Familia loca

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-Mami... - Isla se sentó al lado de ella.

-¿Si?

-Estoy dudando de mi sexualidad - gimoteó con la cabeza en el regazo de su madre.

-¿Eiden?

-Sí, Eiden, ¿por qué no me dices si es chico o chica? ya quiero saber.

-¿Ya le preguntaste?

-Sí - Martha arqueó una ceja -, bueno no exactamente.

-Pues hazlo, ¿qué pierdes? estoy segura que él te lo diría.

Isla cerró los ojos hasta casi quedarse dormida gracias a las caricias de su madre. Hace tanto que la chica no se recostaba en esas piernas ni recibía cariños que la hicieran dormir en cuestión de segundos. Amaba a su madre a pesar de que Isla siempre la hiciera enojar con sus dramas, comentarios sin sentido, bromas, cosquillas y esa clase de cosas que a la mujer le disgustaba. El papá de Isla, Frederick, trabajaba en la ciudad vecina toda la semana, habían veces en las que no lo veían en uno o dos meses por el trabajo pero para él valía la pena si así podía darle lo mejor a su única hija.

La castaña despertó al día siguiente aún en el sofá pero en lugar de tener las piernas de su madre como almohada tenía una de verdad. Se enderezó hasta que su vista viajó al objeto más increíble que veía esa mañana. Una chancla. La miró por cinco, diez y quince minutos hasta que un grito de su madre la sacó de la hipnosis en la que se veía sumida.

-Tu tía Adibeth dice que si quieres salir con ella, ¿qué le digo? - preguntó desde las escaleras, Isla contestó que le dijera que sí iría. Las salidas con su tía eran uno de esos pequeños placeres de la vida.

...

-Mi amor ¿por qué esa cara de perro?

-Cuanto amor tía - dijo con sarcasmo Isla.

-Lo sé pero dime, ¿qué es eso que acongoja a mi sobrina favorita?

-¡Yo soy tu sobrina favorita! - gritó Karlita que iba con gomitas en las manos.

-Pero yo más, yo soy más bonita - ambas primas se sacaron la lengua.

-Y bien...

-Me gusta alguien.

-¡Ajá! La bruja está enamorada ¿no es así?

Adibeth era una de esas tías divertidas de las que hay una en cada familia y le encanta dar regalos a sus sobrinos, sacarlos a pasear a cualquier parte que ellos quisieran o solo quedarse en casa de ella a ver películas hasta la madrugada pero eso solo lo hacía con los más grandes que eran Isla y Manuel, Manuel era tres años menor que la castaña pero parecía que eran de la misma edad.

Isla le explicó el asunto a su tía que reía sin parar llamando la atención del resto de la clientela en la heladería.

-¡Voy a morir y tú te ríes! Eso que soy tu sobrina si no lo fuera ya habrías saltado encima de mí.

-Es que ¿cuál es el problema? ¿Te gusta? - Isla asiente -. ¿Y te importa si es chico o chica?

-Sí, bueno no, pero quisiera saber y me da pena preguntarle... y sus amigos me hicieron quedar en vergüenza el otro día... aparte de que tengo que salir con uno de ellos.

Se golpeó mentalmente, tan desesperada estaba que aceptó salir con ese chico, que cosas.

¿Chico O Chica? (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora