Oportunidades - Wigetta

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-Hombre Vegetta- Exclamé sonriendo, aun que la cámara no estaba encendida.

-¿Que tal esta mi Willy?- contestó, sólo podía oír su voz aguda y cautivante, la que me alegraba todas las mañanas y noches.

-Bien Vegetita- dije sonriendo.

Ya llevaba unos meses, cada vez que Samuel me hablaba se me erizaba la piel, una sonrisa instantánea en mi rostro y una risa tonta, todo eso se causaba al escuchar la voz de Samuel.

Si, estoy enamorado, de un hombre, nadie lo sabe, pero igualmente no quiero perder la oportunidad.

Cada vez que Vegetta habla de alguna chica o alguien que alguna vez le había llamado la atención me sentía decaído, sé que nunca se fijará en mi.

-¡Que me matan tío! ¡Willy!- gritaba y yo reía mientras veía que se enfrentaba a medio mundo en los juegos del hambre.-¡Me han matado! ¡Que me han matado!- exclamó y golpeó la mesa.

-Vegetta ya que sólo es un juego- dije al escuchar que murmuraba cosas en arameo antiguo.

-Sólo un juego dice..- dijo y yo reí en voz baja.

Al rato terminamos de jugar y nos pusimos a hablar con la cámara de skype encendida.

-Willy, ¿te apetece ir por un helado?- dijo y sonrió a la cámara. Me quedé mudo, no sabía que decir, tartamudeaba cosas pero ninguna palabra era formulada.

-Ho-hombre Vegetta, Claro- dije y me puse a sudar instantáneamente, sentía mis mejillas arder.

-Vale, pues voy saliendo a ese local que hay cerca de mi casa de helados, te espero ahí- dijo y sonrió. Movió su mano a modo de despedida y cortó la llamada. 

Me quedé mirando con una sonrisa idiota la pantalla apagada de mi ordenador.

¿De qué hablaremos? ¿Le digo lo que siento? Aunque si le digo nuestra amistad puede irse a la mierda, ¿Y si me la juego?

Ya de tanto pensar me acordé de que Samuel ya iba en camino al lugar, me puse mis zapatos y un abrigo y salí de casa a una velocidad no detectable, iba tan rápido que la gente me miraba como si estuviera en una emergencia, o algo así.

Ya de tanto correr había llegado al lugar. Vi una mesa con dos sillas en la que en una estaba sentado Samuel, con su típica camisa blanca y pantalones oscuros, tal como cuando estábamos hablando en skype.

Me senté al frente de él sin siquiera saludar y me miró sorprendido.

-Hombre Willy- dijo y sonrió de una forma tan.. sexy

Estábamos sentados al lado de la ventana del local, y mientras esperábamos nuestros helados mirábamos a través de esta, los autos pasar y la gente caminar.

-Pues, ¿Qué es de tu día?- le pregunté animado y él sonrió.

-Pues..- dijo y suspiró tranquilamente- Adivina quién tiene novia- dijo sonriendo, pero mi sonrisa se borró completamente de mi cara.

-¿Que?- pregunté con las mínimas ganas y la voz quebrantada, sentía que las lagrimas iban a inundarme, que iba a ahogarme en estas, morir de la tristeza que sentía en este momento.

-¡Si! Con Gloria, volvimos!- dijo como si fuera lo mejor del mundo, volvió con su ex, que alegría me da. Mis ojos estaban vidriosos, eso ya lo sé, no podía emitir ningún sonido.

-¡Tú no entiendes! ¡NO! ¡¿Tanto tiempo juntos?! ¡¿No era que me conocías como si me hubieras parido?!- decía mi boca, no pensé dos veces antes de decir eso, la tristeza y el odio me tenían controlado, mis acciones no eran mías.

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⏰ Última actualización: May 29, 2014 ⏰

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