Walking With Zombies

Prologo.

Estaba en casa, escuchando música y leyendo un libro, no me interesaba lo que pasara fuera de mi habitación y de mi hogar, pero algo me llamó la atención.

Por alguna razón, el cielo estaba gris. Qué extraño, normalmente en California hay días preciosos y libres de nubes.

Decidí encender y televisor para ver qué pasaba con el clima. Coloque un programa de noticias y espere a que dijeran algo nuevo. Todo iba bien, comentaban lo normal. Robos, alguna que otra muerte. Nada fuera de lo común. Pero salió un anuncio "importante". El cual no alcance a ver ya que se había cortado la señal. Okey, esto es muy extraño, jamás se corta la señal. Bien, ya que no tenía nada para hacer, pensé en salir un rato, despejar mi mente de los exámenes finales. Tome un gorro de lana y lo puse sombre mi cabeza, coloque mis botas y salí.

Camine despacio y sin prisa, observaba a mí alrededor y saludaba a los vecinos que me cruzaba por el camino. Llegue a un Starbucks y pedí un Capuchino. Me senté al lado de la ventana y vi que mucha gente se movía rápidamente o corría. Esto cada vez es más extraño, los californianos somos muy tranquilos, andamos sin prisa y eso. Pague y salí, miraba a todas partes pero no veía a nadie. Me dirigí a mi departamento asustado cuando empecé a sentir gritos. Corrí para saber de quién se trataba y era una chica, pero había algo peculiar. Quien la estaba "lastimando" no se veía sobrio, es más. Había un gran charco de sangre alrededor de la chica, era como si se la estuviera... ¿¡Comiendo!? Diablos, esto no puede estar pasando, había soñado con esto pero no pensé que fuera real.

Salí de aquel callejón y corrí a casa de mis padres, chocaba personas y estas me insultaban, es este momento que importa. Llegue y golpee fuerte y rápido, pero nadie respondía, así que use la copia de seguridad que estaba debajo del tapete de la entrada. Al no encontrar a nadie en casa entre a la oficina de papá y saqué el rifle que tenía escondido en caso de emergencia. Le puse el seguro y salí de casa de vuelta a mi apartamento, ¡Que hombre más descuidado!