Nací.
Un día común, primavera, comienza el ciclo.
Te costaba quererme, era igual a él y eso no te gustaba. Aún así no lloré, no lloré al saber que no me querías, solo dormí.Empezó el ciclo, comencé a crecer.
Nuevamente te vi, te conocí, me llevaste a la fuerza, pero nuevamente no lloré, no entendía la situación pero aún así no lloré.
Era de esperarse, no me querías. Querías experimentar y fuí tu objeto de prueba.
Lo bueno fué que te aburriste, me devolviste.Crecí nuevamente, estaba tranquila.
Volviste a buscarme, te volví a ver, me llevaste a la fuerza otra vez, nuevamente no lloré, solo decidí darte otra oportunidad.
Estando con vos conocí el dolor, permitiste que se lleven mi inocencia, la inocencia era lo único que podía permitirme tener.
Pero fué bueno, me volviste a llevar, nuevamente te aburriste.Seguí creciendo, pero intranquila, ya no quería que vuelvas a buscarme.
Como siempre, no era como yo quería, volviste.
Nuevamente decidí darte una oportunidad, conocerte más, yo realmente creí que me faltaba conocerte más.
Pero la versión que yo creí errónea de vos, resultó ser la correcta.