Espía

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Isla consiguió unos binoculares, cuando digo consiguió quiere decir que se los robó a su tío Anton el que ha estado buscándolos hasta debajo de las piedras.

Nuestra pequeña acosadora se la pasa desde que llega de la escuela en la ventana de su cuarto a esperar que Eiden le dé un motivo para inclinar la balanza a cierto sexo. Lo observa detenidamente cada día y llega s la conclusión de que es un transexual, fin, le ha gustado un sujeto trans.

En cierto día Eiden dejó la ventana de su cuarto abierta, era sábado así que no tenía algo que hacer aparte de salir a correr. Estando de espaldas a la ventana se bajó el pantalón del pijama, a Isla le brillaron los ojos, ese día al fin sabría si es o no un chico para su desgracia el destino tenía otros planes. La playera que llevaba Eiden le llegaba hasta los muslos gracias a eso no pudo ver su ropa interior ni si llevaba un paquete de hombre o no. Cuando se iba a quitar dicha playera volteó de golpe y corrió las cortinas.

—Que buena suerte tengo — se reprochó lanzándose a la cama a dormir un poco más.

Pensó en lo que le había dicho Mónica en una de sus tantas bromas.

— ¿Por qué no le bajas los pantalones? Sería tan sencillo.

Y claro que lo sería, pensó sarcástica, llevarlo a un lugar alejado de las personas y decirle "oye, te bajaré los pantalones para saber si eres chico o chica" claro ¿cómo no hacerlo?

Pasó el resto de la mañana extendida en la cama haciéndose la misma pregunta, ¿qué es? Luego de escuchar que su madre le hablaba para el almuerzo tuvo la mejor de las ideas. Le preguntaría a su madre, ella sabría de seguro.

Bajó las escaleras de tres en tres hasta la planta baja, corrió a la cocina y abrazó a su madre.

—Mami hermosa preciosa, ¿sabes cuánto te amo?

—No te doy permiso, no tengo dinero y no hay chocolate, ahora sí, ¿me sigues amando?

—Ay mamá ¿por qué siempre crees que vengo a pedirte algo?

— ¿Y no es así? — la hija negó energéticamente —. ¿Entonces?

—Tengo una duda.

—Ajá... — la señora se puso a terminar el almuerzo, debía evitar ver a su hija a los ojos ya que sabía la pregunta que estaba por venir y no aguantaría la risa ni el secreto.

— ¿Eiden es chico o chica? — la mujer mayor soltó una pequeña risa, Isla se puso roja — ¡Mamá es enserio!

— ¿Por qué no se lo preguntas tú?

—Me da pena.

—Ni modo, así es la vida.

Isla hizo circo, maroma y teatro para sacarle a su madre la respuesta. Martha reía internamente, su hija era demasiado inocente a veces, seguía siendo una niña pequeña aun cuando ya tenía 17 años.

— ¿Por qué no le dices a Mónica que te ayude? — indagó la madre ya comiendo.

—Porque es una pervertida, mal pensada, extravagante y demás. ¡Dijo que le bajara los pantalones! Imagina que sí sea un chico y aparte un violador.

—Eiden es demasiado linda para ser violador.

Pensó las palabras de su madre, usó un adjetivo de mujer y otro de hombre. ¿Es que le gustaba ver sufrir a su hija?

— ¡Mamá no me darás una pista!

—No.

¿Chico O Chica? (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora