- ¿Seguro que está bien? —la luz al abrir la puerta me despertó.
- Que sí Jin, ¿no ves que está durmiendo? —me acurruqué en la cama cubriéndome la cabeza.
- ¿No tendrá hambre?
- Ya se levantará cuando tenga hambre, esta mañana estaba tomando una sopa.
- Si se hace muy tarde despiértala...
- Que sí.Cerraron la puerta y miré hacia esta. ¿Qué hacía Jin aquí? Me levanté y estiré los brazos, algunos de los golpes ya comenzaban a desaparecer, algunos se habían vuelto negros por el golpeteo constante, pero todo pasaría. Sonreí y tras ir al baño salí. Yoongi cerraba la puerta mientras le repetía a Jin que no se preocupase.
- Era Jin, ¿verdad? —se giró sorprendido.
- Qué susto. —sonrió— Sí, quiso venir a verte, pero estabas dormida.
- Parece muy preocupado, ¿y si le dices que vuelva? —suspiró y abrió la puerta, miró de lado a lado.
- Ya debe haberse ido en el taxi.
- Bueno, otro día será. —sonreí— ¿Cómo ha ido el día?
- Bien, como siempre supongo. Le dije al tutor que habías tenido un accidente y estabas en el hospital, me costó convencerlo de que no fuese a visitarte, pero acepta que le entregues los deberes atrasados.
- ¿Es mucho? —hice una mueca.
- No, de todas formas yo ya lo tengo todo hecho, si quieres cualquier cosa pídemela.
- No me gusta hacer ese tipo de cosas, pero esta vez me vendría bien. —me reí.
- Bien, esta semana aprovecha para ir pasándote las cosas. Pedí de un restaurante para comer, no tardará en llegar.
- Muchas gracias. —sonreí.
- Oh, y pasé por tu piso con Jin antes de venir, la puerta estaba tirada, alguien había estado allí. —me miré las manos— Ahora Jin entiende porqué no quería que volvieses allí, y le escribí a mi padre diciéndole que ya no vives allí, que no te molesten. Me ha dicho que fueron cuando estabas, ya sabes. —me senté en el sofá, recordar me hacía sentir al borde de desmayarme— Sé que no querías que tocase tus cosas, pero el piso estaba patas arriba y no quería hacerte ver eso. Sacamos toda tu ropa y aunque buscamos no encontramos comida ni dinero. — me rasqué el brazo, nunca nadie había visto mi vida tan de cerca— Traje tu mochila de clase y la mochila que usabas... No quiero que vuelvas a vivir así Yaeji.
- Sabían que era un asco de casa. —tenía la vista borrosa— No tenía nada y aún aprovechándose de mí fueron a buscar más. —me dolía por dentro cómo era esa gente.
- Nunca tienen suficiente, así funcionan, por eso me llevo tan mal con mi padre. Por eso te desprecié tanto al principio. —se sentó a mi lado y me acarició la espalda— Pero ahora lo tienes todo aquí y no quiero que mires atrás.
- Muchas gracias Yoongi. —giré para darle un abrazo— Aquel día me asusté mucho, cuando me descubriste, pero fuiste tan bueno conmigo... Eres todavía...
- Yaeji, cálmate. —me apretó con fuerza— Vamos a conseguirte una vida mejor. Y... —bajó la voz— Lo siento por tocar tu ropa interior. —me noté subir los colores de cara a toda velocidad, le di un golpe y me levanté del sofá.
- ¿Tú te crees que es momento de decir algo así? —me toqué la cara queriendo bajar mi temperatura.
- Has pasado de estar llorando a tener colores de cara, creo que te prefiero así. —se rió.
- Pero serás... —cogí el cojín y se lo tiré, subió los brazos, parando el golpe entre risas.
- Así te... —sonó el timbre de la puerta y miró hacia esta— La comida está aquí. —se levantó y abrió, efectivamente era la comida.Volvió todavía entre risas hacia la mesa con una bolsa. Una vez se calmó el ambiente mientras comíamos me habló de todo lo que habían estado explicando en clase, del trabajo grupal que habían mandado en literatura, bromeó diciendo que me había quedado sin grupo, pero tras un rato de quejas admitió que le habían dicho al profesor que seríamos Jin, él y yo. Parecía pedir que le pegase constantemente, me contuve. Cuando acabábamos de comer su móvil sonó.
- ¿Sí? Hm. Sí, claro. Vale Hoba. No te estreses, eso es fácil. Y dale, que tú seas un inútil no me hace un genio. —se rió— Está bien, ven cuando quieras. —colgó.
- ¿Era Hoseok?
- Sí, va a venir esta tarde. Tiene examen mañana y hay un par de cosas que no entiende.
- Oh, ¿nosotros no tenemos examen de nada?
- Qué va, lo cambiaron hace un par de años. Nosotros solo tenemos un examen trimestral por asignatura.
- Espera, ¿nos lo jugamos todo a un examen?
- Los deberes y los trabajos cuentan, pero básicamente. —asintió.
- Voy a suspender. —dejé caer la cabeza en la mesa.
- Con Jin y conmigo en clase, me creo que no. Somos las notas más altas del curso. —sonrió con orgullo— Alguien con malas notas no puede ser presidente de un club. —lo miré parpadeando.
- Uno delegado de clase, otro presidente de un club, listos, con buenas notas, con un grupo de amigo fantástico, guapos. ¿Pero hay algo que no tengáis?
- ¿Guapos? —me callé un segundo y seguí con mi drama.
- ¿Porqué el mundo es tan injusto? Ellos así y yo mira. —negué con la cabeza.
- Es tu oportunidad de cambiar. —sonrió, noté en sus ojos que todavía pensaba en lo que acababa de preguntar.
- Me voy a esforzar y en al menos una asignatura seré mejor que vosotros.
- Vaya, vaya... Qué competitiva. Ya veremos.
- Lo juro.
- ¿Lo apuestas? —sonrió, lleno de malicia.
- No tengo din...
- No quiero dinero. Si ganas tú y consigues ser mejor que nosotros en alguna asignatura... Dime qué quieres.
- Eh... Hm... —arrugué los ojos pensando— Quiero... Quiero que vengas un día a clase con una peluca, que yo elegiré.
- ¿Y ya?
- ¡Y maquillado por mí!
- Me parece bien. —sonrió y movió su vaso— Pero si gano yo. —me miró a los ojos, la puerta sonó— Tendrás que darle un beso a quien yo te diga del grupo. —salté de la silla sin creerme lo que acababa de escuchar, pero solo fue a abrir la puerta. Hoseok entró lleno de energía.
- ¡Yaeji! —me dio un abrazo y dejó la mochila en la mesa— ¿Te quedas aquí mientras estudiamos?
- Puedes adelantar los deberes atrasados que tienes, te harán falta. —Yoongi sonreía relamiéndose por dentro por la apuesta recién hecha.
- Vas a ver... Voy a ganar.
- ¿De qué habla? —Hoseok nos miró.
- Una pequeña apuesta. —dijo Yoongi sentándose en la mesa— Tienes tus mochilas con los libros en la percha de la entrada.