Capítulo 2

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Un día, tres días, una semana, cuatro semanas, medio mes, dos meses, para Aiden cada día era más eterno que el anterior, pese al tiempo que tenía fingiendo ser Altair seguía siendo incapaz de engañar a su mente, había días en los cuales se sentía sumamente abrumado, en las pequeñas oportunidades que se le presentaron para escapar sus miedos le impidieron hacerlo, las amenazas que día a día debía sufrir lo hacían temer y alejar los pensamientos sobre huir. Aun si no era más que un miserable prisionero de su propia familia por lo menos lo alimentaban con buena comida y tenía un sitio donde dormir, pese a la pacifica vida que tuvo con su madre tuvieron días en los cuales no podían comer nada pues el dinero siempre fue algo que les hizo mucha falta.

Fuera del edificio de su padre Aiden debía hacer muchos esfuerzos, fingir y actuar como Altair siempre conseguía hacerlo sentir mal y culpable, el comportamiento tan ególatra de su gemelo era una forma de ser que contrastaba mucho con la de él, Ai...

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Fuera del edificio de su padre Aiden debía hacer muchos esfuerzos, fingir y actuar como Altair siempre conseguía hacerlo sentir mal y culpable, el comportamiento tan ególatra de su gemelo era una forma de ser que contrastaba mucho con la de él, Aiden desde niño siempre fue sumamente tranquilo y su madre lejos de intentar volverlo una copia de su hermano le enseño a ser una persona amable que intentara o herir los sentimientos de las demás personas sin motivos, básicamente Altair y Aiden se volvieron las caras de una misma moneda, pero aquello solo hacían sentir cada vez más patético a Aiden quien todo el tiempo se sentía mal por Aryeh que sin molestarse o reclamarle soportaba las groserías y demandas de quien creía era el verdadero Altair.

—¿Ya te has aprendido el dialogo de la siguiente producción?

Para Aiden de entre todas las actividades que debía realizar las más problemáticas de todas eran las situaciones sexuales en que Altair estaba metido, no solo realizaba películas con alto contenido erótico sino que encima le había abierto las piernas a todos los colaboradores de dichas películas, Aiden cada día a escondidas de Aryeh se acostaba con todas las personas que se lo proponían, cuando aquello se presentaba debía realizar un gran esfuerzo por seguir manteniendo su perfecta actuación y no quebrarse.

—No tiene caso que me lo aprenda si de igual forma lo olvidare —replico mientras lanza el guion dejando que las hojas se esparcieran por el césped del jardín donde se encontraban—. Para que me molesto si los idiotas del set con amabilidad me dirán cada una de mis líneas.

Aryeh finalmente soltó un suspiro de pesadez, le sorprendía que aun pudiera sentir algo por le chico frente a él, cualquier otra persona en su sano juicio lo hubiera dejado y se habría buscado un mejor partido—. Iré por algo a la cafetería, ¿Qué te traigo?

—Lo que sea mientras sea carne.

—Está bien.

—Está bien

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Marionette (YAOI R-18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora