Especial Parte 2.
Pasado un tiempo, los párpados de Bakugou luchaban por mantenerse abiertos y no caer rendidos ante el agotamiento que le había causado el mero hecho de llorar.
Pensaba en disculparse con ese gran idiota que lo seguía tranquilizado con el contacto de su mano en su espalda y sus brazos alrededor de su cuerpo, pero... No quería detenerlo, tampoco tener que explicar nada, aunque sentía que debía hacerlo para evitar futuros problemas.
Fue justo al tomar esa decisión que lentamente fue perdiendo el conocimiento para quedar dormido en el hombro de Kirishima, quien trató de tumbar al joven Katsuki en su cama para que descansara mejor.
Él mismo tomó asiento en una silla del escritorio ajeno para pasar la noche, no quería dejarlo solo en aquel momento pero no le parecía correcto quedarse en su cama.
Apenas unas horas después, un suave mecer de su cuerpo lo despertó, Bakugou era el causante de ello.
Le pidió, fingiendo desgana, salir a tomar el aire, a lo que Kirishima accedió aún con los ojos entre abiertos.
La noche lucía espléndida para pasear, no hacía demasiado frío y las estrellas brillaban en todo su esplendor, reflejando la luz suficiente como para no chocarse contra los bancos como le había pasado a Kirishima alguna que otra vez en sus entrenamientos nocturnos.
Ambos jóvenes pensaban en la tremenda ayuda que recibían siempre del otro, en el gran apoyo que eran... Pero ¿Y si también había algo más? Por momentos habían dudado de ello, pero al ver mal al otro les sentaba como una daga penetrando en sus entrañas. Quizás, y sólo quizás, fuera hora de aceptarlo.
—Sabes que eres un imbécil. ¿Verdad?
—Auch. —Puede que fuera imaginación suya, pero Kirishima pensó escuchar una leve risa procedente del rubio.
—Me refiero, lo eres siempre, pero hoy... Supongo que también lo fui yo.
El chico se había frenado unos pasos por delante de Eijirou, dándole la espalda para que le fuera más fácil hablar.
—Blast-Katsu-Bakugou. —Logró corregirse mientras se acercaba a él. —Si tú eres un idiota... La persona que se comió la tarta todavía lo es más.
—¡¿Quieres parar con lo de la tarta?! Si quieres más te la doy cualquier día, hombre. Ni siquiera necesitas preguntarlo, joder.
—Blasty... —Susurró en su oído entonces. —¿Puedo cambiar mi tarta por algo más? —La cara de extrañeza de Katsuki fue la única respuesta que obtuvo, por lo que optó por continuar hablando. —Sí, bueno, me refiero a... ¿Crees que podríamos hacerla juntos?
Bakugou apartó el rostro de Kirishima con la mano para volver a reanudar la marcha negándole la visión de su pálida tez a la luz de la luna.
—Si quisiera que se rompieran los cubiertos, se incendiara el horno, se activara el detector de humos y todo para que, aún por encima, ni empecemos a cocinar... Te llamaría.
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Kiribaku || ONE-SHOTS || .
Fanfiction⚫Fanfics Bakushima/Kiribaku. Los personajes no me pertenecen.