cartas a mi mejor amigo

Capítulo 1

¡Annie!, escuché llamar a mi amigo Lucas, - ¿por qué tan pensativa? – preguntó el, le tengo muchísima confianza a Lucas, es el tipo de amigo al que le digo lo que realmente está pasando, sé que el siempre va a intentar ayudarme a que me sienta mejor, sin importar que tan ilógico o descabellado suene algo. – Me preocupa mucho como cambió mi relación con Mateo.... No lo quiero perder es muy importante para mí... - le dije, Mateo es mi mejor amigo, no lo conozco desde hace tanto como conozco a Lucas, pues los conocí al cambiarme de colegio y Mateo ingresó un mes después que el resto de nosotros y no fue hasta eso que tuve el placer de conocerlo, no obstante, se conocían entre Lucas y Mateo desde mucho tiempo antes que yo ingresara en la institución. – Otra vez con eso Annie.... Ya te dije que Mateo es así normalmente- es verdad él me lo había dicho muchas veces, pero eso no hacía que mi angustia desapareciese. – él no era así conmigo antes, desearía poderle decir todo lo que pasa.... Quitarme la angustia de algún modo- Mateo venía inquietándome desde hace un par de semanas atrás, como antes mencioné es mi mejor amigo, pero estas últimas semanas estuvo actuando como si en verdad me odiara, me he preguntado varias veces ¿qué ocurre con él? E incluso se lo pregunté a el mismo y obtuve más de cinco veces la misma respuesta "no ocurre nada", cuando finalmente desperté de mi pensamiento por segunda vez en menos de treinta minutos noté que Lucas ya no estaba conmigo, miré hacia un lado y pude notar que este estaba caminando junto a Isaac, mi novio, probablemente hablando sobre videojuegos; Nosotros vivimos bastante cerca uno de otro pero estudiamos algo lejos de nuestras casas, mas o menos unos cuarenta y cinco minutos en la carretera, por lo tanto compartimos el recorrido escolar por la mañana pero no por la tarde porque en lugar de llegar a casa debo llegar a la oficina de mi madre, pero siempre acostumbro a ir a quemar algo de tiempo con mi amigo y mi novio. Me acerqué al transporte escolar y me subí a un lugar cercano a la puerta para poder bajar pronto cuando deba hacerlo. – Hola amor- se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla y un abrazo mientras se sentaba junto a mí, seguido de él, Lucas se acercó y se sentó justo en frente mío y de Isaac. - ¿pasó algo malo? Preguntó Isaac, pero antes de que pudiera siquiera abrir la boca Lucas dijo – Lo mismo que trae toda la semana...- sonando algo agotado del tema. – ¿Mateo sigue ignorándote? – preguntó y yo solo asentí con la cabeza. – no me gusta verte así, te propongo algo ¿por qué no le escribes cartas a Mateo? y si algún momento te sientes preparada como para enviárselas puedes decirnos a mí, a Lucas o cualquiera de los otros- la verdad no fue del todo una mala idea, necesito quitarme esto de encima y puedo escribirlas y enviarlas una a una o simplemente no hacerlo, después de todo tengo la ventaja de que estudiamos en una institución bastante chica y por lo tanto mi novio es amigo de mis amigos y los amigos de mi novio son exactamente los mismos amigos míos. – Amor es una idea brillante- le dije mientras me acercaba a besar sus labios. – Lo que sea por ver a mi chica alegre de nuevo- dijo correspondiendo al beso que le di, después me despedí de Lucas y de mi novio y me dirigí hacia mi recorrido, no podía parar de pensar en las cartas, todo lo que debía decirle a Mateo y decidí escribir la primera carta en el recorrido a la oficina de mi madre.

"Querido Mateo:

no estoy segura de que es exactamente lo que ocurrió entre nosotros dos, me duele que me trates como si no me conocieras, te necesito, estas últimas semanas han sido realmente duras sin tus chistes y sin tu presencia, algo cambió drásticamente en la forma en la que te relacionas conmigo, te extraño mas de lo que tienes idea, no he podido parar de pensar en todos los buenos ratos que viví contigo y me lleno de nostalgia al recordar todo eso. Espero estés de lo mejor, no olvides que te quiero mucho

Atte.: Annie "

Una vez terminé la carta guardé el papel con cuidado en mi mochila y me dispuse a dormir lo que restaba del camino hasta la oficina de mi madre