En la habitación de hotel, Josh conversaba por teléfono con Oliver, acerca de sus impresiones durante los primeros ensayos, y sobre el rumbo con el cual debería proseguir.
—Josh, créeme que no es que tenga algo tu contra—Oliver comentó algo molesto—, pero solo eres uno de mi cartera de clientes y sin embargo ocupas el 60 por ciento de mi tiempo. Tengo un gorila del Congo entrenado como un DJ; él necesita representación también.
—Lo sé, y perdón, pero quería saber si...
—Luego hablamos, ahora estoy en una reunión muy importante.
—Bueno...está bien...
—Ciao Josh—Oliver dijo colgando su celular y retomando su importantísima reunión—, disculpen muchachos —mencionó en su teamspeak mientras manipulaba un personaje de un videojuego en su computadora—, ahora sí, ¡contra el jefe!
Y mientras Oliver proseguía con su trascendental tarea, Josh observó la ciudad desde la vista de su cuarto de hotel; ciertamente, no había tenido mucho tiempo de salir a disfrutar de una de las grandes metrópolis mundiales, pero es común en el medio tomarlo como simple cuestión de trabajo.
—Disculpa... —comentó la voz tímida de Mel murmurando mientras ella entró a la habitación de Josh.
—¿Qué sucede Mel?
—Sólo quería saber si vas a seguir requiriendo de mi trabajo, es que, no sé, quiero pasear un momento por la ciudad.
— ¿En serio? ¿Algo en particular? —Continuó Josh cuestionando sin dejar de ver al horizonte.
—No, simplemente caminar, ver si encuentro algún buen bar o restaurante y...no sé, caminar...¡Estamos en Nueva York después de todo! Tal vez para ti sea común viajar pero yo le voy a sacar un poco de provecho.
—Comprendo bien—Josh le respondió de inmediato—no, creo que mejor me voy a dormir o algo; que tengas buena noche Mel.
—Está bien—Mel dijo y tras de sí cerró la puerta.
Josh estaba a punto de vestirse para dormir, cuando recapitulo la situación: Mel iría a disfrutar la velada en la ciudad más cosmopolita del mundo, mientras que el simplemente deseaba ir del estudio al hotel y viceversa; algunos de los productores del staff de la cadena le habían invitado a alguna fiesta, pero él no tenía la voluntad de ir.
Y sin embargo, cuando Mel mencionó aquel plan escueto de pasear y caminar, Josh perdió el sueño, y, preguntado si sería muy tarde para alcanzarla, salió corriendo hacia la entrada del hotel.
— ¿Josh? —Mel se preguntó al ver a alguien bajando las escaleras con pasos pesados y con ruidos de impactos entre las paredes hasta que, en efecto, vio a su jefe acercarse a ella.
—Hola Mel—Josh saludó torpemente con una mancha muy marcada en el lado izquierdo de su rostro, en parte a un buen golpe con un turista alemán que iba ascendiendo por las escaleras.
— ¿Qué sucede? ¿Pasó algo, eh?
—No, nada, es que me preguntaba si...bueno —Josh comentó, dudando, con los ojos recorriendo de derecha a izquierda y de regreso con nerviosismo en su mirar.
— ¿Sí...?— Mel cuestionó con expectativa.
—Nada, pero es que resulta que no me siento tan somnoliento como creí y...tú vas a salir, yo quería salir, y me preguntaba si podía...acompañarte.
—Ah, pues...—Mel quedó un tanto sorprendida, y el tono y las gesticulaciones de Josh, recordando un poco al de un adolescente atontado por sus emociones hicieron que ella se sonrojara un poco. — ¡Claro! Ven conmigo...si quieres...
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Conozcan a Josh
HumorJosh Horwitz es un actor de poca monta que alguna vez fue la más grande estrella infantil de América, y ahora, gracias al nepotismo y conexiones, tendrá su oportunidad de volver a la cima...si no lo estropea de nuevo.