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❝Hey, Bieber.
No se si es por la forma en la que me haces concentrarme en ti cuando te escucho reflexionar sobre algo o pensar en la forma en la que se puede mejorar "mediante todo el jodido esfuerzo posible", tus propias palabras.
Tal vez sea una de las razones por las que me encanta verte entrenar, por la que escucho cuando le hablas a tu equipo... Es una de las tantas razones que me hace quedarme cerca y escucharte mientras les das apoyo moral. Es de hecho hasta ridículo pues estoy a menos de diez metros de ti, y no temo escucharte, no temo que me veas. Quizá porque siempre logro pasar desapercibida entre las otras chicas que te miran, porque sí, van a verte al igual que yo.
Eres interesante y quiero tenerte tanto que duele. Mis pezones se endurecen cuando gruñes con impaciencia a tus chicos, o por la impaciencia que te producen todos los gritos de tus admiradoras. Jodidamente divertido, porque si por mí fuera haría lo mismo, pero no tolero los gritos, y los odio el doble cuando salen de mí.
Pero bueno, no puedo evitar agradecerle a esas chicas, son las causantes que de vez en cuando me mires, aun cuando no sabes que soy yo❞.
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