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Lee Seung Hyun, un chico de apenas 17 años; cabello como el carbón, ojos almendrados con unas ojeras bajo estos y de una piel tan pálida que pareciera que estaba hecho de porcelana fina. El chico se encontraba en un rincón de su habitación sobre la cama mientras jugaba con una pequeña navaja entre sus dedos, en ese momento solo apreciaba como el color carmín de la sangre estaba cubriendo la navaja. Seung sintió como todo alrededor de él daba vueltas, se levantó de la cama con sumo cuidado y caminó despacio hacia el baño, una vez se encerró en el baño, se dirigió al lavabo para poder la sangre que escurría desde su codo hasta sus muñecas, se quejó de forma leve tratando de no hacer mucho ruido pues eran casi las 4:30 de la madrugada. Buscó un par de vendas en el baño para colocarlas en su brazo para cubrir las heridas, ¿si a los demás les parecían sospechosas las vendas en su brazo? Pues no, el chico decía que aquellas vendas eran por sus clases de box; y no era del todo mentira, pues él si practicó box pero lo dejó una vez cuando se dio cuenta de la basura que era la gente con él.

Salió del baño dirigiéndose con cuidado a la sala para poder salir al balcón mirando las luces de las calles para poder calmarse un poco, la razón de porque él se auto mutilaba era que según su punto de vista todos lo trataban de basura, su padre desde que él nació le culpaba por la muerte de su madre, siendo que el culpable no fue Seung... No, la madre tenía cáncer y el padre no estaba enterado.

El padre de Seung le maltrataba, una vez hasta abusó de él, se podría decir que era "el peor padre"; la razón porque Seung soportaba todo de parte de su padre era para poder proteger a su hermana de trece años, estaba claro que no eran hermanos de sangre, la niña era un "pequeño accidente" que cometió el padre con una prostituta. Con el tiempo Seung se fue encariñando con ella y siempre la puso primero a ella antes que todo; podría ser un suicida, si, pero no dejaría que alguien tan asqueroso y miserable como lo era su padre, le pusiera un dedo encima a su hermana. Lo único que esperaba él era cumplir los 18 años para poder irse junto a su hermana y trabajar para poder cuidarla de manera adecuada.

Ya había amanecido y Seung tenía rastros de lágrimas por sus mejillas, se pasó lo que quedo de la madrugada recordando aquellos maltratos provenientes del señor Lee, se limpió las mejillas y decidió ir a su habitación a simular estar dormido antes de que lo vieran en la sala.

Era un día 9 de diciembre, el día se estaba nublando y se veía que no tardaría en nevar. Sólo faltaban días para el cumpleaños de Seung, así que en pocos días se podría largar lejos con su pequeña hermana. se levantó de la cama luego de que su padre le fuera a decir, caminó despacio hacia el cuarto de su hermana para despertarla, vestirla y peinarle para la escuela. La llevó a la cocina sentándola junto a él comenzando a comer, vio la hora y tomo a su hermana en brazos saliendo de la casa para irse a la escuela juntos.

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Habían pasado días, era un día viernes 11 de diciembre a casi las 6 de la tarde, la pequeña aún no llegaba a casa porque fue a la casa de una amiga, volvería a las 8. Seung entró a la casa y vio a su padre sentado en la sala, fruncio de forma leve el ceño inspeccionando bien la escena, al notar las botellas de vino y cerveza sobre la mesa se apresuró en ir a su habitación pues tenía el pequeño instinto de que algo no terminaría bien, chocó con el mueble haciendo sonar algunas copas de vino, se maldijo mentalmente al escuchar el rechinar del sofá cuando su padre se levantó. Caminó de forma rápida a su habitación encerrándose en esta hasta que escuchó los golpes en la puerta y gritos junto a su nombre provenientes de su padre. Sintió su piel erizarse al ver como el pomo de la puerta se movía, estaba claro que él había ido a buscar la llave de la habitación. La puerta se abrió y el señor Lee entró mirando a Seung con el ceño fruncido, Seung sabía que habían dos posibles, o lo violaban o lo golpeaba, fuera la opción que fuera tendría que soportarlo. comenzó a retrodecer a medida que él se le acercaba hasta chocar con la pared, como era de esperarse su padre comenzó a toquetearlo. Cuando seung sintió como su padre intentaba sacarle la ropa, cerró los ojos y le dio una bofetada para luego darse cuenta de sus actos e ir corriendo hacia la sala.

El señor Lee persiguió a Seung hasta la sala y se le acercó de forma peligrosa, Seung tomo una de las botellas de vino vacías y golpeó esta contra la mesa para poder amenazar a su padre, cerró los ojos frunciendo el ceño cuando intentó darle un golpe al señor Lee.

Seung sintió como una presión yacía en sus muñecas provocando que las heridas que se había hecho la noche anterior volvieran a sangrar, su abdomen se estaba empapando, soltó un quejido y dejó de ejercer fuerza contra su mayor; abrió los ojos y vio como su camiseta se bañaba en su propia sangre, en su intento de golpe su padre le tomó por las muñecas y le quitó la botella enterrándole esta en el abdomen impulsivamente.

Cuando el padre de Seung se dio cuenta de lo que le había hecho a su hijo, le soltó y salió corriendo de la casa, escapando. Seung se llevó su mano a su abdomen soltando sollozos mientras se arrodillaba, escuchó como un vehículo se detenía aparentemente frente a la casa escuchó la voz de su hermana en la puerta por lo que soltó un suspiro, el último que tenía y cayó de frente contra la alfombra, muerto. Lo único que pudo escuchar fue el inicio del llanto desgarrador de su pequeña hermana que iba corriendo a verlo. La señora al escuchar tal llanto entró a la casa notando la escena, trató de tomar a la pequeña en brazos para poder consolarla pero le fue imposible, la pequeña se aferraba al cuerpo de su hermano mientras lloraba, la señora llamó a la policía notificando la situación.

La policía llegó y se llevo el cuerpo de Seung y a la niña para poder designar con quien se quedaría, según los policías el chico se había suicidado, sólo vieron las cortadas en sus brazos y la botella de vidrio junto a el, la pequeña nunca pudo olvidar la escena donde vio a su hermano dar su último respiro y caer al piso muerto, la pequeña se encontraba en la estación de policía, tomó un arma mientras aún lloraba murmurando el nombre de su hermano mayor había escrito en una hoja de la libreta de algún policía "me iré con Oppa", la pequeña se acobardó totalmente y tiró el arma al suelo abrazando sus piernas mientras presionaba sus puños con el papel entre manos volviendo a llorar de manera desgarradora, varías personas llegaron donde ella viendo como ella seguía llorando mientras le trataba de explicar todo lo que le hacía su padre a su hermano. Nadie la entendió a causa de su voz quebrada por el llanto y se la llevaron para poder lograr calmar mientras trataban de buscar al padre de ambos

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Espero que les guste y digan en los comentarios de quien quieren que sea el próximo one shot♥(✿ฺ´∀'✿ฺ)ノ

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⏰ Última actualización: Jan 20, 2018 ⏰

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