a poder estar tranquilo en toda la tarde. Por fuera podía ser el hombre más serio que has conocido, pero en realidad seguía siendo muy joven y tenía mi lado infantil.

Clark: Salgo de trabajar a las siete y media... A las ocho y media. Dije. Le di mi dirección y me di la vuelta para irme a la pizzería en la que trabajaba para pagar el alquiler.

Alex: Nada más se dio la vuelta me mordí los labios con ilusión. Iba a ir a su casa, le iba a enseñar el tema y después lo que el destino quiera.

Clark: Me pasé la tarde trabajando como el responsable e independiente adulto que soy... Al llegar a mi casa me dejé caer en el sofá y cogí a mi iguana Roger, para acariciarla el lomo como tanto le gustaba.

Alex: Eran las 8:30, estaba muy nervioso. Fui a la dirección que me dio y llamé a la puerta. Espere a que el chico me abriera con impaciencia, nada más oír el ruido de la puerta me convertí en el profesor serio que era. Buenas tardes Jackson.

Clark: Hola... ¿Tienes que hablar así incluso fuera de la escuela? Pregunté con mi iguana agarrada en mi brazo como si de una rama se tratara.

Alex: Hmm... No. No sabía si te iba a incomodar que te hablase informalmente. Expliqué intentado mantener mi compostura y no morirme de vergüenza. Mi corazón iba acelerado, menos mal que mis mejillas no estaban rojas.

Clark: Puedes llamarme Clark. Indiqué dándome la vuelta y entrando en mi piso de nuevo. Sostén esto. Le di a Roger y me dirigí a mi nevera para coger unas cervezas.

Alex: Sostuve a la iguana con cuidado. Pasé a su piso y me senté en el sofá, me relajé al ver que no tenía que estar serio en frente suya y comencé a acariciar a la iguana.

Clark: ¿Quieres una cerveza? Pregunté cogiendo también unas patatas fritas para picar mientras estudiaba.

Alex: Le miré sorprendido y acepté. No me esperaba que fuera así, en clase era bastante diferente. Cogí mi cerveza y le pego un sorbo, estaba agria pero me gustaba. ¿Con qué quieres que te ayude?