Me arregle para ir a la iglesia como lo hacía normalmente, me dejé el cabello suelto y me puse mis tenis favoritos.
Mis papás se alegraron de verme bajando la escalera justo a tiempo, pues el día anterior estaban muy preocupados por mi, hoy ya no tanto.Saldría adelante por ellos si no me quedaba nada más en la vida. Lucharía por mis sueños y aún si no los logrará daría un paso atrás y me pondría a recapacitar los buenos padres que tenía, y que con ellos podría llegar hasta el fin del mundo, siempre con su apoyo y con sus bendiciones.
Los amaba, y con ese amor me bastaba.Llegamos a la iglesia, y por fortuna nos Nerron no habían llegado, todavía.
Toda la misa estaba bien, me sentía en paz y descansada, todo lo que traía lo había puesto en pausa, y había pedido a Dios que me ayudara a superar todas las pruebas que me ponía.
Todo estaba bien, hasta que entre la gente ví un par de ojos azules, me miraban fijamente.
Charly y su familia iban entrando por el pasillo, y él se había desviado un poco para comprobar que realmente era yo.
Cerré los ojos y elevé mi canto.Todo estaría bien, lo superaría, aunque mis absurdos presentimientos me guiaran a otra cosa.
La misa se terminó y todo parecía estar bien, mi papá había dicho que ese día no nos queríamos a conversar con la gente, que lo más conveniente era que nos marchamos en cuanto terminará la misa.
Y todo transcurría así, hasta que un ex cliente de papá lo paró y empezó a presentar a toda su familia.
Mamá notó mi expresión de angustia, pues quería salir corriendo de ahí e irme a casa antes de verlo.--Cariño, si no te sientes bien puedes irte al auto. Me iría contigo, pero sabes que es de mala educación dejar a tu papá aquí solo-- susurro escondiendo lo que había dicho con una sonrisa.
--No te preocupes mamá, yo me voy sola, no sucederá nada.Mama sonrió, y entré la plática le pidió las llaves del auto a papá.
Yo me disculpé con la falsa excusa de que me dolía la cabeza, y que me sentía mareada.
Me despedí de los clientes de papá y salí de ahí lo más rápido que podía, sin hacerme a notar, ni dar a entender que huía, solo con el paso apresurado.
Logré llegar hasta dónde estaba el auto, pero no logré abrirlo, me quedé con las llaves en la mano, solo hacía falta apretar un botón, pero no pude hacerlo.
En el vidrio del chófer se reflejaba una figura de un chico del cuál todos pensaban que era muy guapo, y que era la mejor persona del mundo, y que sus ojos eran de otro planeta; yo también lo pensaba... No dejaba de pensarlo a pesar de todo lo que había sucedido.--Jade... ¿Puedo hablar contigo?.
No me giré, le contesté con los ojos fijos en el pavimento.
No quería verlo...--Tú no tienes nada de que hablar conmigo, y yo tampoco.
Todo quedó claro, no necesitas darme excusas. Lo entiendo. Lo entiendo todo.
No digas nada más por favor...
--No es lo que tú piensas. Valentina me robó el beso, yo no quería besarla. Jade...
Yo solo quiero estar contigo.
Por favor perdóname, yo no quería lastimarte...
Te quiero Jade.Me giré rápidamente, haciendo que él se sobresaltara.
Y las malditas lágrimas ya habían empezado a salir.
Estúpidas, al igual que el sentimiento de sus palabras llegando a mi alma.
Sonaba tan dulce, como si no fuera un falso.--Aparte de idiota eres un cobarde y mentiroso. ¡Acéptalo Charly!
Ella es mejor que yo.
Ella es perfecta para ti en todos los sentidos.
No tienes porqué buscarme, yo no significo nada para ti, solo era un juego. Un maldito juego que ganaste.
¡Felicidades!.Aplaudí irónicamente
Charly se pasó las manos por la cara y el cabello, y gritó desesperado.
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¿Y si te digo que me enamoré de ti?
Teen FictionTal vez ese día no debimos habernos besado, tal vez nunca debimos de sentir esto, aunque fuese el beso más maravilloso nos trajo tantos problemas, pero, no puedes cambiar lo que ya pasó, aquél día demostramos lo que callamos durante bastante tiempo...