一♡

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Kim JongIn y Kim JongDae son vecinos.
JongIn tiene ocho años y JongDae catorce.
El día de hoy Dae llevó al pequeño Innie a la feria que estaba a pocas cuadras de sus casas.






— 🐻 —

Con una mano JongIn tira de la manga de JongDae y con su dedo índice de la otra apunta hacía el osito de felpa que se encuentra en uno de los puestos de la feria.

—Quiero eso, hyung —el niño de apenas metro y diez de altura pide con un puchero en la cara y mirando hacia arriba mientras balancea de un lado a otro el brazo del mayor.

JongDae se agacha hasta quedar a la altura del pequeño.

—El osito —JongIn afirma—. Pero yo no soy muy bueno lanzando los aros, ¿sabes tú Nini?

—Sí, sí, yo sé —el niño salta de emoción al mismo tiempo que asiente.

JongDae se levanta y busca en su bolsillo el poco dinero que tiene y cuando confirma que sí le llega para que el pequeño JongIn juegue a lanzar los aros lo toma de la mano y caminan hasta el puesto que está a pocos pasos de ellos.

—6 aros por favor —pide una vez están frente al puesto.

Después de que el hombre se los diera, JongDae se los pasa a JongIn.

—Toma Nini.

Después de que el menor los cogiera, JongDae se pone detrás de él y cuando llega su turno de lanzar, el pequeño JongIn se pone en posición, como si lo siguiente que fuera a hacer era algo muy importante.

Lanza el primer aro pero no llega a encajar en el osito de felpa que quería. JongIn se queja pero en nada lanza el segundo aro, falla de nuevo; el tercero vuelve a fallar, ya llevaba la mitad de los aros pero no se acercaba ni un poquito al osito que quería

—Hyung esto es muy difícil —da unos pisoteos en el suelo mientras mira al mayor con ojos tristes.

JongDae vuelve a agacharse esta vez se queda de esa manera al lado del pequeño JongIn.

—Venga Nini, tú puedes, aún quedan tres aros, no te pongas triste —le da ánimos acariciando su cabeza y haciendo gestos con la mano.

JongIn lo vuelve a intentar una cuarta vez y otra quinta, ¡y bum! El quinto aro había caído en el osito. El pequeño empezó a saltar y dar palmadas mientras sonreía como si fuera el niño más feliz del mundo.

El hombre que se ocupaba del puesto les pasó el premio y felicitó a JongIn por conseguirlo.

—Todo tuyo —dijo dándole el osito de felpa al menor de los dos—. Aún os queda un aro, podéis intentar con algo más si queréis.

JongIn pensó durante un momento, luego miró a JongDae y estiró los brazos, dandole a entender a este que quería que lo cogiera en brazos. Después de auparlo JongIn le pide a su hyung que se acerque y de inmediato le pone el aro en la cabeza.

—¡Ahora eres mío hyung! —después de eso abraza fuerte a JongDae por el cuello y ríe.

—¿Entonces soy un premio? —Asiente repetidas veces.

—¡Te quiero mucho hyung! —JongIn se mueve para que JongDae lo baje—. ¿Puedes venir a jugar más veces conmigo a mi casa? —Más que preguntar, pide haciendo un puchero.

—Umh... solo si me regalas el osito.

JongIn mira a su peluche y luego a JongDae, no duda mucho en estirar sus brazos con el peluche entre sus manos.

—Toma, hyung.

El mayor de los dos acaricia la cabeza del menor para luego reír—. No hace falta Nini, era broma, quédate con el osito, iré a jugar contigo igualmente.

—No, no, no, quiero dártelo —insiste—. Mamá dice que cuando te gusta alguien tienes que expresarle tus sentimientos, y regalando algo que te gusta mucho a la persona que te gusta es una manera de hacerlo, así que toma hyung, ¡si no lo coges me pondré triste!

JongDae no duda dos veces en cogerlo.

—¡Has aceptado mis sentimientos hyung! ¡De mayor tienes que ser mi novio!

Y JongDae ríe por la actitud de JongIn, porque era un niño, uno demasiado listo y lindo.

Once años después, Kim JongIn y Kim JongDae son novios a pesar de los seis años que se llevan, después de todo, estos no serán nada cuando ambos tengan cuarenta o más.


[🐻]

no sé muy bien lo que escribí,
pero me gusta. ¿?

¡ahora eres mío, hyung! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora