N. Rui
Saliendo del colegio me encamine al parque, ¿A qué más? Esperaba ver a Trevor ahí, sentado en nuestro lugar, detrás de los arbustos, donde nadie podía escucharnos.
En un tramo del camino, un poco abandonado pero aún así con algunos árboles frondosos, visualice desde lo lejos a una figura humana recargada contra un muro... No era posible.
A pesar de que mis piernas temblaban, mi desesperación por saber si mi suposición era cierta o no pudo más y me permitió llegar lo suficientemente cerca para distinguir ese rizo y pelo rojizo característico de mi pequeño que ahora probablemente se encontraba inconsciente en la acera.
Rápidamente me acerque y lo tomé entre mis brazos.
- ¡Trevor! ¡Tre...!
- Rui... - Estaba bien... Ni siquiera se encontraba dormido... Pero en sus ojos se notaba que había llorado en grandes cantidades.
- Trevor, ¿Quien fue el maldito que te hizo...? - No pude terminar la oración pues... Mi peli rojo, con lágrimas en los ojos, se lanzó a mis labios como buscando un refugio en estos.
...
N. Yuu
- Iseki, tranquilízate ya.
- ¿De qué hablas? Yo estoy bien - nos encontrábamos en el hotel de siempre, pero esta vez sólo estábamos aquí para pasar el rato sin nada de sexo.
- Era lo que buscabas, ¿No? Me mandaste a vigilar al niño dos días enteros y ahora me vas a decir que no querías que terminara llorando, no le hiciste nada en realidad.
- Tienes razón, esto no ha comenzado - me levanté en su dirección y le quite el cigarrillo de la boca.
Sus brazos rodearon mi espalda y me condujeron hasta la cama tirándome en esta quedando yo debajo de él. Su embriagador aroma... Nunca tenia suficiente tratandose de Kurt.
- Gatito...
- ¿Sí, Mi maldito pervertido...?
Tras una carcajada los besos se hicieron presentes, comenzando a atacar sobre mis clavículas, como a él le gustaba...
...
19:00 horas.
Llegue a la gran mansión a "visitar a mi novio", sabia que me exigiría una explicación, no había ido a la escuela y no había respondido a sus mensajes.
Toque la puerta y me abrió un mayordomo cara larga, me aterraban esos seres. Pensaba preguntar por Asahi, pero este no me dejo hablar y llamo a una sirvienta que rápidamente fue a llamar a la persona a quien quería ver.
El mayordomo me hizo pasar a la pequeña GIGANTESCA entrada y ahí espere diez minutos hasta que Asahi bajó con sus muletas, pues aún no se recuperaba del accidente.
Asahi jamás me contó lo que realmente le paso, pues lo que me dijo estoy seguro, no era toda la verdad.
- ¡Yuu!
- ¿Ya estas mejor?
- Tomate, si me saludas como es debido, me recuperare en menor tiempo - le di un largo beso en los labios.
- ¿Qué te parece si mejor vamos a esa sala con sillones que...?
- Jaja claro, sígueme.
Caminamos por la mansión hasta llegar a una de las mejores salas que tenia, no era por grande ni moderna, sino todo lo contrario; la sala era pequeña y cómoda, daba la impresión de estar en una pequeña sala de cualquier cabaña de bosque, sin perder la elegancia.
- ¡Me parece fascinante!
- Yuu... - Asahi me veía... Pervertido...
- No... No creo que sea buena idea ahora... - cerró la puerta tras de si - Estas recuperando tu salud...
- Lo se... Sólo quiero tocar tu piel, no te haré nada... - Bien, por eso nada perdía - Yuu... Quítate la camisa.
Dudando aún, obedecí y me quite poco a poco la camisa, mientras Asahi disminuía la distancia entre los dos. Comenzó a besar mi cuello para descender lentamente sobre mi. En un acto reflejo mis brazos lo rodearon, pero... Se detuvo.
- ¿Asahi?
- Yuu... - mi corazón dejo de latir por un momento - tus clavículas... Yo nunca...
...
N. Rui.
15: 45
Sentados en el parque, yo acariciaba su cabello mientras el sólo veía hacia los arbustos recargado en mi pecho.
- Rui...
- ¿Sí, Trevor? - intentaba parecer normal después de todo.
- ¿Tu te alejarás de mi lado?
- ¡No! ¡Eso nunca! ¿Quien te ha metido esa idea?
- Y... ¿Me quieres? - Estaba seguro de mi respuesta, pero... ¿Qué le habrían hecho para que estuviera así, ahora?
- Más que eso.
- Yo te quiero... - mis brazos rodearon su frágil cuerpo y el correspondió mi abrazo - No me dejes, Rui...
Nuevamente esos rubíes soltaban brillantes líquidos que empapaban toda mi camisa, pero por nada del mundo habría cambiado esos dulces abrazos de mi pequeño Trevor.
- ¿Podrías... Podrías besarme? - tomé con una mano su barbilla y con la otra lo tomé de la nuca para así fundir nuestros labios en uno de los besos más tiernos que había podido conocer.
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Capi corto! Pero mañana la continuación! Gracias por leer, hermosos sukes! Pueden pasar por mis otras historias... O no... Ya saben!
Cuando el siguiente? n.n (el de mañana es obligatorio)
Capítulo para ti: @Yuukibvcs •w•