Las enfermeras de aquí no hacen más que hablar y lamentarse al verme.
Siempre se quedan murmurando en el umbral de la puerta creyendo que estoy dormida. Es gracioso escuchar de cuantas historias y dramas me hacen protagonista sin conocerme de verdad y, si así fuera, no jugaría el papel de siempre en sus cuentos macabros.
La víctima.
Seguro que tú las espantarías de volada en medio de sermones demasiado maduros para un niño de tu edad. Siempre fue así.
Sí.
Seguro lo harías, si estuvieras aquí.
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Hermanito, lo siento©
Short StoryJamás llenes de rencor tu corazón y alimentes de miedo al otro, no maltrates aquellos ojos que te ven con admiración y amor. No destruyas las alas de aquel ser que siempre esperó ansioso que le enseñes a volar como tú.