Eric giró y se puso boca arriba, cogiéndome de la cintura:
- ¿Y qué pensabas?
- Nada importante- Contesté indiferente. Él, que tenía la camiseta remangada, se la quitó de manera muy seductora y no pude evitar observar cada uno de sus excitantes gestos. Me agarró de la espalda haciendo presión hacia abajo, aproximando nuestras caras.
- Dímelo.
- No.
- Quiero saberlo.
- Pues no te lo voy a decir- Me salió una gran sonrisa al ver su cara de enfado. Apoyó sus manos en cada una de mis piernas, que estaban una a cada lado de su cuerpo.
- ¿Qué te juegas a qué me lo acabarás diciendo?
- No podrás- Dije mientras pasaba mis dedos por su perfecto y tonificado torso.
- Eso ya lo veremos- Acabó con el espacio que nos separaba y juntó nuestros labios de manera salvaje, un beso realmente apasionado, nos hizo girar y se quedó encima mio mientras yo quedaba tumbada. Agarró mis brazos por encima de mi cabeza y me miró fijamente:
- ¿Piensas decírmelo?- Yo negué con la cabeza.
Punto de Vista de Eric
Después de preguntarle eso y yo no hacer nada, intentó hacer fuerza para soltarse pero no consiguió nada.
- No Júlia. Ya verás como la próxima vez me lo dices- Me acerqué a su cuello ya que ella se volvía loca con eso y empecé a depositar besos cortos en él, por toda esa zona. Cuando ella comenzó a respirar más fuerte ya empecé a pasar mi lengua por su cuello y Júlia, como respuesta, no podía parar de moverse. Se estaba volviendo completamente loca.
- Quiero hacerte un chupetón- Dije sin pensarlo demasiado, mi voz salió realmente diferente a como sonaba normalmente, estaba fascinado viendo como estaba sólo por mis besos. Abrió los ojos para mirarme. Estaba perdiendo la parte racional de mi ser.
- Hazlo- Sólo con esa palabra Júlia consiguió encenderme tanto... Me esperaba un no de su boca. Empecé a succionar su piel y solté sus brazos, sabiendo que ella no me apartaría. Al contrario, me agarró fuerte de la espalda. Seguí con mi tarea, pero sin apretar demasiado. Cuando ya noté que estaba marcada, me separé lo suficiente para ver la marca y deposité unos besos húmedos en ella.
- Eric...- Dijo con una voz irreconocible.- Quiero tocarte, ¿Puedo?- ¿En serio que me estaba preguntando eso?
- Dios mío Júlia, pues claro que puedes- Empezó a pasar sus manos por mis brazos, y después pasó a mi torso, repasando cada detalle. Finalmente subió por mi cuello hasta que paró.
- Quiero marcarte, así todo el mundo sabrá que eres mío y ninguna rubia se te acercará, sólo me puedo acercar y tocarte yo.- De nuevo, tenía los ojos oscuros, muy oscuros. Asentí como respuesta. No estaba seguro que pudiera salir mi voz.
Ella empezó a apretar fuertemente mi piel, incluso me hacía daño, estuvo succionando por un tiempo hasta que se cansó de hacerlo. Luego pasó sus dedos por la marca y me dio un par de besos en ella.
- La marca te hace mucho más sexy de lo que eres- Me aseguró. Repasó con sus dedos cada detalle de mi cara hasta que llegó a mis labios y se quedó mirándolos fijamente. Demasiado para ser real, de este mundo.
- Ya se en lo que pensabas antes. Lo mucho que te gustan mis labios, ¿Verdad?- Dije muy lentamente, para hacerle acabar de despertar esa chispa que tenía dentro. Y vaya que sí lo conseguí...
Me cogió ansiosamente del cuello y me tiró hacia ella. Me besó como nunca antes lo había hecho: me agarró fuertemente del pelo para que no se me ocurriera separarme, aunque tenía claro que no lo iba a hacer, y pidió paso a mi boca pasando su lengua por mi labio inferior. Obviamente, cedí y "le dejé paso". Cuando ya no podíamos aguantar más, nos alejamos lo suficiente, nuestras bocas a escasos milímetros.
- Tengo muchísimo calor- O Dios mío, lo dijo lento y seductoramente, sus labios rozando los míos a cada palabra que pronunciaba.
- Pues quítate la camiseta- Acerqué mis manos a su cuerpo para quitársela pero Júlia no me dejó, me dio un golpe en la mano para que retrocediera. Me echó a un lado y se levantó de la cama, empezó a quitársela muy despacio haciéndome estallar, ya no podía pensar con claridad. Fui a pasar mis manos por su espalda para acercarla pero me dio otro golpe. No, por favor, no. Necesitaba tocarle, sentirle, acercarle a mí.
- Dios Júlia, necesito tocarte, no me hagas esto- Ella negó con la cabeza sonriéndome juguetonamente. Volví a hacer otro intento pero ella se alejó. Lo único que podía hacer era morirme de las ganas mientras contemplaba su perfecto cuerpo que quedaba descubierto. Observando cada movimiento que hacía.
No me estaba dando cuenta que mordía mi labio hasta que me lo dijo ella:
- No te muerdas el labio, de eso me ocupo yo después- Ya está. Mi paciencia terminó. Me levanté y de un fuerte impulso, acabamos los dos contra la pared, ella me miró sorprendida, ese movimiento lo hice muy deprisa, sus ojos aún tenían ese color tan oscuro.
- Déjame tocarte- Prácticamente rogué. Ella negó sonriendo de lado, de modo que me dejaba más loco de lo que ya me tenía. Apreté más mi cuerpo al suyo si se podía y ella hizo un gemido al sentirme. Madre mía como me estaba dejando Júlia. Era el primer gemido que escuchaba por su parte, y puedo asegurar que no hay nada más excitante que eso.
- Mira lo que provocas en mí- Ella cerró los ojos. Se acercó a mi oído:
- Tócame- Sabía perfectamente lo que hacer y que decir para complacerme.
- ¿Por dónde?- Hice lo mismo que ella.
- Por donde tú quieras- Volvió a mi oído. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Mis manos pasaron de su cuello hasta su espalda baja, después la cogí del muslo indicándole que subiera y eso hizo. Nos llevé a la cama mientras nos besábamos. Ella quedó debajo.
- ¿En qué pensabas antes?- Dije sonriéndole.
- En lo bueno que estás y lo mucho que me atraes- Soltó de golpe para después besarme quitándome el aliento.
Continuará...
Es la primera vez que escribo algo más... Picante. Nunca he escrito así antes, no sé si está bien, si está mal, si es poco, si esperabais algo más... Pero estaba claro que algo tenía y tiene que pasar entre ellos. Comentad y votad (los votos me hacen muy feliz) que os parece. Gracias por leerla <3
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Vete, pero quiero que te quedes
Teen FictionQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...