¡Audiciones y lindas intenciones!

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Es cierto, siempre soñé estar con Viktor, pero ahora mismo me asusta ese hecho, a Viktor al parecer le gusto mucho, pero no lo entiendo, ¿qué vio en un simple japonés? Ni si quiera tengo tanto atractivo, sólo que desde que él es yo, me veo mejor q...

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Es cierto, siempre soñé estar con Viktor, pero ahora mismo me asusta ese hecho, a Viktor al parecer le gusto mucho, pero no lo entiendo, ¿qué vio en un simple japonés? Ni si quiera tengo tanto atractivo, sólo que desde que él es yo, me veo mejor que siendo yo mismo. ¡Qué extraño es todo esto! ¿Por qué me asusta estar con Viktor? Tal vez porque es tan maravilloso que me da miedo que no sea real... Es demasiada coincidencia todo esto, no puede ser real. Para nada.

¿Le debería dar una oportunidad a Viktor de entrar en este frío corazón? No, corrijo, ¿Me debería dejar enamorar por Viktor?, ¿debería dejar que todos estos sentimientos se expandan y lo llenen por completo?

—Yuuri, si me miras tanto me costará dormir... —murmuró soñoliento.

— Oh, l-lo siento mucho — aparté la mirada abruptamente al techo, totalmente avergonzado, sentí como mis mejillas estaban asquerosamente calientes, una vez más mi timidez me traiciona. Viktor solo soltó unas risillas acomodando su cabeza en la palma de su mano y posando esos penetrantes, pero enamorados, ojos en mí.

—¿Siempre has sido tan lindo Yuuri? — su exquisito y meloso tono me dejó en las nubes, cómo pronunciaba mi nombre de la manera más enamorada posible me hacía querer meter mi cabeza en la almohada y ahogarme por todos los sentimientos que no puedo controlar — Tienes mi pecho enfermo Yuuri, enfermo de amor, cómo nunca nadie lo ha tenido. — God bless, god bless, god bless, mi pecho va a explotar, me va a dar un jodido paro cardíaco.

— No sé qué me ves Viktor — repliqué lo más serio que pude, ocultando toda la emoción que me recorre — soy totalmente corriente. No tengo talento, ni sentido del humor, con suerte hablo en una conversación, a veces soy muy terco, horriblemente tímido y sin duda, un cobarde. ¿Qué te gusta de todo eso? — se quedó unos segundos meditando, los cuales sinceramente sentí cómo horas.

— Todo — lo miré sorprendido por su seguridad y confianza al hablar, cómo si supiera exactamente qué quiero escuchar — amo todo lo que eres Yuuri, ¿Cuándo verás todo lo bueno que tienes? Eres decidido cuando tienes una idea en la cabeza, tu forma de moverte con la música es algo de otro mundo, tu timidez es tierna y ¿cobarde? Yo salté de un armario por una a-araña — un escalofrío le bajó por su cuerpo — No eres débil Yuuri... Tu eres el único que cree eso.

— Viktor ... — sus fuertes palabras incineraron mi pecho, dejándome en caos interno.

—Tengo sueño Yuuri —besó mi mejilla y volvió su cabeza a su almohada cerrando delicadamente los ojos. Eso me recordó, ¿Por qué detuvo el eminente beso esta mañana?

— Viktor.

— ¿Dime?

— ¿Por qué no me besaste esta mañana? —abrió un ojo curioso.

—No creí que fuera el momento, creo que en esa pesadilla no fui el héroe de la historia — rió sarcásticamente — tus grititos me lo confirmaron, ahora lo que menos quiero ser es una pesadilla, así que preferí dejarlo hasta ahí... pero luego... — descubrió su cuello dejando expuestos la innumerable cantidad de chupones que dejé ahí. No pude evitar sonrojarme aún más. — Me confundes Yuuri...

Cambio de CuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora