Despide un olor fresco, dulce, lleno de amor.
Con tu esmalte cubres cada escama de mi ser.
Con tu presencia me deslumbras día con día.
Creas una bella sonrisa sin deprisa. Lo haces sin mirar a quien, lo haces amándome otra vez.
Descongelas esta piedra preciosa, digna de un diamante que es mi corazón, tan duro y puro como él, tan bello y frío, eso es lo que es.
Manejas mi lugar y llenas de fe cada poro de mis lágrimas.
Todo se vuelve caloría cuando me siento en tí. Cada segundo es bello gracias a tí. Mi dulce alegría, dime... ¿Porqué es tan difícil encontrarte? ¿porqué es que estás aquí y no te vemos?
¡Vaya! ¡vaya!
Con que aquí has estado, en frente de mi, tan cerca para verte pero lo suficiente para no hacerlo.
Te he encontrado y eso es nuevo. Me he vestido de ti y eso es grato.
Alimentame nuevamente de tu miel y quédate sin más.
Adoraré tu presencia y cuidaré tu delicadeza amada alegría.