CATACUMB [Adaptación]

Capítulo 1

Al principio, la idea de un viaje en auto a través del país le había resultado difícil de digerir. Dormir en una tienda ya era suficientemente horrible, pero pensar en dejar su computadora, sus libros, sus momentos a solas, y durante dos semanas completas, le preocupaban casa hasta ocasionarle náuseas. Pero eso era el trato de Taehyung les había ofrecido cuando les escribió para contarles sus grandes noticias: iba a mostrarles Busan para vivir con su tío.

Es la oportunidad perfecta para pasar tiempo juntos, decía aquel e-mail.
Pueden ayudarme con la mudanza, nerds, y puede ser nuestra gran despedida antes de irnos a la universidad.

Jimin no podía oponerse a ese razonamiento, ni en cualquier excusa para no pasar tiempo con Jungkook. El había ido a visitar lo a Seúl unos meses atrás y habían hablado on-line casi todas las malditas semanas. Pero dos semanas lejos de sus padres y sin ninguna supervisión. . . No quería hacerse ilusiones, pero solo tal vez su relación al fin podría florecer, o al menos sobrevivir, si lograban pasar más tiempo juntos.

Taehyung lo llamo "El Gran Éxodo del Último Año". Y ahora, un día después de haber dejado a los horribles padres de Taehyung en Seúl, el viaje finalmente comenzaba a estar a la altura de ese hombre.

-Son increíbles- decía una y otra vez Taehyung, mientras miraba las fotos que Jungkook había tomado y que luego había guardado en su laptop -. Deberías echarles un vistazo, Jimin, de verdad.

-Se que fotografiar aspectos de la cultura Coreana en blanco y negro es un poco trillado, pero últimamente me he obsesionado con Diente Airbus y Angel Adams. Me enfoque en ellos para mi proyecto final en la escuela y el señor Jackson de verdad le encantó

Jimin se inclino entre los asientos para ver las fotos con Taehyung.

-Definitivamente valió la pena haber detenido tantas veces dijo... Las fotos eran totalmente increíbles. Paisajes abiertos y edificios abandonados; a través de los ojos de Jungkook se veían desolados, pero al mismo tiempo algo hermoso-. Entonces, ¿Jackson finalmente te puso un diez?

-Sip. Basta de jodidos nueves para mi- Jungkook sonrió satisfecho. Taehyung levantó la mano y el le choco los cinco sin quitar su mirada de aquella carretera-. De hecho, el señor Jackson creció en América. El fue quien me recomendo lugares para poder fotografiar.

Ya se habían detenido algunas, más bien muchas, veces para que Jungkook tomara las fotos, pero Jimin no le molestaba pasar más tiempo en la carretera. Podía viajar en ese auto con sus amigos por siempre, aunque sus turnos al volante se volvieran un poco aburridos.

- Se que es un trastorno hacer que nos alejemos tanto del camino, pero no tienes muchas prisa por llegar, ¿no, Taehyung?

- Ya te has disculpado como un millón de veces. No te preocupes. Si fuera molestia, te lo diría.

- Si - respondió Jungkook, riendo-. Estoy seguro de que lo harías.

Para ser honesto, Jimin tampoco tenía prisa por llegar.
Habían pasado nueve meses desde que el manicomio Brookline se había hecho cenizas frente a sus propio ojos. Apenas habían logrado escapar vivos, y sólo gracias a la ayuda de una chica llamada Jisoo, que había muerto intentando darles tiempo para que pudieran escapar de quienes los perseguian. La vida de Jisoo había sido corta y difícil, y había crecido en Busan, un dato que Jimin jamás había compartido con Jungkook ni con Taehyung, y ahora, justo cuando parecía que los fantasmas del pasado finalmente habían decidido dejarlo en paz, Jimin y sus amigos se dirigían a la ciudad más poblada y embrujada de Corea. Sentía como si estuvieran tentando a la suerte, cuando menos.

- ¿Estás bien ahí atrás? - preguntó Jungkook, mientras conducía tranquilamente por la autopista.

- Si, todo bien, Kook - respondió Jimin. No estaba seguro de que fuera verdad, pero antes de que Jungkook pudiera cuestionar su respuesta, sonó el celular de Taehyung con una canción de BIGBANG, tan fuerte que los hizo saltar a los tres.
Jimin sabía lo que eso significaba.