Capítulo 9

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Cedric se paró, tambaleante de el gran colchón en el que estaba.

Se quejó con un gruñido por el dolor de cabeza y observó a su al rededor.

Todo era un verdadero desastre. Cory y Evan estaban en el mismo colchón, en un completo desorden. Cory abrazaba la pierna izquierda de Evan y mantenía una sonrisa bobalicona. Escurría baba de la comisura de Evan y su mano derecha, al igual que su pierna estaban colgando de la cama.

Sudaderas, chaquetas, celulares, dinero y una camisa estaban regadas por toda la habitación.

Cedric tomó su celular y fotografió la situación.

Se dirigió al baño y después de salir de él, se asomó a la habitación donde se habían quedado las chicas.

Estaban las tres medio tapadas, una alado de otra.

Cedric se acercó más y observó el rostro relajado de Scarlett. Se dió cuenta de su respiración relajada y a pesar de que tenía un poco de maquillaje corrido, supo que jamás vería un rostro tan bello que han contemplado sus ojos.

Tomó la cobija que estaba a la altura de su cintura y la tapó hasta los hombros, ella solo hizo un pequeño movimiento estrujando más a su almohada y acurrucándose más en ella.

— Ya te atrapé —dijo una voz susurrante.

Cedric se dió cuenta de que Katia estaba despierta, se recargó en sus codos y alzó un poco su cabeza y espalda.

— Lo siento, pensé que estabas dormida.

— Ah, no te preocupes. Es lindo ver cómo se te iluminan los ojos —Katia guardó silencio un segundo para preguntar —¿Realmente te gusta C?

— Me tengo que ir, descansa. Aún es temprano —dió una última mirada al rostro de Scarlett y salió de la habitación.

Un par de horas más tarde, Scarlett, Naomi y Katia despertaron y una tras otra se ducharon para que después, los chicos se bañaran también.

Salieron en el Jetta negro de Evan y se dirigieron a un restaurante para desayunar y recuperar fuerzas.

— Oh por dios —se escandalizó Katia en el coche.

— ¿Qué? —preguntó Cory.

— Ayer vomité en el lavabo -se dio un golpe en la frente con su mano mientras Evan, Cedric y Naomi rieron —No es tan divertido como parece, creo que tomaron fotografías.

— Si bueno. Yo recordé que comenzé a bailar como loca en una de las mesas —comentó Naomi, apenada.

— Creo que yo me peleé con alguien —Cory entrecerró los ojos, tratando de recordar.

— ¿Por qué crees eso? —Evan tenía voz ronca.

— Tengo unos moretones en las piernas y uno en mi brazo.

— Agradece que no fue en tu cara —interrumpió Scarlett.

Tal vez sus amigos no recordaban gran parte de la noche, le hubiera gustado pasar por lo mismo, pero por desgracia no tenía tanta suerte.

Miró con disimulo a Evan, pero él ya tenía su vista furtiva en ella.
La joven la apartó rápidamente y concentró su mirada a la ventana.

Recordó como el bar estaba inundado por personas de todas las edades. Cómo el estilo rock y punk invadía el lugar, con la gran banda prometida tocando hasta la madrugada. Estaban cubiertos de sudor y con las mejillas rojas, y pudo divisar que uno de los guitarristas estaba drogado.

La barra estaba invadida por todos, llena de botellas y alcohol regado por toda ella. Observó cómo las personas que atendían la barra no solo estaban apresurados por la cantidad de gente, sino también divertidos por las actitudes que tenían y todo lo que decían sus clientes ya ebrios a un paso de caer o vomitar en cualquier lugar. Algunos solo se dedicaban a desahogar sus problemas con el chavo que servía su trago, quejándose de cómo lo ha tratado la vida pero sin reconocer que no han hecho nada para querer cambiar su desgracia. ¿Cómo quería la gente ser mejor y tener nuevas oportunidades si solo se han lamentado de lo que la vida les ha traído? ¿Cómo querían mejorar sus vidas si en lo único que pensaban era en sus pasados? Pero las personas con las botellas de licores en su poder solo les decían un par de palabras para que la gente ebria les dijera:

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