Hazlo por ella.

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Taylor:

Cuando desperté me sentí un poco desorientada, mi visión estaba borrosa por lo que sólo pude divisar una figura oscura moviéndose a mi lada, poco a poco comencé a distinguir las suaves facciones de su cara, sus ojos azul océano y su cabello rubio revuelto. Sonreía ampliamente, como era de costumbre.

—¡Hey! ¿Cómo te sientes?— se dirigió a mi mientras regulaba mi ultra venosa

Me reacomodé en la cama, e instintivamente busque a los alrededores de la habitación, sentí una punzada de decepción al no ver a Adam por ninguna parte. —¿Dónde está...?—   

—¿Tu novio?— alzó las cejas, me límite a asentir. –Ah... no lo sé, no le visto por aquí en un buen rato. Quizá se fue a casa...— chistó en forma de desaprobación ante la idea que Adam se hubiera ido deliberadamente a casa.

—¿A casa?— repetí. No, Adam no haría algo así y menos después de lo de anoche.

—Taylor, escucha... sí alguna vez él decide...— hizo una pausa mientras buscaba las palabras correctas. –Decide dejarte sola con tu hija, yo podría ayudarte. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para lo que necesites— tomo mi mano entre las suyas

Ese gesto me era muy familiar y aunque estaba segura de que James era muy diferente a Joe, no quería arriesgarme. –Joe... eres muy lindo, pero no confió mucho en los hombres— dije con el mejor tono posible.

—¿Confías en él?— ¿Confiaba en Adam?

—Es diferente... él es diferente, digo que estamos en una situación diferente. Tenemos una hija y queremos cuidarla, sé que él no me haría daño—respondí, sorprendiendo de mis propias palabras.

—Espero que no te equivoques, que cualquier manera aquí estaré para ti— sonrió con melancolía antes de salir de la habitación.

Quería creer en mis palabras, sabía que Adam no me lastimaría voluntariamente, pero lo seguía haciendo de manera inconsciente, al no estar aquí por ejemplo.

A los minutos una enfermera llegó, con un bulto en sus brazos. Tría a mi bebé. 

—Buenos días, ¿Desea alimentar a la bebé?— preguntó la enfermera de mediana edad mientras sostenía en bulto de mantas

—Por supuesto que sí— A diferencia de muchas mujeres yo si quería amamantar a mi bebé, por lo que la enfermera sonrió con aprobación, para luego depositar a la pequeña en mis brazos.

La niña lloraba, sus mejillas estaban sonrojadas y agitaba en el aire sus puñitos. Estaba muy hambrienta, después de seguir las instrucciones de la enfermera logré alimentar a Ali y en pocos minutos el llanto había cesado.

Después de un rato la puerta se abrió, era Adam. Apenas me estaba dando cuenta de calzaba unas sandalias y estaba vestido con ropa de James, ropa que mi ex prometido había olvidado en casa incluyendo las sandalias.

—¿Cómo están mis dos niñas?— exclamó efusivamente e inmediatamente me sentí más tranquila.

—¿Dónde estabas?— pregunte cautelosamente mientras me acomodaba mi bata

—Llamando a tus padres, están muy emocionados... en un rato ya estarán aquí— se sentó a los pies de la cama.

—Me alegro tanto que estés aquí— suspiré finalmente, y lo decía enserio, me aterraba que Adam no llegará a estar para el nacimiento de nuestra hija. –Ven... ven aquí— le indique haciendo un espacio para él en la cama. Adam se recostó a mi lado. —¿Quieres cargarla?— pregunté y el asintió

Mine (TAYVIN) 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora