Havana (Hiroguel)

Realidad

Alguien salió de aquella casa, estaba por ir a la tienda para ir por algo para los niños pequeños que estaban en la tienda, logro observar a aquella pareja, que al fin daba el primer paso, el cual era ser pareja, al fin.

— ¡Felicidades par de novios!— era una voz femenina, la cual capto la atención de los actuales novios, era aquella chica, que les empezaba a brindar apoyo, la prima de Miguel, Rosa, la cual se acercó.

— Rosa... — dijo Miguel. — No... No vas a decir nada... A mamá Elena...—

—¿Por qué diría algo que no es de mi incumbencia? — dijo la chica sonriendo. — Escucha sé que primero actúe muy mal, es más fui una culera contigo, pero... Mi tía tiene razón, es sólo amor y no es malo que sientas eso por un hombre, si eres feliz... — la chica volteo a ver al japonés. —Pero lo haces llorar y yo misma te mato —.

—¿Por qué todos me dicen eso? — . Dijo el japonés. — La sobreprotección mexicana — río Miguel.

...

Los días pasaban, y al ser un pueblo tan pequeño, los rumores de la primera pareja gay, se hicieron presentes, pero la familia Rivera, no lo creían, a excepción de una madre y un padre, y una prima, no podían creer que alguien de su familia sea un desorientado.

Eran unos días antes de Navidad, los padres de Rosa habían ido a la plaza del mariachi, en donde ya estaba adornado, fueron con su hija y los pequeños primos de ella, la plaza había luces, un hermoso árbol y en la entrada del quiosco había muerdago para los enamorados.

Se encontraban dando un espectáculo de música, para que la gente se pusiera a bailar, había música de todo tipo, banda, mariachi, pop, las cumbias que no deben faltar, entre otros.

La familia de Rosa habían ido a comprar cosas para el 24 como las las manzanas para la ensalada, entre otras cosas que se necesitan para completar, entre la pequeña fiesta, estaba la pareja principal, ya medio habían aprendido a bailar en pareja, gracias a que Baymax descargo datos sobre danza-baile.

El papa de Rosa, el tío Berto alcanzo a ver a la pareja que estaba entre la gente, también alcanzo a distinguir a compañeros de la escuela de su hija.

¡No me importa!, Qué me importa que digan, sigan hablando de mi sin que yo sé los pida, no voy a cambiar, no pienso madurar.

Era parte de la melodía que se escuchaba ahora, el tío Berto se acercaba pero su propia hija se pudo enmedio. —Dejalos papá, no ves que son felices —.

Era cierto, a pesar de que estaban con los amigos de Miguel, la pareja se veía muy contenta y juguetona, se dirigían risas, miradas, sonrisas, de vez en cuando compartían un beso en la mejilla.

Yo propongo las reglas de mi propio juego, aún que no es perfecto es mi tiradero, no me llames más si es por criticar y cuando tú consejo me sepa a mezcal ese día lo voy a tomar.

— Rosa, por dios, sabes que van a decir los vecinos, los clientes si es que ven que alguien de nuestra familia salió defectuoso — le dijo su padre. —¿Te preocupa más lo que digan que ellos dos sean felices? —

Hubo un silencio entre ellos, ya que el ambiente seguía igual de divertido que antes. — Rosa, no le hables así a ti padre — dijo la madre de la chica.

— Tía, tía, ¿Por qué Miguel beso al vecino de enfrente? — dijo con inocencia uno de los primos pequeños del chico. — ¡No vean eso! —

— Porque se aman... — dijo con una sonrisa la chica. — ¿Y eso no está mal? — la chica negó. — Miguel es feliz, y si ese chico lo hace feliz no podemos negarle la felicidad — los pequeños sonrieron y los padres de la chica era claro que no estaban contentos.

— Estás castigada Rosa — dijo su padre. — Deben de aceptar que esta es la realidad, y por más que traten de alejarlo de Miguel, no lo van a lograr, tiene el apoyo de su madre y su padre que es lo importante, y ahora él tiene él mío — concluyó.

...

Me alegra que les esté gustando la historia :') debo decir perdón porque los capítulos no son tan largos como antes, pero no se me ocurre mucho pero, lo bueno es que Miguel ya tiene una aliada.

Los veo mañana (tal vez)