¡Hanji si es una niña!

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Cuando Levi era pequeño siempre veía a Hanji como un espécimen raro en otras palabras, una molestia. El pelinegro no contaba con muchos amigos pues era famoso por su actitud indiferente y frívola. Sin embargo su "mejor amigo" (si así se le puede llamar) "Erwin Smith" siempre le encargaba la fastidiosa tarea de cuidar a cierta castaña.
Y es que para el ni siquiera la reconocía como amiga, o mínimo como una niña. Era rara, muy rara. No se parecía en nada como las demás niñas comunes y corrientes, esas que juegan con muñecas y se divierten con cualquier cosa absurda que tenga color rosa en ello. Ni un poco. Pero eso dejémoslo de lado como ya mencioné no soportaba la idea de ser como un niñero de ella, ambos tenían ocho años, ósea la misma edad. Ya estaba un poco grandecita para cuidarse sola ¿no?
De pronto sus pensamientos fueron invadidos por una chillona voz.

—¡Enano! ¿me ayudas a atrapar a una oruga?— expresó con una voz juguetona la pequeña morena que recibía como nombre Hanji.

—No me voy a meter en tus asquerosos planes cuatros ojos— devolvió con cierto fastidio Levi.

—¡Por favor, enserio necesito tu ayuda! Si no lo haces seguiré molestándote todo el tiempo— agregó sacándole la lengua.

—Tsk está será la última vez que te ayude. No me volverás a joder de nuevo ¿de acuerdo?

—Esta bien, o bueno tal vez...

— Mejor dime cómo vamos a encontrar tu asquerosa oruga— interrumpió con repudio el pelinegro.

—Tranquilo, tranquilo Levi. Vamos a subir al balcón del viejo Zeke, en la esquina hay una flor con una oruga en ella. La agarramos y salimos corriendo con esto completare mi estudio de mariposas y bichos— explicó emocionada.

—Tus niveles de estupidez han llegado muy alto, si el viejo se da cuenta nos va a matar a los dos.

—Oh vamos no exageres. ¡Mejor empecemos de una vez!

Y dicho esto los dos partieron felices a su nueva aventura, o bueno a decir verdad la única contenta aquí era Hanji. Sin embargo aún tenían que continuar para llegar a la casa de Zeke un señor de la tercera edad y conocido principalmente por ser muy malhumorado. Su casa no se encontraba muy lejos por lo tanto en menos de 10 minutos ya habían llegado a su destino.

—Muy bien Levi te subirás en mis hombros yo te sostendré y cojeras la oruga— finalizó la castaña.

—¿Por qué soy yo el que iré arriba? Y más te vale acabar esto rápido si aprecias tu vida.

—Los dos sabemos la respuesta, es por tu "gran" estatura— dijo estallando a carcajadas.

Después de terminar su charla y que Hanji recibiera un pequeño golpe por parte de este iniciaron con su plan.
Levi siguió dichas instrucciones para enseguida montarse en Hanji, con delicadeza pero con bastante horror agarro la viscoza criatura y en ese preciso instante  se escuchó una voz furiosa.

—¡Estúpidos críos que hacen con mis macetas!—gritaba el viejo Zeke.

Entonces rápidamente Levi se dejó caer agarró a Hanji de la mano y partieron corriendo, acompañados también de la oruga por supuesto.
De tanto correr no se percataron de que la noche se hacía ver y por lo tanto debían de volver a sus hogares.

—Muy bien ya cumplí con tu fastidioso capricho, así que mañana no quiero oír tu voz pidiéndome otra cosa, ¿escuchaste gafas de mierda?

—Si lo sé pero antes de que te vayas quiero agradecerte lo de hoy.

Y así la pequeña Hanji depositó un beso en la mejilla del pelinegro, quien puedo sentir una calidez extraña y satisfactoria. Percatándose de algo... ¡Hanji si es una niña! Y tal vez algo linda... No claro que no.

[¡Hanji si es una niña!] One-shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora