-Capítulo 30-

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La pesadilla esta vez no me ha afectado tanto como los primera vez, pero al mismo tiempo esta vez me hace sentir mal, Camila no esta conmigo para decirme que todo estará bien y que nada malo va a pasar.

Me levanto de la cama, son las 12:30 de la tarde, si que he dormido bastante, y que milagro que mi mamá no me haya despertado, me dirijo a los servicios, necesito lavarme la cara, al final decido darme una ducha.

El aguas está fría,  a pesar de que es verano hoy el día es gris y un poco frío, o será que sólo yo lo siento así, el agua relaja todos mis músculos, es cono si me estuviera purificando, me quedo de pie un buen rato bajo la lluvia  de agua que me está cayendo, pienso en Camila, no me ha escrito nada desde ayer, yo tampoco respondí a su último mensaje, no he sabido qué decirle, quisiera decirle que la amo pero, no sé cómo reaccionaria ella.

Pues mal, no te diría nada bueno y terminarás peor de lo que estás.

Mi consciente me dice esto ahora, cambia de opinion tan rápido, no sé qué hacer.

Seguir con tu vida por ejemplo.

Cómo hacerlo...

Salgo rápidamente de la ducha y me pongo unos shorts simples y un polo blanco, mi mamá no está en casa, es raro, ella va al mercado temprano, un momento, cuando los chicos vinieron ella ya no estaba, porque es imposible que haya salido sin que yo la vea, tampoco está mi hermano.

Tengo hambre, y aquí no hay nada que pueda comer, enserio tengo hambre, un jugo de fresa no me caería nada mal, decidido, cojo dinero y salgo con dirección al mercado.

Estoy caminando por la calle muy distraído, pensando en... Ya se sabe. Sólo hay una persona que siempre está dando la vuelta por mi cabeza. 

-¡Marco!

Volteo rápidamente y veo a mi prima Samanta viniendo detrás de mi.

-Sami.

-Pero que cara que traes, ¿Ha pasado algo?

Samanta es la prima con quien más confianza tengo, siempre nos contamos todo y esta vez no es la excepción. Le cuento las cosas a ella y solo escucha y escucha hasta que yo termino de hablar. 

-Wao, me sorprende lo que me cuentas, pero mira, eso pasó por una discusión fuerte, y pues bien bien que digamos ya no estaban,  fue un cúmulo de sus problemas, tranquilo,  una cosa te digo,  si lo de ustedes es real, pase lo que pase van a volver s estar juntos, y espero que así sea, de verdad, ya no estés triste si?

-Gracias Sami.

-No te preocupes. 

Mi prima se va a su casa, me invita a ir luego para escuchar música i simplemente estar allí conversando o algo.

Llegué al mercado.

Pido mi jugo de fresa y me siento a esperar, me doy cuenta que estoy cerca al restaurant de la mamá de Camila, y también me doy cuenta que el jugo está tardando mucho.

Apenas han pasado diez minutos Marco.

-Aquí tiene joven.

-Gracias.

Comienzo a beber, está muy rico, me gusta, me lo tomo todo y agradezco una vez más,  le pago a la señora y me puedo retirar. 

Diez minutos más tarde:

Por fin llego a casa, la puerta está abierta, seguro mi mamá ya llegó. 

-Mami, ¿a dónde fuiste?

-Que mala memoria la tuya hijo, te dije que hoy era el control de tu hermano.

-Cierto.

-Este muchacho, en qué andarás pensando.

-jajaja en nada mamá.

Mentira.

-¿mamá,  puedo ir a la casa de mi tía?

-¿Para qué?

-Samanta me dijo.

-Bueno anda, con cuidado.

-Vivimos a la espalda jajsjs.

-igual hijo.

Salgo de casa y me dirijo a la de mi prima. 

Toco la puerta y mi tía contesta por el intercomunicador

Me abre y puedo ingresar.

-Hola tía buenos días.

-Marcooo. Viniste a visitar.

-Jajajaja siempre vengo tía.

Entonces aparece Samanta, detrás de ella está estrellita, la mascota de las familia, también se acerca corriendo y pone sus patitas en mis rodillas para que los cargue, me lame toda la cara y termino prácticamente empapado.

-¿Que hacemos?

-No se

-Hay que regar el jardín, ayúdame.

-Buena idea.

Samanta saca la manguera y la conecta al caño del lavadero, gira la perilla y el agua comienza a circular por la manguera.

-Te voy a mojar Jajajaja.

Samanta me apunta con le manguera.

-noooo.

-Sí, para que cambies de cara, si sigues así te mojo, ya te dije que las cosas van a estar bien.

-Esta bien.

Todos me dicen eso, que debo estar tranquilo y que no le debo dar mucha importancia, pero, como no hacerlo si me importa demasiado, extraño mucho a Camila, y solo ayer ha pasado el problema, como quisiera tenerla a mi lado y poder abrazarla, decirle que la amo y poder reír juntos, no lo sé, jugar, bromear juntos pero sobre todo, amarnos, suspiro profundo.

Que frío comienzo a sentir, rayos, Samanta esta mojándome con la manguera.

-Te dije que te mojaria si no cambiabas de cara y te has quedado helado pensativo, no tuve otra opción,  ahora reguemos el jardín. 

*Marco está andando muy distraído, el día está gris como su corazón, y él parece estar en otro planeta, ¿Camila sentirá lo mismo?

De tu mano por siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora