Harry se encontraba en la ducha, cantando algunas canciones, mientras lavaba su cuerpo y cabello cuidadosamente. Su tono de voz era bastante bajo, apenas podía escucharse él mismo.
Cuando terminó tomó la toalla y mientras se secaba continuaba tarareando canciones en voz baja.
Sonrió débilmente al mirarse al espejo y darse cuenta que poco a poco iba mejorando su aspecto. Hoy vería a su esposo, después de tanto tiempo, debido a que era su aniversario número 9.
"Harry, se nos hará tarde" - dijo Niall, su mejor amigo, del otro lado de la puerta.
"Un segundo" - contestó Harry, terminando de secarse para envolver la toalla alrededor de su cadera.
Salió del baño y observó el bellísimo traje que estaba cuidadosamente apoyado en su cama. Niall lo miró y le sonrió:
"Te ves bien" - dijo tranquilo.
"Gracias" - contestó Harry, sonriendo levemente.
Se sentó en la cama y suspiró. Pasó sus manos por su cabello y sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Niall apoyó su mano sobre el hombro de Harry:
"Tranquilo, todo esta bien. Respira profundo y vístete" - dijo el rubio con total seguridad.
"Lo sé, estaré bien" - respondió Harry algo dudoso.
Niall se levantó y abandonó la habitación. Harry miró el traje y sonrió de lado, lo tomó con cuidado y se vistió. Entre canciones y pequeñas lágrimas, Harry besó el retrato de su esposo y ya listo, abandonó la habitación. Se encontró con Niall en la cocina, quien esperaba tomando agua y revisando su teléfono, Harry hizo señas de que ya podían irse y Niall comprendió.
Abandonaron la casa para ir hacia una floristería dónde conocían a Harry bastante bien, ya que éste la visitaba la misma fecha desde hace ya mas de 15 años.
***
Allí había comprado la primer flor que le dio a su esposo, en celebración de su primer año de amistad. Ansioso y feliz, Harry compró una orquídea. Envuelta cuidadosamente, con un moño rodeándola y una tarjeta pequeña que decía: "Gracias por tu amistad, te quiero mucho. H xx." Estaría de más aclarar que Harry se sentía algo atraído a este chico de ojos azulados y baja estatura.
También compró 3 rosas, en el tercer aniversario de amistad. Estaban envueltas cómo lo habia hecho la primera vez, y en la tarjeta escrito delicadamente un: "¿Me acompañarías a comer? Puede ser una cita."
Un año mas tarde pasó por ahí nuevamente a comprar un ramo con 4 rosas, una por cada año de amistad, tres rojas y una blanca. Esa noche salieron a cenar, y cuando acabaron Harry sugirió ver películas en su casa, a lo que Louis accedió. Al llegar se encontró con una habitación iluminada por la luz de las velas. Sobre la cama un bonito cartel que ponía: "¿Quieres ser mi novio?" Louis dijo que sí, saltando y sonriendo, abrazó a Harry y lo besó.
Harry siguió yendo cada aniversario a comprar flores. En el aniversario número 4 de su noviazgo, compró una orquídea y pidió que la envolvieran tal como lo habían hecho la primera vez que compró una flor ahí.
Luego de volver de una divertida cena de aniversario, H sugirió ver películas en su casa, y L rió, recordando la noche donde le pidió que fuera su novio.
Al llegar, no había luz de velas ni pétalos de flores.
Se recostaron en la cama y Harry reprodujo un vídeo con fotos de ellos, Louis lo miró sonriente mientras se acurrucaba en su pecho. Tres minutos después, H se excusó para ir al baño, dejando a Louis solo en la cama.
El vídeo terminó y Louis se levantó para guardarlo. Al voltear vio a Harry parado ahí, observándolo:
"¿Te gusta lo que ves?" - preguntó L sonriendo.
"De hecho, si. Podría mirarte toda la vida." - contestó Harry sonriendo. Se acercó para abrazar a Louis, el mas pequeño correspondió.
Harry se separó, quedando frente a Louis. Sonrió y besó la frente de su novio, se acercó a tomar la orquídea y Louis hizo un puchero.
Harry se la entregó:
"Es como la primera que me diste" - dijo estudiandola detalladamente. - "Gracias Harry" - dijo mirándolo a los ojos.
"Gracias a ti, por ser parte de mi vida cada día" - respindió.
"Ésta no tiene tarjeta, ¿se les acabaron?' - preguntó haciendo reír al mayor.
"No, debo tenerla yo." - agregó buscando en sus bolsillos. - "Aquí está." - dijo sonriendo. Acto seguido se arrodilló frente a su novio, éste dejó caer la delicada flor para llevar sus manos hacia su boca que formaba una gran 'O' expresando sorpresa. - "¿Te casarías conmigo, Louis?" - dijo sacando el anillo de su bolsillo.
Louis seguía sorprendido, entre lágrimas y una gran sonrisa respondió que sí, estirando su mano para que su ahora prometido colocara el anillo. Harry se puso de pie y se abrazaron tan fuerte como pudieron, se besaron y pasaron la noche hablando sobre la boda y la luna de miel. Preparando un gran futuro.
***
Allí se encontraba, luego te tantos aaniversarios, comprando un ramo de rosas blancas con una orquídea en medio para celebrar su décimo año de casados. Envueltas de la misma manera, la vendedora le entregó a Harry las flores y una tarjeta pequeña, en la que escribió: "Estarás por siempre en mi corazón, te amo por siempre. H"
Pegó la tarjeta y con algunas lágrimas se dirigió hacia el auto de Niall, éste observó el ramo y sonrió:
"Es como la primera que le diste" - comentó refiriéndose a la orquídea en el medio.
"Lo sé" - dijo Harry algo triste.
El viaje fue silencioso, Niall se dispuso a manejar y Harry solo miraba las flores, perdido en sus pensamientos.
"Llegamos" - dijo Niall, bajando del auto. Harry suspiró e hizo lo mismo. Pasaron el gran portón de hierro, luego de caminar un poco, llegaron a lo que era la tumba de su difunto esposo.
Harry depositó las flores sobre ésta y se limpió las lágrimas. Niall observaba algo alejado, quizás derramando algunas lágrimas también.
El rizado sacó una hoja doblada de su bolsillo, la desdobló y respiro hondo para empezar a leer.
"Hoy, hace 17 años, nos conocimos en el parque cuando derramé mi helado sobre tu camiseta.
Hoy. hace 17 años, vi por primera vez tus ojos azules y supe que eras especial.
Hoy, hace 13 años, te pedí que fueras mi esposo.
Recuerdo todo como si hubiese sido ayer. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué la vida te llevo tan rápido?
Es increíble como pasó el tiempo y lo mucho que te extraño, no sabes cuánto te hecho de menos.
Espero que estés donde estés. seas feliz. Que estés haciendo lo que mas amas y que aún me ames.
Te amo Lou, jamás dejaré de hacerlo. Te amaré hasta que muera, y quizás nos encontremos, será una cita."
Guardó la nota en su bolsillo y acomodando las flores se arrodilló ante su esposo, llorando desconsoladamente. Con sus ojos hinchados y sus labios rojos, Harry se puso de pie y tocando la tumba en forma de despedida, comenzó a caminar hacia la salida del cementerio que ya conocía de memoria. Triste y lleno de ira porque su esposo no estaba, porque se lo habían llevado.
Pero el sabía que lo vería algún día, tenían una cita pendiente.
