—¿Entonces irán juntos? —cuestionó mi mamá sin tener aún una respuesta concreta.
—Claro, si Danna me lleva —respondí mirándola de nuevo.
—Iré a cambiarme —informó antes de retirarse.
Danna.-
—Acéptalo, estoy seguro de que estás emocionadísima por estar aquí conmigo —murmuró él a mi lado.
—No sabes cuánto —respondí. Paseé por el directorio de mi teléfono y el hámster en mi cabeza comenzó a trabajar rápidamente—, ¿tienes el número de Manuel?
—Obvio, aunque eso no es amable Danna, me sentiré herido si es que estás pensando en otro hombre cuando soy yo quien está frente a ti
—No seas tonto, tengo una gran idea, y necesito su número así que dámelo por favor o llámalo tú y pídele que venga, tiene tiempo
—¿Para qué lo queremos haciendo mal tercio? —preguntó, señalándome con la cuchara de su helado. Sí, estaba casi segura de que mis mejillas se ruborizarían ridículamente y lo comprobé cuando una sonrisa se asomó en la comisura de sus labios.
—Mi prima estará aquí y creo que lo ha estado ignorando desde ayer —Antonio asintió— haciéndome la receptora de sus quejas, así que no quiero que cuando el lunes llegue a la escuela Manuel también esté sobre mí por una explicación —añadí—; y para que estés enterado, esto no es una cita, así que no harán mal tercio
—Creo, que nuestras mamás, ambas, están cien por ciento seguras de que esto es una cita —me guiñó un ojo y segundos después me pasó su celular que ya estaba llamando al móvil de Manuel.
—¿Qué quieres güey?, ya le dije a Pablo a Daniel y a Carlos que no voy a salir —espetó la voz al otro lado de la línea en cuanto respondió.
—Hola Manuel —saludé—, no soy Antonio, afortunadamente —agregué poniendo una sonrisa en mi cara, él hombre frente a mí hizo un gesto de estar herido por mi comentario.
—¿Danna?
—Sí, soy yo... mira, sé que no quieres salir y me imagino la razón pero créeme, que vengas justo ahora al centro comercial cerca de la escuela te animaría, te animaría un montón
—Viniendo de ti, lo creo, pero Danna, hay como tres o cuatro centros comerciales por la escuela, dime en cuál de todos están y no tardaré en estar ahí
—¿Cómo se llama este centro comercial? —le pregunté a Antonio.
—Le mandaré la dirección en un mensaje, sólo dile que saque su deprimido trasero de su habitación, se dé una ducha y se tarde un poco en llegar —resolvió sin dejar de mirar su helado.
—Antonio te mandará la dirección en un mensaje —informé hablándole a Manuel que rio bajamente.
—Lo escuché, Dan, demonios, no lo recordaba siendo tan celoso, dile que no se preocupe y nos veremos en un rato
—Bien, te esperamos —acordé antes de terminar la llamada. Regresé el celular a Antonio y seguí comiendo de mi helado.
—¿Crees que tu prima esté feliz de ver a Manuel aquí cuando se supone que pasarían una tarde de compras?
—Tampoco estará muy feliz de verte aquí a ti
—Apuesto que lo estará, pienso que a ella como que le agrado
—Así es Andrea, le caen bien todos los que no vayan a su escuela
—No esa clase de agrado, es agrado como el agrado que me tiene tu mamá, como si aprobara que estés conmigo
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Mentiras de Amor
Teen Fiction¿Qué haces cuando intentas reparar un corazón roto por tu propia cuenta? ¿Le lloras día tras día a la chica que te dejó por uno de tus mejores amigos? Porque claro, la sigues amando. ¿Sales con un montón de chicas para olvidarla? No, ninguna de la...