Maratón 5/5
Capítulo 12
Narra Zayn:
Estoy en la esquina del banco central. La veo desde el retrovisor de mi Audi. La miro cruzando las piernas. Oh joder… es preciosa. Lo es siempre. En cada faceta. Hasta cuando se lo hago, hasta cuando está mojada. Ahora lo puedo comprobar perfectamente. Acomodo el retrovisor de nuevo, _________________ se ha puesto de pie, trato de seguirle el paso. Está hablando con un tipo que probablemente le dobla la edad. La mira. Ella se voltea de pronto y busca algo en los cajones de su escritorio. El imbécil la está mirando. Observando su bonito cu.lo tan disimuladamente como puede. Lo que no sabe, es que lo estoy viendo yo. _______________ vuelve a voltearse, le sonríe, el tipo también lo hace – sabe disimular muy bien, debo admitir- le entrega unos folios y se sienta de nuevo. ¿Por qué co.ño no se ha ido todavía? ¿Qué quiere con ella? ¿Acaso me ha mentido cuando me dijo que no tenía novio? Joder. Vaya tío. Quiere tirársela, lo veo sus sucios ojos.
Y quiero bajar del auto. Enfrentármelo y no sé por qué. Detesto la idea de saber que la tiene más cerca que yo. No puedo quitarle la vista. Es pre…¿ya lo he dicho, verdad? De pronto alguien entra en mi auto con brutalidad.
- ¿Qué co.ño haces aquí? – me preguntó Ryan, acomodándose las Ray ban. Trae un ridículo pasamontañas. Ni siquiera parece él. Y yo entiendo por qué, estamos al frente del banco al que hemos robado hace menos de dos días.
- Vine un rato. ¿Tú?
- ¿Para qué? ¿eres im.bécil? la policías está buscándonos y tú te apareces justo en el lugar en donde nos tienen marcados. Si he venido aquí es porque reconocí tu auto en la otra esquina del banco.
- Relájate. – le digo sin quitar la vista de mi retrovisor. En él está _________________, cruzando otra vez las piernas… que excelente manía.
- Si quieres follar, vete a un jodido burdel. Pero no aquí. – me dijo al observar lo que miraba. Él también se quedó un buen rato mirando.
- Déjame ¿vale? Ya estoy lo suficientemente grande.
- ¿A qué has venido?
- Que co.ño te importa – no fue una pregunta, sino todo lo contrario.
- Vámonos.
- Quiero quedarme un rato más.
- ¡Vámonos, jo.der! – grita una vez más. Golpeo el timón. Y volteo a mirarlo, me ha hecho cabrear muchísimo. Enciendo el contacto del auto y avanzo un poco con este. _____________ ya no está más en mi retrovisor. - ¿sabías que la rubia esa… la cajera…está viva? – me miró. Jo.der, con todo esto… se me ha olvidado ese pequeño detalle.
- Lo soluciono hoy ¿vale?
- ¿Dónde has estado estos días?
- ¿Tienes que estar metido siempre en mi vida?
Ryan niega con la cabeza, saca un cigarrillo del bolsillo de su pantalón y lo enciende.
¿Y qué le importa? No debería meterse en mi vida más de lo que le está permitido. Solo por que pertenecemos a Tentation no significa que deba saberse hasta la hora en la que follo. Y con quién… sobre todo… con quién… con ella… bonita… preciosa… aunque hayamos terminado mal anoche no significa hoy nos la pasaremos mal de nuevo. Ya lo verá por sí misma. Conmigo, no le quedaran más ganas de continuar con esa manía de cruzar y cerrar las piernas. Conmigo no.