Salpicado en sangre

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[ENRIQUE]

Sam miraba a Namián con tanta admiración y nerviosismo que casi me dierieron ganas de vomitar. En verdad no entiendo por qué un hombre amaría a otro hombre... en una mujer se puede encontrar tanta belleza, pero para gustos no hay nada escrito.

—Creo que deberíamos dejarlos a solas —le susurro a Cyrel y ella asiente en silencio. Sé que ella se siente más incómoda que yo con este reencuentro y la entiendo perfectamente; ver a quién amas con otro duele.

Einee nos acompaña a disfrutar un poco de la fiesta, vamos a buscar algo para beber y salimos al patio trasero a observar el montón de idiotas borrachos saltando a la piscina, algunos con ropa y otros...¡Puaj!.

—¿Cómo está tu novia? —me pregunta Einee.

—Está bien, aunque ha sentido más dolor estos días, le queda poco por dar a luz... —digo y me quedo pensando en eso. Es extraño imaginar que dentro de poco seré papá. Obviamente haremos las pruebas de ADN, para que mis padres se queden tranquilos, pero presiento desde el fondo de mi corazón que ese bebé es mío.

—Eres la primera persona que conozco que será papá tan joven. —dice Einee— Espero que no me pase... No quise decir que es malo, sólo que no me gustaría.

—Hey! Llegaron las hamburguesas —dice un chico y saluda a Cyrel. Ella nos presenta y supuse que era el dueño de la casa— Ya saben, hay hamburguesas para todos en la cocina. —dice y se va a entregar la noticia a los demás.

—Que extraño, hamburguesas en una fiesta —digo— ¿Vamos a comer?

—Te sigo, me rugen las tripas —dice Cyrel y entramos a la casa.

— Comí antes de venir, no esperaba que hubiera comida, pero igual voy a comer, porque es comida gratis —dice sacando una hamburguesa del montón— Y porque me fascinan...

Nos acomodamos en unos cojines, disfrutamos de la comida y bebimos de todo lo que nos ofrecieron (siempre y cuando lo sirvieran frente a nuestros ojos). Luego noté que Cyrel estaba preocupada y triste, obviamente todo por Sam.

—Oye, tranquila, Sam estará bien...

—Me da miedo que Namián se comporte como un idiota otra vez y... Tampoco soporto pensar que están juntos en algún lado, no creo que él sea lo mejor para Sam. — dice y toma un largo trago de su vaso. Entiendo cómo se siente, esa incertidumbre me es familiar. Antes solía molestarme cuando Cyrel pasaba tiempo con Sam y temía que ella me dejara por él. Al final las cosas dieron un vuelco inesperado y de todas formas yo estaba destinado a perderla.

—Creo que has perdido mucho tiempo, tal vez lo tuyo con Sam podía haber funcionado, según yo ninguno de los dos puso de su parte en el momento adecuado —dice Einee y le da una mordida a su hamburguesa.

No puedo creer que le hable con esa naturalidad de un tema tan sensible para Cyrel. Me doy cuenta de que la estoy mirando enojado porque Einee se percata y abre los ojos como platos.

— Perdón, perdón. No quise sonar insensible, pero no logro entenderlos. Jamás se ponen de acuerdo en sus sentimientos y eso les jugó en contra...

—Si, quizás tienes un poquito de razón —dice Cyrel apoyando su cabeza en el hombro de su amiga— Al parcer Cupido ha estado jugando con nosotros.

—Sam me dijo que no has querido ir con él a Wifliflifli, estaba un poco triste... Quizás más qué triste, estaba molesto, no entiende qué te pasa, sobre todo porque te vio con tu nuevo mejor amigo—hace un movimiento de cabeza para señalarme— y con Tiare, EN WIFLIFLIFLI.

No me dejes por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora