Capítulo 1.

5 0 0
                                    


Hospital Carter Memorial, New York.

Era el 25 de diciembre, ya hacía dos años de mi relación con Victoria Fiore, una profesor del colegio Bishop Thomas K. Gorman.

Había tenido que trabajar toda la tarde la cual fue bastante ajetreada, mayoritariamente se trataban de hombres bebidos o personas que se habían peleado en medio de la celebración navideña, para mi no era ninguna novedad, normalmente me tocaban esos turnos complejos los cuales muy pocos querían realizar, el año pasado por ejemplo me tocó trabajar la noche de Navidad, no fue nada divertido y si bastante pesado.

Tomé mi smartphone y envié un mensaje de texto a mi pareja, seguramente y para variar, saldría más tarde de lo acordado. Después me dirigí a la sala de urgencias, ese día era un lugar terrible, aunque ya llevaba dos años de doctor titulado, seguía siendo complejo decidir la prioridad de los pacientes.

Me acerqué a uno de los pacientes, se trataba de un niño pequeño, se había cortado levemente la mano con el plástico de un juguete que le habían regalado ese día, por suerte el corte era limpio y no era profundo, solo superficial, bastaría con una tirita. De repente las puertas de urgencias fueron bruscamente abiertas por el conductor de una ambulancia, otros facultativos acompañaban al nuevo paciente.

Se trataba de una mujer, de unos veinte y pocos años con perdida masiva de sangre y traumatismo craneoencefálico, la paciente no se movía por lo que supuse que su columna también debía estar dañada, la camilla estaba completamente roja. Era todo un caos, solo escuchaba los gritos de mis compañeros ir y venir, deseaba poder ayudar pero aún no estaba preparado ni capacitado para participar en una complicada cirugía.

Lana, mi compañera en este trabajo y ex, se me acercó, su rostro era todo un misterio, supuse que estaría preocupada por la mujer que acababa de llegar. Sentí su brazo rodear mi hombro con demasiada fuerza, pero no me importó.

- Matt, necesitamos hablar... - me dijo con un tono que no me agradó.

- Ahora no, Lana, tengo trabajo – intenté excusarme alejándome un poco.

Miré mi celular y mi pareja no había respondido a mi mensaje, ni siquiera había sido leído, decidí llamarla directamente y avisarle que me demoraría un poco más en salir. Extrañamente su móvil se encontraba fuera de cobertura o apagado, intenté llamarle otras dos veces pero siempre obtuve el mismo resultado, decidí pensar que ya había salido y estaría en dirección al restaurante donde habíamos acordado ir.

Cuando me giré, mi compañera seguía ahí parada, ya comenzaba a cansarme, no entendía por qué no empezaba a atender los pacientes que habían en la sala de urgencias. La ignoré y precedí con ese niño que me había llamado la atención. Hice pasar al niño que iba acompañado de sus padres en una pequeña consulta para poder atenderlo con mayor intimidad.

Confirmé mis sospechas, era solo una pequeña herida, en un par de semanas ya solo quedaría una leve marca de color rosa pálido.

- Eres un niño muy fuerte – le dije a modo de alago, era extraño ver tan tranquilo y sin llorar a un niño de solo cinco años.

Terminé de limpiar y envolver ese corte, le di un caramelo de fresa que tenía en mi bolsillo a modo de premio. Después acompañé al niño a la puerta de la consulta sus padres me dieron las gracias pero yo respondí que ese era mi deber y me alegraba que no fuese nada grave. Lana entró en la consulta cerrando la puerta tras de si.

- Debemos hablar – me insistió y noté que su voz era de preocupación.

- Ya te dije que estoy ocupado – le respondí lo mismo que antes.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 13, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Drops of MadnessWhere stories live. Discover now