Feria

612 110 16
                                    

— ¿A cuál te quieres subir? — habló Timmy en tono elevado para que Isla escuchara entre la música, los juegos mecánicos y gritos de las personas.

— ¡Ahí! ¡Vamos! — la chica tomó a su acompañante y corrió esquivando a las personas que paseaban por el lugar hasta que llegaron a su destino. La rueda de la fortuna.

Timmy pagó al hombre que estaba a cargo para después subir a la pequeña cabina en la que apenas y entraban los jóvenes. Eran las diez de la noche, las estrellas brillaban como siempre y eso a Isla le encantaba, la noria era una atracción que le daría una vista increíble de la ciudad, del cielo y de la feria con múltiples colores brillantes que la adornaban. Llevaban una hora ahí en la que había subido a los carros chocones, la montaña rusa, al pulpo giratorio y Timmy trató de estar al menos cinco minutos arriba del toro mecánico pero no salió como planeaba pues dio a parar varios metros lejos del animal, ahora Isla quería algo tranquilo y ahí arriba lo tendría un poco.

— ¿Cuántos años tienes Timmy? — interrogó de la nada.

—Mmm... — el chico no quería que supiera su edad, no le avergonzaba ni mucho menos pero creía que no era algo necesario de saber.

— ¿Y bien?

—Soy 3 años mayor que tú.

Isla sacó cuentas en su cabeza, ella estaba por cumplir 18 entonces...

— ¿¡Tienes 21!? — Timmy asintió apenado, perdió dos años de la secundaria por problemas familiares, en pocas palabras, porque su madre le fue infiel a su padre y fue un caos total —. Eres... te ves pequeño, sinceramente, te ves de mi edad además de que eres tan tímido que eres una ternurita para mí.

Timmy tragó duro, miró a Isla a través de sus anteojos con un brillo que ella no descifró pero le gustaba.

—Gracias, creo.

— ¡Mira una estrella fugaz! — gritó Isla como niña chiquita —. ¡Pide un deseo ahora!

Isla cerró sus ojos, formó con los dedos de ambas manos "changuitos" y pidió un deseo en su mente. Timmy solo la observaba con una sonrisa en los labios entre ternura y burla.

Su turno terminó y ambos chicos decidieron jugar en uno de los puestos donde se debía de disparar con una metralleta de juguete a unos soldados que estaban en estantes a tres metros. Ambos lo intentaron pero solo el chico pudo ganarse el premio. Un panda de peluche que le regaló a Isla.

Tomaron un taxi hasta la casa de la chica y ahí se bajaron ambos. Timmy la acompañó hasta la puerta.

—Fue genial, gracias por el panda.

— ¿Le pondrás nombre?

— ¿Cuál es tu apellido? — frunció el ceño confundido pero aun así respondió.

—Casas

—Así se llamará, Sr. Casas, suena bien.

Hablaron un minuto más, Timmy esperaba que Isla le preguntara sobre Eiden pero eso nunca pasó, risas dentro de la casa los hizo callar de repente. Isla fue hasta una ventana y se asomó precavida, Timmy maldijo al ver a los que estaban dentro; Eiden, su madre, Mónica y la mamá de Isla.

Iba a entretener a Isla pero ella ya se había dado la vuelta para entrar por la parte trasera sin que se dieran cuenta, Timmy fue tras ella en silencio pero lo que escucharon fue la gota que derramó el vaso para Isla.

¿Chico O Chica? (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora