-Sácate las gafas- Pidió por tercera vez.
-Que no mamá- Contesté molesta- Tengo...conjuntivitis.
-Oh...¡podrías haberlo dicho antes!- Dijo alterada.
Rodé los ojos. El olor de la comida me daba asco. Me fui a sentar al patio, el aire fresco me hacía sentir mejor.
-¿Está...todo bien?- Preguntó Nayeon mirándome desde la puerta.
Negué con la cabeza. Me acomodé en el asiento de madera. Hacía un poco de frío, el cielo estaba despejado, tal vez más tarde llueva.
-¿Quieres hablar de ello?- Musitó suspirando.
Volví a negar con la cabeza.
-¡¡A comer!!- Gritó mi padre.
Pude haberme quedado ahí...cómoda, pero ya vendrían a molestar, así que me resigné y fui a la mesa.
-¿Estás bien?- Preguntó mi padre.
Negué con la cabeza.
-Estoy...un poco enferma- Contesté con una voz ronca- No tengo apetito.
Me miró severamente por unos segundos, y luego se resignó. Trataba de concentrarme en sus vanas conversaciones para distraerme un poco pero no podía. Había Gamjatang... A Lisa le hubieran encantado. Si fuera por ella...ese sería su almuerzo. Suspiré pesadamente. Apoyé uno de mis brazos en la mesa, y sostuve mi rostro en una mano.
¿Qué hubiera pasado si...nunca hubiera besado a ese idiota? Estaríamos por cumplir 4 meses, 4 increíbles meses. Si...ella no hubiera besado a esa estúpida de cabello gracioso...rodearíamos los 3 meses. Si...no me hubiera embarazado, si no hubiera sido tan idiota todo el tiempo, tal vez estaríamos juntas en este preciso instante. No en casa de mis padres era martes, martes de tacos. Le poníamos todo lo que se nos ocurría, era bastante divertido para ser sincera.
Mi celular vibraba. No quería contestarle, no quería hablar con él. Verifiqué que fuera él, mi corazón dejo de latir por un momento, podía haber sido el hospital. Gracias a Dios no, era sólo él.
-¡Jennie!- Dijo Nayeon.
-¿Mmm?- Musité levantando la cabeza.
-¿¡Quieres postre!?- Lo dijo irritada.
Negué con la cabeza. Faltaba demasiado para volver al hospital. Creo que acabaría como esta mañana, mil horas antes esperando como idiota a que sea hora.
Empecé a sentir mi respiración irregular, mi corazón latía demasiado rápido. Me estaba dando otro ataque de pánico. La única que podía calmarme era Lisa, pero ya no estaba aquí. Y la idea de que no vuelva a estar aquí...me pone así.
Me levanté torpemente y salí al patio. Cerré la puerta con las manos temblorosas. ¿¡Qué haré si...no despierta!? No puedo...no puedo con eso. No tendré el valor de verla en una caja de madera, con flores encima. Intentaba tomar aire, sentía que se me cerraba la garganta. No puede morir. Morir. No puede estar muerta. No podré soportarlo, no puedo manejar esto.
Mi mente ya imaginaba el escenario. La sábana encima de su rostro. No puedo...no puedo. Me senté en el asiento de hace un momento. Empecé a frotarme las piernas con las manos. No puede pasar eso. No puede estar pasando esto.
-Jennie...¡Jennie!- Exclamó Nayeon asustada.
Se sentó a mi lado. No sabía si tocarme o no. Creo que estaba haciendo demasiado ruido al intentar recuperar el aire. No quería preocuparla.
-¿Qué pasa? ¿¡Qué te está pasando!?- Sonaba desesperada.
Negué con la cabeza. No debe preocuparse, en algunos minutos se acabará.
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Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•
FanficJennie era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cada poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Lisa. A Lisa no le importaba nada, ya había decepcionado y lastimado a tanta...