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•Park JiMin se hace bolita en su lugar mientras siente unas molestias en su boca.
Odiaba que sus dientes no fueran ideales... Pero si tan solo hubiera sabido cuánto sometían los frenillos, nunca se los hubiese colocado en primer lugar.
-Mgh~-gime leve de dolor. Estaba
ya harto de esa sensación de sensibilidad en sus incisivos. Harto de la comida pasada por la juguera, o de esas horribles sopas.De repente, tuvo una fantástica idea. La mejor de su vida.
Giró por la cama y tomó su celular que yacía solitariamente en la mesita de noche, escribiendo un mensaje rápido a penas entró a 'Kakao Talk'.
Mandó un centenar de textos a su mayor favorito, el reconocido chico de Daegu; el de lengua tecnológica y... -algo que ya no recordaba- grande; nada más ni nada menos que el mismísimo Min YoonGi.
-"¿Qué?"
Recibió como respuesta luego de unos tantos minutos.Su hyung siempre tan tierno y endemoniadamente cariñoso de siempre.
¿Cómo no amar a esa criaturita llena de bondad y felicidad?
JiMin le respondió con la misma cara de enamorado que poseía cuando se trataba de aquel muchacho de pálida piel e hipnotizantes ojos.-"Mi boca duele y tengo mucha hambre :("
Fue su respuesta al anterior monosílabo de YoonGi.Pero por varios minutos no recibió algún mensaje de vuelta, y se rindió. De seguro el chico dormía; prefiriendo ignorarlo.
JiMin bufó. Levantándose de su cama para caminar por su silencioso departamento y así ir hasta la cocina.
No obstante, se desvío hasta el living, tirándose al sillón para seguir quejándose.Dolía, estaba sensible. ¿Acaso eso sentía una mujer en medio de la llegada de "Andrés"? Las compadecía enormemente.
«Mamá, perdona si alguna vez creí que exagerabas con esos estúpidos cólicos».