Era una tarde soleada en el pueblo, habia salido a caminar por que sentia que mis sentidos los necesitaban. Escuchaba las risas de los niños, los ladridos de los perros y sobre todo campana que siempre sonaba a las 3 en punto por la llegada de los barcos al puerto.
Camine por un rato mas pensando que era lo que movia a la gente, que era lo que motivava a las personas despertar todos los dias; si me preguntaran respondería por que es una necesidad basica del ser humano pero siempre era una respuesta vacia sin sentido ni chiste.
Suspire por eso, y entro a mi vista una hermosa chica con ropa colorida y un sombrero amarillo, sus largo cabello castaño caia en forma de cascada sobre su hombros, tenía unos ojos cafes claro como la miel, su piel era tan blanca que podria observar en su rostro un ligero color rojizo sobre sus mejillas con pequeños lunares y una sonrisa tan calida como el sol en conjunto de unos dientes blancos como las perlas.- Disculpa, te e estado buscando por todo el parque. Creo que esto te pertenece- dijo mientras sacaba un pequeño pañuelo de su bolsillo del pantalon.
-Gracias, no me habia dado cuenta. ¿como puedo pagarte?- respondi, ella solo sonrio mas y para mi sorpresa sostuvo mis manos sobre las suyas y dejaba sobre mi palma el pañuelo.
- Con devolverlo es mas que suficiente, por cierto es muy hermoso. ¿es bordado a mano verdad? Mi abuela solia tejer cuando era niña y le encantaba hacer de estos, decia que todo hombre deberia de llevar uno por si se presentaba una ocasion especial en que usarlo- contesto, no me habia dado cuenta de que nuestras manos todavía se tocaban, asi que lentamente las solté.
Recorde enseguida como habia conseguiré aquel pedaso de tela que significaba mucho para mi; mi padre me lo habia obsequiado en mi cumplamos número 18 puesto que mi abuelo se lo habia dado a mi padre cuando el cumplio esa misma edad, era la reliquia mas importante de mi familia puesto que mi tatara abuela lo habia tejido para su amadl hijo como regalo para que siempre lo tuviera y la recordara mientras el iba a pelear en la guerra, años después de no saber sobre su paradero, regreso con una sonrisa triunfante y el pañuelo en alto como símbolo de triunfo.
Desde ese dia el pañuelo se volvio mas que un pedazo de tela, se volvio en un lazo lleno de amor y sentimientos.-Sí , fue tejido a mano y se a dado por generaciones en mi familia. Por cierto que grosero de mi parte, me llamo Edward Lee
-Un gusto, me llamo Louis Vallery, tengo 22 años, me encantan los animales y odio las injusticias- respondio estrechando mi mano mientras hacia un ademán muy exagerado.
- Creo que es hora de partir, espero que nos volvamos a ver pronto Lee.
- Llamame edward y también me encantaria volver a verte- Sonreí, pude notar un que un matiz mas rojida inundaba sus mejillas y su sonrisa se volvio un poco tímida. Simplemente se dio la vuelta y se marcho dejando el olor a gardenias y margaritas.
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Change My Mind
RomanceEdward es un hombre que quiere encontrar el sentido de su vida, pero a veces buscamos tanto que no nos damos cuenta que la respuesta esta justo enfrente de nuestros ojos