❝ Aullando a la Luna ⌜ ᴅᴄ ⌟

XXXIII

BRUCE

El día había llegado, y notaba lo nervioso que se encontraba Harold al respecto. Había despertado temprano, lo sabía, pues a esa hora se encontraba escribiendo y anotando unos que otros detalles que la anterior patrulla. Además, tenía una cámara sensorial que le alertaba sus movimientos.

Llámenlo paranoico, pero no podía dejar que el linterna sufriera alguno de aquellos ataques que se dan después de tanto tiempo sin soltar a la bestia. Y el problema más grande radicaba en Alfred y Jason; debía de ser precavido.

El desayuno estuvo tenso, que esta vez fue Jason quien parloteaba más que el castaño. Le había dado un pequeño regalo, mientras terminaba los papeles donde se le daría a conocer que comenzaría a estudiar en la escuela privada de Gotham desde el siguiente año.

—Esta noche patrullaras junto a Batgirl.

—¿No estarás?

—Linterna y yo tenemos una misión que cumplir.

—¿La liga? —Asintió, y el menor asintió, llevando algo de tocino a su boca.

—Será la primera vez que me dejas hacerlo solo. Después de la prueba, claro.

—En ninguna de las dos estuviste solo. —Aclaró, terminando su desayuno. Y es que deseaba tener los ojos bien puestos sobre su nuevo compañero. Jason era listo, y era impredecible con todas las cosas que hacía, agregando las bromas y juegos. Dick había sido un confiado con su trabajo y Jason, lo veía como un juego. Le preocupaba.

Confiaba en que Barbara lo acompañase hasta que la patrulla acabase y volviera a la mansión, mientras qué ellos, realmente, trataban al lobo de Jordan.

—No creo estar listo.

—No te iras al espacio. Ya sabes lo que puede suceder si esto sigue así.

—¿Y su pierdo el control? Y... ¿Y sí te ataco? —Sonaba preocupado y asustado. Bruce bajo el aparato en el que había estado trabajando, girando para ver al de ojos marrones allí. La Batcave era un buen lugar para hablar. Alfred estaba de seguro haciendo sus labores y Jason estudiaba.

—Te dije que estaré allí. Y te contendré. —Le prometió, viéndolo a los ojos. Notó como tragaba saliva y tomaba una postura más relajante. Y claro, Bruce estaba imponiendo su jerarquía como líder, algo que estaba comenzando a usar cada que el linterna de alteraba –En esos últimos días–. Su lobo se regocijaba ante eso, mientras que él intentaba aplacarlo. —Lo mejor será que dejes el anillo aquí.

—¿Qué?

—¿Deseas que ocurra un imprevisto donde tu poder pueda desatar algo más? No somos animales, completamente, al convertirnos. Podemos tomar la forma como tal, pero también una más humana.

—¿Cómo en las películas?

—Sí. —Aunque sinceramente no había visto ninguna, eran casi una ofensa. Volvió la vista al artefacto —Solo prepárate. Y una cosa más, no te hidrates demasiado.

—¿Por qué?

—Sí llega a ocurrir algo, sí te encuentras deshidratado, me será más fácil mantenerte a raya.

—¡¿Por qué todo lo dices tan tarde?!