Cap7 Anguilas

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Hola, no hay mas excusa que la falta de ideas :P solo actualizo esta historia porque es la que mas vistas tiene, igual mucho éxito no tiene porque nadie comenta, solo 2 o 3 personas se toman el trabajo T-T.

Por ellos va este cap.

El día pasaba, y Chimuelo comenzaba a tener hambre, Hipo descubrió, no sin algo de interés, que no sabia pescar ni armar trampas, así que se vio en el lugar de tener que traerle comida.

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Regreso a su casa, allí se puso a revisar el dibujo que había echo, no parecía el mejor dibujo pero... No podía evitar sentirse culpable por haberlo lastimado.

Entonces una idea brillo en su cabeza: El era un inventor y podía hacerle un alerón nuevo!

Sin demoras empezó con los planos.

Al corto rato ya estaba en la herrería forjando el metal, y otro rato después estaba ya cosiendo el cuero.

Al final que, un ruleman por aquí, un cinturón por aya, el nuevo alerón para Chimelo estaba "listo"; aunque solo era un prototipo: Aun debía probarlo.

Se fue a dormir, aunque,como ya amanecía, su descanso duro poco.

Cuando se levanto, tomo un gran cesto y lo lleno con toda clase de peces.

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Luego de una larga noche, regreso el humano culpable, es raro pero... Ya lo extrañaba, de alguna forma el dracomano le estaba empezando a tomar, si no cariño, costumbre.

Esta vez vino con una gran cesta que olía a los dioses, y cuando la abrió el dracomano descubrió por que: Estaba llena a rebosar de pescado.

Empezó a hablar ¿Por que lo hace tanto? Creo que decía que clases de peces había traído, sin responderle comenzó a comer; diablos que sabia bien.

De pronto un olor violento y asqueroso arruino el bocado que acababa de dar ¿Que diablos era eso?

-...Y una anguila ahumada- dijo Hipo.

Así que eso era, todos los dracomanos odiaban las anguilas, instantáneamente al verla, escamitas se alejo gruñendo.

-No, no, no -ese vikinguito levanto la anguila, si pensaba obligarlo a comerla, la tendría imposibl. ah, no, espera, la acaba de tirar lejos- aquí entre nos- dice- a mi tampoco me gusta la anguila.

El notar lejos la anguila, Chimuelo siguió comiendo feliz y, a decir verdad, muy velozmente, parado en cuarto patas como si fuera un lobo y dejando la cola estirada hacia atrás.

Tan ocupado estaba que casi no noto que cierto humano se le acercaba por atrás...

Yo: ¡Arrepiéntanse, hijoas del diablo! ¡Deberían bañarse en agua bendita por mal pensar así las cosas!

Otro: Tu no tienes nada que decir: También lo pensaste.

Yo: A zi zierto.

Por atrás... Y con un alerón artificial en las manos.

Hipo acerco los cinturones a la cola lo mas sigilosamente posible, e iba a abrocharla  cuando esta se movió hacia adelante, sobresaltado volteo a ver a Chimuelo, aliviándose al ver que el movimiento solo fue porque el dragoncito había metido toda la cabeza en el cesto, los peces casi se acababan.

Apurado se posiciono sentado a horcajadas sobre la negra cola y procedió a afirmarla, la cola se movía, pero el no se rendiría... ¡Ya estaba!

Escamitas dejo de comer y levanto la cabeza, dejando caer el salmón que tenia en la boca; movió un poco la cola, solo un poco, sintiendo le cambio, y al notar lo que era bajo los hombros de la sorpresa. Después sonrió.

-Bueno, no quedo tan mal- comento Hipo con una sonrisa, la cual no estaría ahí si viera que, a sus espaldas, unas enormes alas negras se desplegaban- digo, podría haber quedado peo-ooooohhaaaaaaaaahhh.

Con su alerón nuevo, Chimuelo se sintió con suficiente confianza para remontar vuelo, sin contar con el pequeño vikingo que, asustado, se aferraba a su cola;  entonces comenzó a perder altura, si no desplegaba ambos alerones, se estrellarían, pero no podía abrir el nuevo.

Todo dependía de Hipo, y este no lo defraudo, con fuerza tiro de su invención, logrando despegarla y así estabilizar el vuelo, lo estaban por lograr, estaban por salir de esa depresión del terreno pero...

Justo en ese momento, Chimuelo decidió que ya no necesitaba al humano y, de un movimiento de cola calculado lo lanzo al lago, logrando así que el alerón se cerrara otra vez y lanzandolo a el también al agua.

-¡Si!- gritaba Hipo- ¡Hiuju! ¡Lo logramos!

-Estuvimos lejos de lograrlo- susurro mas para si mismo escamitas negras, peor hipo no se desanimo para nada, el seguiría probando hasta reparar su error.

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-El Cremallerus espantosus- recito Bocon-  una cabeza escupe gas, la otra lo enciende- a cada uno le había sido entregado un balde con agua- su trabajo es saber cual es cual.

Al abrir las puertas de la jaula, una densa niebla de humo salio de esta, aislándolos unos de otros, pero quedando en grupos de dos.

Hipo quedo con Patapez.

-Dientes afilados y cerrados que inyectan veneno para pre-digestión- susurraba este- prefiere emboscadas y tritura a sus victimas para- Hipo lo interrumpió.

-¡Quieres callarte!- Susurro gritando.

(mientras) 

-Si veo a ese dragón voy a...- susurraba Patan, el cual estaba junto a Brutacio- ¡AHI!-Grito de pronto, lanzandole el agua a na figura vaga con cuernos que se veía entre el humo, Brutacio lo imito pero...

-¡Que hacen idiotas!, ¡somos nosotras!- se quejo Brutilda.

-Pues les creció el trasero, creímos que eran un dragón- la molesto su hermano.

-No digo que sea algo malo- se apresuro a aclarar Patan, mirando a Astrid- una figura draconiana es algo- no acabo, Astrid le dio un puñetazo, mientras que Brutilda le lanzaba su balde a Brutacio.

De pronto este despareció siendo arrastrado de un pie, y soltando un grito, para luego reaparecer gritando- eso dolió ¡Dolió mucho!

(mientras) 

Hipo y Patapez oyeron el grito y, segundos después, vieron asomar, por el lado de Patapez, una de las cabezas.

-T-te tengo- dijo este, lanzandole en agua en toda la cara, a lo que la cabeza respondió vomitando un gas de color verde asqueroso- huy, esta no era.

La niebla casi se había dispersado.

Patapez salio corriendo y la cabeza fue tras el, como jugando; por al lado de Hipo, salio la otra cabeza, haciendo chispazos, estaba uno o dos metros por encima de la cabeza de Hipo.

-¡Eso es Hipo, la encontraste!- Exclamo Bocon, quien observaba la escena.

Hipo, levanto el balde y trato de mojar la cabeza del dragón, pero debido a su escasa fuerza, el agua solo llego a la mitad del camino.

-Ah, debes estar bromeando- susurro molesto.

Ambas cabezas estaban ahora sobre el, e iban a atacarlo pero.... Algo las detuvo, haciéndolas retroceder precipitadamente.

-Eso es!- Les dijo Hipo, avanzando y llevándolas hacia su jaula- eso es, retrocedan! -Levanto un poco su chaleco, dejando ver una anguila que cuelga de su cinturón de pecho- y piensen en lo que hicieron- termino, mientra tiraba la anguila dentro de la jaula y cerrando la puerta con fuerza.

Al darse vuelta vio a todos observándolo asombrados, incluso la anciana, aunque el no lo noto.

-Bueno, eso es todo? Porque tengo algunas cosas que... S-si. Haa hasta mañana!-y salio corriendo sin mas.

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Fin del cap.

Una vez mas perdon la demora.

Los quero momoninos.

El día que el dracomano callo del cielo {hipo x chimuelo} [Pendiente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora