Capítulo 3. L' amour.

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Empecé a crecer y comprendí las bases del amor, me enamore, y fue algo muy bonito, me sentía en las nubes, era como si un pequeño cupido hubiese flechado mi pequeño corazón, había perdido la noción del tiempo y de la cordura.
Soñaba despierta, todo giraba al rededor de el, mi mundo, solía esperar para por fin estar con el, y el tiempo me mentía, cuando estaba lejos de él, las horas pasaban extremadamente lento, pero cuando estábamos juntos, pasaba tan rápido, que ni se sentían.
Nos conocimos en el instituto, cuando estábamos a pocas semanas de pasar de año, ese día caminaba con una de mis amigas, hasta que se nos acercó su novio con otros dos chicos, yo los miraba platicar mientras mi mente me llevaba a algunos otros lugares, me perdí, cuando de pronto escuche una pequeña risa acompañada de unos hermosos ojos color café que me seguían con la mirada hasta que reaccione y me sonroje.
Vagando por las redes sociales, me encontré a ese chico de la mirada coqueta, así que decidí agregarlo y platicar con el.
A los dos segundos él contestó mi solicitud y empezó una platica que no tenía final.
-Demonios- Me dije a mí misma, no podía creer como no podía aburrirme de el, simplemente era algo extraordinario la forma en que el no dejaba que la conversación muriera.
Iba pasando el tiempo cuando empecé a enamorarme de él.
Pero.. Había un pequeño problema, el tenía novia.
Sabiendo esto, decidí no confesarle mi sentir.
Pero de pronto, el me dijo que no se aburría de platicar conmigo, y que me apreciaba.
Sentí que mi corazón se salía de mi pecho, sentía que podía volar, no podía creerlo, era una sensación inefable, el sentía exactamente lo mismo que yo, me tranquilice, tome aire y platique con el respecto a lo que iba a pasar.
Todos los días, al salir de la escuela, el me acompañaba y caminábamos por el camino más largo para poder ir platicando y al despedirnos siempre nos sonrojábamos.
Y así pasó el tiempo, y lejos de amistad, los dos queríamos algo más.
Yo no me atrevía a intentar algo con él porque yo no iba a ser la segunda, no sé si puedes entenderme..
Bien, yo no quería que ella me odiara por siempre por quitarle a su novio, porque no fue así, porque ellos eran novios, si, pero se trataban como si fuesen extraños, ¿eso era un noviazgo?
Por mi mente solo pasaba la parte de una canción de Melanie Martínez
"Someone told me stay away from things that aren't yours, but was it yours if he wanted on me so bad?"
Muy en lo profundo me sentía culpable, pero a la vez no, sabía que era algo que tarde o temprano iba a pasar. Y pasó. Meses después de que terminaron por fin me di la oportunidad de intentar algo con el.
Las cosas parecían haber dado un giro, me sentía magnífica, el sol brillaba, en el cielo se iluminaba con un azul perfecto con unas nubes blancas que parecían algodón de azúcar casi tan esponjoso y delicioso como los que puedes comprar en la feria.
El estar enamorada cambia por completo la percepción de vida de una persona.
Te llena tanto el corazón estar con una persona que quieres tanto tanto.
El, como ya lo dije antes, tenía unos preciosos ojos color café, unos labios que al mirarlos, solo desearías plantarles un beso, una piel tostada acompañada de unas pequeñas pecas y una sonrisa hermosa.
Cuando él me abrazaba eran de esos abrazos que muy pocas personas te dan, esos abrazos donde te regalan un poquito de ellos, donde cierras los ojos y solo das gracias por ese momento que puedes compartir con el, porque sientes que son abrazos tan cálidos que el corazón siente que el tiempo se detiene y el abrazo puede durar hasta años aunque sean solo un par de segundos.
Hasta que llega un punto en el que ya no hay más, ya lo dieron todo y es el momento de decir gracias y hasta luego.
Cuando la costumbre y la rutina se apoderan del amor, y todo se desvanece en un instante.

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