Víctima de Todos ©

CAP. 5 [CONFUNDIDA]

{ANNIE}

"Si sólo te conozco hace 5 minutos." le contesté.

"Pero lo has hecho y no sé sí seré capaz de disculparte." dijo Dylan, volteando a otro lado.

Ahora más que confundida, estoy molesta. No es posible que una persona que es amigo de mi peor enemigo, que yo nunca había visto y que conozco hace 5 minutos, llegue y me diga que le he mentido. No es que no sea posible, me refiero a que no es verdad. No lo es. Después de nuestra pequeña conversación, los dos guardamos silencio hasta llegar a nuestro destino.

Llegando al bachiller se abren las puertas del bus y Dylan me voltea a ver.

"Te veré luego." me dijo.

"No lo creo." contesté.

"No era una pregunta, te veo en el almuerzo." finalizo con una sonrisa en el rostro, y al bajar del bus, vuelve a platicar con Austin.

Soy la última en bajar, y esta vez ignoro completamente a Zoe. Al bajar miro el reloj de mi celular: 6:52am. Como es un poco tarde, voy por mis libros al casillero. Al caminar por el corredor, todos se me quedan viendo, como si yo fuera un bicho raro, de esos que aparecen en la cocina cuando estás dormido. Subo las escaleras y continuo caminando hasta el fondo. Y ahí esta mi casillero: el 333. Es un número fácil de aprender, pues son tres veces tres. Pongo la combinación y se abre el casillero. Ahí solo tengo libros, unos lápices extra, el cargador de iPhone y una mini bolsita de maquillaje. Aunque yo no use maquillaje. Tomo los libros de mi clase de matemáticas -que es la primera clase del día- y lo pongo en la mochila. Tomo un sorbo del jugo que preparé en la mañana y lo dejo en el casillero. Ya está todo listo para ir a clases. Miro la hora: 6:55am. Vaya que he avanzado rápido ésta mañana. Cierro la puerta de mi casillero. Pero antes de cerrarla completamente, veo unos cuantos mechones de cabello rubio. Zoe. Ahora es cuando comienzo a temblar. Finalmente cierro el casillero.

"Mi tarea." dijo Zoe.

"¿Qué?" Yo no lograba entender de que hablaba.

"¡Mi tarea de matemáticas estúpida!"

Y como por si fuera poco, no hay nadie más en el piso y los profesores siguen en la sala de maestros, en la planta baja. Zoe me empuja de espalda a los casilleros y se pone frente mío.

"¡Dame mi tarea en este mismo instante!"

"Y..yo l..la olvid..e"

"¡¿Qué dijiste?!"

Me agacho por miedo a lo que pueda hacerme, veo como ella cierra su puño mientras yo recuerdo que esta en el taller de puntería. Eso no me beneficia mucho a mí.

"Tal vez así no se te olvide hacer los deberes".

Y el puño da en mi estómago. Una. Dos. Tres veces. Y yo no puedo hacer nada. Abro un poco los ojos, sólo logro ver que me sonríe, y es que no esta feliz, solo disfruta mi dolor. Cierra su puño, esta vez para golpearme en la cara. Yo, aterrada, sólo cierro los ojos.

Pero el golpe nunca llega.