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Algunas noches subía las escaleras y lo miraba desde arriba. Parecía sufrir hasta sumido en sueño. A veces pensaba en marcharme, pero siempre me he sentido atraía por los corazones a medio romper. 

Yo era su vía de escape de la realidad, una muralla. Todas las noches, en ese momento de deliro antes de caer, me preguntaba: 

¿Cómo se puede amar y odiar al mismo tiempo?

Yo siempre le contestaba: 

Se ama igual que amas la lluvia en tiempos de sequía. Se odia igual que odias a la tormenta que ha arrasado con lo que creías llamar hogar.

Arisha.

OcasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora